Fotos por Eduardo Corrales
Su liderazgo formativo, visión estratégica y pasión restaurantera impulsan un concepto saludable y local que apuesta por el paladar
Este saltillense tenía claro, desde sus 20 años, que su camino profesional lo llevaría al mundo de las finanzas. “Siempre me visualicé como un ejecutivo transformando empresas”, recuerda. Sin embargo, lo que transformaría su destino sería una decisión que demandó coraje: dejar la vida ejecutiva para fundar Cevichero 21, una marca nacida en Saltillo que ya apunta a una expansión nacional y próximamente, internacional.
Con 34 años, y cuatro como socio director del negocio, David Antonio Sandoval Slehiman ha construido una propuesta que se distingue tanto por su sabor como por su estructura empresarial. El concepto “Healthy Muncher Food” sintetiza su apuesta: comida sabrosa, saludable y divertida, accesible para todos los paladares.
Emprender con el paladar
Su formación profesional se fortaleció con una etapa nómada que lo llevó por varias ciudades del País. “Esa experiencia me dio independencia y resiliencia ante el cambio”, afirma. Fue ese carácter el que lo preparó para el momento más decisivo: emprender.
La apertura de la tercera sucursal fue el parteaguas. “Ahí entendimos el potencial real de nuestros sabores y servicio”, cuenta. A partir de ese momento, la expansión se convirtió en meta clara, y hoy su estrategia se centra en el desarrollo de franquicias como vehículo de crecimiento.
A través del ejemplo
Lejos de un estilo autoritario, David apuesta por un liderazgo formativo. “No se vale exigir sin enseñar, aquí todos aprendemos juntos y en equipo”, afirma con convicción. Esta filosofía no solo permea a su equipo interno, sino también a los emprendedores que hoy confían en replicar su modelo de negocio.
Al preguntarle por su mayor obsesión dentro de la empresa, no titubea: “Disfruto ver la cara de satisfacción de nuestros clientes, pero también me emociona formar nuevos emprendedores”.
Rompiendo mitos en la cocina
David es claro al hablar sobre los prejuicios que aún existen en el sector restaurantero. “Comer sano no tiene por qué ser aburrido, y tener un restaurante bien estructurado no tiene que ser una batalla constante”, sostiene. Para él, la clave está en los procesos, la estructura y el talento humano, más allá de las recetas.
Con referentes como Warren Buffet, y con la guía constante de sus socios, ha moldeado una empresa que no solo busca vender platillos, sino experiencias.
En cinco años, David visualiza a Cevichero 21 con presencia sólida en gran parte del País y dando pasos hacia su internacionalización. La tendencia hacia lo saludable y su compatibilidad con el “placer” lo motivan a seguir perfeccionando su propuesta, desafiando la oferta tradicional de comida rápida.
Entre pausas
Detrás del empresario está el ser humano que encuentra balance. Disfruta jugar cartas, hacer ejercicio y, de vez en cuando, meditar. Su círculo cercano -familia, pareja y amigos- juega un papel esencial: “Siempre me contagian buena actitud para seguir creciendo el proyecto”.
Como ritual matutino, no perdona un buen desayuno; como placer culposo, no oculta su favoritismo por el pastel de tres leches de Don Artemio.
David representa una nueva generación de empresarios gastronómicos saltillenses: pragmáticos, éticos y con visión global. Su historia demuestra que el emprendimiento, bien estructurado y con propósito, puede nutrir más que cuerpos: puede nutrir comunidades. Y, al final del día, también hay espacio para un buen ceviche con todas las salsas.
“No se vale exigir sin enseñar, aquí todos aprendemos juntos y en equipo”
- PLAYER MUSTS
- Restaurante favorito en el mundo: Azahar
- Platillo que recomiendas con los ojos cerrados: Ostiones Rockefeller de Beluga
- Destino favorito en el mundo: Finlandia