Con una energía vibrante y una pasión desbordante por la comida, Patricio Trejo ha logrado transformar un simple antojo en un emprendimiento que está revolucionando la forma de disfrutar los snacks en Saltillo.
A sus 27 años, este ingeniero industrial decidió apostar por su verdadero amor: la comida monchosa, y así nació Tasty, un rincón donde los antojos encuentran su máxima expresión.
“Desde niño me encantaba vender cositas, y siempre fui fan de los snacks, los elotes, las papitas. Creo que ahí comenzó todo sin darme cuenta”, comenta Patricio con una sonrisa que refleja su entusiasmo.
Aunque su carrera profesional estuvo inicialmente ligada a la industria en Coahuila, la chispa del emprendimiento nunca dejó de arder.
Tasty abrió sus puertas en diciembre del año pasado, pero la idea germinó durante la pandemia, un periodo que, para muchos, despertó el deseo de crear algo propio.
“Estaba cómodo en mi trabajo, pero sentía que podía hacer más. Quería un lugar donde la gente pudiera disfrutar de comida deliciosa y un ambiente chill”, relata Patricio.
Lo que diferencia a Tasty no es solo su variada oferta de snacks irresistibles, sino su concepto único: “todos los toppings que quieras”.
Con más de 12 opciones, los clientes pueden personalizar sus elotes, papas y galletas, creando combinaciones que despiertan la creatividad y el paladar. “Queremos que cada visita sea una experiencia distinta y deliciosa”, dice Patricio.
Pero Tasty es más que un lugar para saciar antojos. Es un espacio inclusivo donde familias, amigos e incluso mascotas son bienvenidos.
“Queremos que vengan, se relajen, disfruten de su comida y pasen un buen rato. Nuestro ambiente al aire libre y nuestra atención al cliente son parte de lo que nos hace especiales”, afirma.
La atención al cliente es un pilar fundamental para Patricio.
“Nos importa que la gente se sienta bien. Si algo no les gusta, lo resolvemos. Queremos que regresen no solo por la comida, sino por cómo los hacemos sentir”, destaca. Esta filosofía ha convertido a Tasty en un lugar donde cada bocado puede alegrar el día de alguien.
Aunque el negocio es joven, Patricio ya piensa en grande. Está en conversaciones para colaborar con estudios de ejercicio, buscando equilibrar el placer de los munchies con un estilo de vida activo.
“Me encanta el ejercicio tanto como la comida. Queremos ser parte de eventos deportivos, donde la gente pueda disfrutar sin culpa después de entrenar”, comparte.
Para Patricio, emprender ha sido un viaje de autodescubrimiento. “He aprendido a organizarme, a confiar en mí mismo y a apoyarme en la gente que cree en mí. Mi familia y amigos han sido fundamentales en este camino”, confiesa.
Su consejo para quienes desean emprender es claro y directo: “Arriésgate. Planea bien, sueña en grande y ten paciencia. Las cosas se van dando si confías en ti mismo”.
Tasty no es solo un negocio; es el reflejo de la pasión de Patricio por la comida y su deseo de hacer felices a los demás, un munchie a la vez.