El debate por la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales sigue escalando a nivel nacional, y en Monterrey —uno de los principales polos industriales de México— la preocupación gira en torno a la implementación, los costos operativos y la exclusión de sectores clave como el turismo.
Reforma de las 40 horas: ¿Qué opinan los líderes empresariales de Monterrey?
Durante el segundo foro de implementación de la reforma, Roberto Cantú Alanís, presidente de Coparmex Nuevo León, reiteró su apoyo a avanzar hacia jornadas más cortas, pero solicitó un esquema progresivo que evite afectar a las pequeñas y medianas empresas. Señaló que el 70 % del empleo en el país depende de este tipo de negocios, por lo que cualquier cambio drástico podría tener efectos contraproducentes.
“Estamos convencidos que tenemos que seguir avanzando hasta lograr un promedio nacional. También buscamos que se haga de una forma sin perder la competitividad de nuestras empresas”, apuntó el líder patronal. Como alternativa, propuso seguir el modelo gradual aplicado en Chile, que comenzó con ajustes en 2005 y culminará con una jornada de 40 horas en 2028.
Desde el sector industrial, Jorge Santos Reyna, presidente de Caintra Nuevo León, presentó datos de una encuesta interna que reveló que:
- El 63.4 % de las empresas teme un impacto en la productividad.
- El 58 % prevé un aumento en los costos por pago de horas extra.
- Y un 29 % visualiza complicaciones para encontrar personal calificado.
Santos propuso un enfoque basado en cinco ejes:
- Gradualidad
- Flexibilidad
- Estímulos a mipymes
- Capacitación técnica
- Formalización laboral
Aseguró que la industria de Nuevo León está lista para mejorar las condiciones de trabajo, pero que debe hacerse “de forma responsable”.
El sector hotelero, excluido del debate
Por su parte, José Manuel Ortiz Vázquez, director de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles de Nuevo León, expresó su inconformidad por la falta de representación del sector turismo en la discusión legislativa.
“Somos una industria que opera 24/7, con turnos cambiantes según la demanda. No vemos cómo se va a aplicar la reforma sin una directriz específica para este tipo de servicio”.
José Manuel Ortiz Vázquez, director de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles de Nuevo León
Añadió que la actividad hotelera en Monterrey depende en gran medida de la flexibilidad operativa, especialmente ante eventos imprevistos o solicitudes de último minuto. Por ello, urge claridad en las implicaciones laborales y fiscales de esta reforma para el turismo.
¿Y qué más piden los empresarios?
Desde el empresariado regiomontano se han planteado propuestas concretas para mitigar el impacto de la reforma:
- Créditos blandos para invertir en automatización, reorganización operativa o capacitación.
- Educación técnica que prepare a los trabajadores para industrias más especializadas.
- Mejor transporte público, que permita un verdadero aprovechamiento del tiempo libre.
- Digitalización de trámites, para aligerar cargas regulatorias.
Mientras la reforma avanza, la iniciativa privada en Monterrey respalda mejores condiciones laborales, pero insiste en que se deben tomar decisiones responsables, con base en datos, y considerando la diversidad de sectores que sostienen la economía local y nacional.