“Adaptarse o morir”, dice la máxima que parafrasea los estudios darwinianos y que es la guía llana de Boyardo Salmón Abraham, CEO de GEBESA, empresa lagunera líder en la distribución de mobiliario de oficina a nivel nacional, que abre su óptica como un cobijo a todos los giros en tiempos de revoluciones tecnológicas.
Tiene 39 años de edad, es licenciado en Mercadotecnia por el Tecnológico de Monterrey y cuenta, entre otras, con una especialización en Perfeccionamiento Directivo por el IPADE.
Es el menor de una familia de cuatro hermanos, compuesta por Cecilia, Lorena y Georgina, y encabezada por su madre, Georgina, y su padre Boyardo Eugenio Salmón, quien hace 52 años fundó GEBESA y se convirtió, al mismo tiempo, en el ingeniero que construyó en su hijo la visión de un triunfador.
Un ejemplo que arrasa para Boyardo Salmón
La historia de Boyardo Salmón no puede entenderse sin el profundo vínculo hacia su familia y a la empresa que fundó su padre en 1973.
Desde temprana edad estuvo expuesto al quehacer empresarial, trabajando durante los veranos en tareas como el armado de muebles, el barrido de la planta y la organización contable, permitiéndole conocer a detalle la operación de Gebesa y cimentando, con solidez, su Dirección General actual.
“Haber estado desde pequeño, me da una autoridad moral, porque yo sé lo que es sobarte el lomo en la planta, cargar un camión o armar los muebles”, dice.
“Mi padre siempre fue muy innovador, con máquinas y sistemas modernos. En la empresa siempre se vivió lo que es estar a la vanguardia”.
-Boyardo Salmón Abraham, CEO de GEBESA-
Boyardo Eugenio, su padre, el ingeniero mecánico administrador que inició GEBESA, inculcó en su hijo la curiosidad por la ingeniería, el aprecio por el conocimiento aplicado y una filosofía centrada en dar valor a lo verdaderamente valioso, en lugar de a lo material.
“Nos explicaba cuando teníamos temas con la tarea, nos ayudaba mucho a entender. Era increíble cómo se acordaba perfectamente de todas las cosas, pero nunca con un conocimiento de machete, sino de cómo funciona todo y cómo va a servir en la vida”, rememora Boyardo Salmón.
Y agradecido, valora que su formación familiar fue determinante para cimentar el pensamiento ético y de negocios que hoy guía sus pasos, representando en una visión de la empresa no como propiedad privada, sino como una institución con propósito social.
“Mi padre me enseñó que la empresa no es una caja chica ni un juguete, sino una institución que le da beneficios a toda la sociedad y nosotros solamente somos un guardián de ella”, proclama Boyardo con entereza.
Los alcances de GEBESA
GEBESA, cuyo ramo principal es el desarrollo de mobiliario de oficina, cuenta actualmente con tres plantas de producción en el Parque Industrial Lagunero de Gómez Palacio.
Dentro del territorio mexicano, la empresa es líder en su sector y, a la par, exporta el 65% de sus productos a Estados Unidos, Canadá, Australia y algunos países de Europa.
Además de sus showrooms en la Comarca Lagunera, Gebesa cuenta con sucursales en Monterrey, Ciudad de México, Puebla, Querétaro, Saltillo, Tijuana, Hermosillo, Guadalajara, Acapulco y San Luis Potosí.
Asimismo, cuenta con una bien establecida red de distribuidores en los destinos a los que exporta.
La Dirección de Boyardo Salmón
Para Boyardo, dirigir GEBESA, no fue algo inmediato ni automático, sino un proceso.
“El tema fue volverme una persona confiable a la que le pueden ir encargando cada vez más cosas”, señala en referencia a los primeros años que desde pequeño pasó en la empresa.
Y respecto a su liderazgo, en tono con su padre, Boyardo Eugenio, considera que no puede ejercerse desde la imposición, sino desde el ejemplo, el aprendizaje mutuo y la escucha activa.
“La intención es que los colaboradores perciban que no están trabajando para hacer a una persona más acaudalada, sino para hacer a una empresa más fuerte”.
-Boyardo Salmón Abraham, CEO de GEBESA-
“Dicen que la palabra ayuda, pero el ejemplo arrasa, y ese es el mayor aprendizaje que he recibido, basado en el trabajo duro, la austeridad, la integridad y no gastar un peso que no es nuestro”, señala.
La tecnología como filosofía
Aunque joven, haber acompañado a GEBESA en los primeros tiempos de transformación digital, le permitió a Boyardo Salmón entender que un negocio no puede tener un brazo fuerte y otro mejorable, sino que “debe ser bueno en todo”.
Por ello, acompañando y valorando la figura innovadora que caracterizó a la administración de su padre, no duda al puntualizar que “siempre, para ser eficiente tienes que adoptar tecnología”.
“La tecnología no es una herramienta opcional sino una filosofía de operación, pues aporta productividad e información para la toma de decisiones”, añade.
Dentro de este paradigma, desde hace varios años, GEBESA migró sus sistemas a la nube, optimizando sus procesos. Y, con la llegada de la Inteligencia Artificial (IA), la apuesta se ha intensificado.
El poder de la IA
“Antes te podías dar el lujo de no entrarle a la transformación digital, pero hoy en día ya no; tienes que generar datos, pues con la IA es vital saber cómo analizarlos”, subraya Boyardo, resaltando que toda empresa debe volverse una empresa tecnológica, sin importar su giro.
Con esta lógica, GEBESA ha desplegado más de 60 iniciativas para automatizar tareas repetitivas en áreas como contabilidad, crédito y cobranza, finanzas y mercadotecnia.
“Todo se puede automatizar. Hoy, con IA, puedes desarrollar el software que tú quieras, que haga lo que quieras y a una velocidad increíble”, dice, con pasión, Boyardo.
“La IA es una tecnología que va a cambiar el mundo, incluso más que el Internet”, argumenta.
Por ello, la estrategia de GEBESA incluye no solo inversiones internas sino también apuestas externas, como el impulso de Neurya, un proyecto de adopción tecnológica y educativa que promueve la democratización de herramientas basadas en IA.
El objetivo, indica Boyardo Salmón, es brindar el ejemplo de la empresa que dirige a otras ramas, de modo que puedan entender “los errores que nosotros cometimos en el camino y qué es lo que sí nos ha funcionado; logrando aportar lo que ya aprendimos a los demás”.
“Tienes que declararle la guerra a Excel y lograr que todo caiga en una base de datos para que se pueda generar información”.
-Boyardo Salmón Abraham, CEO de GEBESA-
El claro propósito de Boyardo Salmón
En lo personal, Boyardo Salmón Abraham es un hombre en constante movimiento.
“Nunca estoy quieto, nunca estoy satisfecho, ¿por qué lo estaría cuando siempre se puede dar más?”, dice, recordando entre risas, que los más cercanos a él lo califican como un apasionado de la mejora continua.
Pero esa inquietud, en la figura de Boyardo, está acompañada de una motivación profunda por construir equipos.
“Me inspira poder dejar una huella en el mundo. Estar construyendo equipos de trabajo me apasiona mucho, porque es muy humano el escuchar y aprender el uno del otro”, expresa.
Mientras recorre uno de los showrooms de GEBESA, ubicado en el Periférico Raúl López Sánchez, en Torreón, su mirada contempla cada rincón del espacio en sintonía con sus esfuerzos, los cuales van orientados a consolidar a la empresa como una institución más grande y con un mayor liderazgo diversificador.
En ese sentido, Boyardo enlista que el grupo ha abierto nuevas líneas de negocio, como Durabox, especializada en cajas de herramientas. Además, cuenta con Transportes Galbo del Norte, su rama transportista, entre otros proyectos.
Al margen de ello, su perfil es el de una persona agradecida con Dios y con la vida por el trayecto recorrido, pero sin perder de vista sus propósitos.
“Lo que he ido aprendiendo es que debemos escuchar a la gente que ha hecho grandes cosas, y que hay que disfrutar la vida un día a la vez”.
“Vivir el aquí y el ahora, y dar nuestro mejor esfuerzo, todos los día, para que cada día cuente”, afirma Boyardo.