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abril 19, 2024

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Jaime Lomelín

A mar abierto

Por

La natación en alberca siempre formó parte de su vida, pero cuando Jaime Lomelín, Director de Ventas y Mercadotecnia de Pinturas Osel a nivel nacional, conoció hace 35 años el Circuito Profesional de Nadadores de Aguas Abiertas a raíz de sus viajes a Acapulco para competir como parte del equipo de este deporte del Tecnológico de Monterrey y bajo la idea de vivir al máximo su deporte y competir contra los mejores nadadores del mundo no lo pensó dos veces para iniciar en esto, “Conocí a un par de mexicanos que eran entrenadores que habían nadado en el Circuito Mundial de Aguas Abiertas y me acerqué con ellos. En esa época en el Circuito participaban alrededor de 60 nadadores a nivel mundial y no había mexicanos”, dijo.

En 1990 cruzó el Canal de la Mancha en Europa, considerado en Monte Everest de los nadadores de aguas abiertas, en 2015 compitió en el recorrido de Manhattan, en Nueva York, y en 2017 hizo el circuito del Canal de Catalina, en California, conquistando así la Triple Corona, integrada por estos tres cruces que son los más retadores de este deporte y convirtiéndose en el séptimo mexicano en lograrlo.

Su hazaña de este año fue recorrer en mayo el Estrecho de Gibraltar, en la modalidad sin traje de neopreno a una temperatura de 16 °C con un tiempo de 03:27:00, con el que rompió el récord de tiempo entre los mexicanos, superando el que había impuesto un nadador 20 años menor que él, “Fue muy emocionante porque mi padre iba en la embarcación, lo cual nunca había pasado. Cuando hice el relevo del Canal de la Mancha en 2006 me tocó que me despidiera y diera la bendición, pero no le había tocado estar en la lancha y para los dos fue muy especial”, compartió.

Cabe señalar que había enviado su solicitud para emprender este reto y le dieron fecha para dos años adelante, pero gracias a su persistencia una compatriota le cedió su lugar ante un cambio de planes.

Los retos conquistados en más de tres décadas, como nadar contracorriente en climas cambiantes por largas distancias sin darse por vencido le valieron un homenaje en abril de este año a nombre de Los Cabos Open Water Challenge por ser considerado el mexicano más competitivo en la historia de la natación en aguas abiertas.

Jaime con las actas de su cruce por el Estrecho de Gibraltar

“Como decía Walt Disney, ‘Si lo soñamos lo podemos lograr’ solo se necesita esfuerzo, disciplina y ganas, así nada es imposible. En una ocasión en el Deportivo colocaron una manta de apoyo con mi nombre y al verme se sorprenden porque no ven al típico nadador. Así que cuentan más las ganas que uno trae”

¿Qué es lo que te apasiona de deporte?

Lo que lo hace fascinante es que a diferencia de una alberca donde sabes que es de determinada longitud, su agua tiene una temperatura constante y existen carriles; en aguas abiertas no hay nada de eso, todo puede cambiar, la temperatura, la corriente, los vientos, etcétera; además del esfuerzo físico uno tiene que lidiar con todo eso.

¿Cuál fue la primera competencia en la que participaste?

En ese circuito fue la Capri Napoli, Italia, que por muchos años fue considerada la copa del mundo. A mí me había ido bien en las competencias de México, apliqué en 1987 y me aceptaron.

¿Cuál es el mayor reto a conquistar en este deporte?

Así como lo es el Monte Everest es para los alpinistas, para los nadadores de aguas abiertas lo es el Canal de la Mancha. Yo lo he hecho dos veces, una de ellas de manera individual en 1990, en la que fui el sexto mexicano en lograrlo y rompí el récord mexicano y fui el segundo mejor latinoamericano en cuestión de tiempo.

¿Cuál es el reto más grande al que te has enfrentado en este deporte?

En dos ocasiones me dio hipotermia. Una vez en 1988 en Atlantic City éramos como 60 competidores, por invitación, había llegado una corriente muy fría y el agua estaba cómo a 11 °C, estas carreras son únicamente con traje de baño, gorra y ‘goggles’, a la hora y media de haber iniciado ya solo quedaban 6 de los 60, a los demás nos habían sacado por hipotermia. Perdí conocimiento, estaba tomando líquido caliente y de pronto en encontraba en una ambulancia. También en 1989 cuando estaba cruzando el lago Magog, Canadá, aunque el agua no estaba tan fría, me dio un calambre a la mitad de la carrera y a causa de esto me dio hipotermia. En el momento te da rabia, pero luego entiendes que primero va la integridad física.

¿Cuál ha sido la temperatura más baja en la has nadado y la distancia más larga que has recorrido?

La más baja ha sido de 11 °C en Atlantic City. Cuando fui al Canal de la Mancha la primera vez estaba 14°C en promedio y 16 años después la temperatura promedio ya era de 16 °C. La distancia más larga que he recorrido es la de 56 kilómetros, en La Santa Fe Coronda, Argentina. Yo la nadé cinco veces, en dos ocasiones quedé en tercer lugar. Es una de las competencias más lindas porque la televisan y uno ve los puentes repletos de gente por todo el recorrido hay gente apoyando a los nadadores.

¿Qué próximos retos tienes en la mira?

Cuando hice el cruce del Canal de Catalina no me tocaron las mejores condiciones de clima porque dos semanas antes hubo un huracán y el mar estaba muy revuelto, entonces las corrientes estaban fuertes

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