En la antesala de la Semana Santa 2023, el Altar de Dolores figura como una de las tradiciones que año con año retoma su fuerza en Guadalajara y en diversas partes de México.
Es posible que en algún momento hayas escuchado sobre los “Incendios”, pues ante la infinidad de velas que caracterizan al Altar de Dolores, los ventanales y puertas de las casas parecían estar incendiándose.
Con una estética similar al Altar de Muertos, los “incendios” o Altar de Dolores, se conciben como una ofrenda que recuerda, desde la tradición católica, diversas etapas de Jesús: la anunciación, viacrucis y crucifixión.
Este altar y sus diversos artículos como velas artesanales, frutas, agua y papel picado, entre otros, también ejemplifican los siete dolores de la Virgen María.
La tradición se mantiene intacta y este viernes 31 de marzo, diversos espacios culturales de Guadalajara instalarán sus Altares de Dolores. Te compartimos las diversas actividades que se vivirán con su tradicional toque de empanada dulce y agua de limón con chía.
Viernes de “Incendios” en Guadalajara
Casa ITESO Clavigero propone una velada con el programa “Plegarías a la Virgen”, con el tenor Flavio Becerra, el barítono Carlos López y el pianista Adrián Rojero. A la par se presenta una exposición sobre la Pasión de Cristo con reproducciones de grabados de Durero, publicados en Alemania en 1511.
Por su parte, el Museo de la Ciudad tendrá la participación del Coro Municipal de Guadalajara para presentar “Un réquiem a la Dolorosa”, con selecciones del réquiem de Mozart y la “Stabat Mater Dolorosa”, una pieza a capella del siglo XVII, del compositor Salazar. La cita es a partir de las 18:00 horas en calle Independencia 684. Entrada libre.
Altar de Dolores: origen y simbolismo
Jaime López, encargado de actividades culturales en Casa ITESO Clavigero, detalla que el Altar de Dolores es una tradición jesuita que tiene por objetivo acompañar a la Virgen Dolorosa en su proceso de sufrimiento.
Desde hace 15 años, Casa ITESO Clavigero, por ejemplo, realiza su Altar del Dolores con veladas que exploran tanto el simbolismo e impacto social y cultural de esta tradición, teniendo como escenario a la mítica casa creada por el arquitecto Luis Barragán.
“Creo que en los últimos años ha recobrado fuerza. Hubo un momento en el que prácticamente estaba desaparecida la tradición. Se prohibieron porque la gente iba, se tomaba su vaso de agua, pero también tomaba otras bebidas embriagantes. Esta idea de acompañar a la virgen se perdía, y la gente solo iba a emborracharse”.
La tradición marca, que el viernes previo a la Semana Santa es el momento de realizar el Altar de Dolores. Recintos nacionales como el Museo Dolores Olmedo, de la Ciudad de México, suele instalar cada año su altar monumental que resulta una maravilla estética e iconográfica de las tradiciones mexicanas.
¿Ya lloró la Virgen?
Una de las preguntas o juegos de palabras que suelen escucharse en las celebraciones del Altar de Dolores son: ¿Ya lloró la Virgen? ¿De qué lloró la Virgen?, en relación a los aperitivos y aguas frescas, generalmente de jamaica y limón con chía, que se convidan a los asistentes. Esto representa, por ejemplo, las lágrimas de virgen en su proceso doloroso.
“La gente preguntaba, ¿ya lloró la virgen?, y sí decían que sí es porque ya estaba el altar listo. Se daban vasos con aguas de sabores”, apunta Jaime López, de Casa ITESO Clavigero.
Entre los diversos simbolismos, Jaime refiere que el principal es la imagen de la Virgen de Dolores.
En el caso de las frutas, éstas se asocian con la fertilidad. Los jarrones o tinajas con agua, también simbolizan las lágrimas de la Virgen. En tanto que las velas son la luz y el acompañamiento en el proceso doloroso de esta devoción religiosa.
