Eran las ocho de la mañana cuando llegamos a casa de Paola Rodríguez para comenzar los preparativos de nuestra entrevista y sesión de fotos. De inmediato, el comedor de su casa se convirtió en el espacio perfecto para comenzar la charla. Durante el tiempo que estuvimos con ella, pudimos comprobar que es una mujer sencilla, hogareña, comprometida con sus hijos: Manolo, Santiago, Catalina y Cordelia.
Se graduó de la carrera de Negocios Internacionales en el Tecnológico de Monterrey, conoció a Manolo en Hermosillo, Sonora y después de 4 años de noviazgo decidieron casarse. “Mis Papás son de Saltillo, pero después de casarse se fueron a vivir a Estados Unidos, ahí estuvieron 16 años donde nacimos 6 de mis 7 hermanos.
Cuando tenía 13 años, mis papás decidieron regresar a México para estar más cerca de mis abuelos, tíos y primos. Por temas del negocio familiar, nos fuimos a Monterrey y ahí viví hasta mis 25 años. Actualmente, llevo 10 viviendo en Saltillo.
Cuéntanos de ti. ¿Dónde naciste? ¿Cuántos hermanos tienes? ¿Dónde estudiaste?
Mis papás son de Saltillo, pero después de casarse se fueron a vivir a Estados Unidos por la maestría y el trabajo de mi papá, ahí estuvieron 16 años donde nacimos 6 de mis 7 hermanos. Cuando tenía 13 años mis papás decidieron que querían regresar a México para estar más cerca de mis abuelos, tíos y primos. Por temas del negocio de mi papá nos fuimos a Monterrey y ahí viví hasta mis 25 años. Me gradué de la carrera Negocios Internacionales en el Tec de Monterrey. Actualmente llevo 10 años viviendo en Saltillo. Manolo siempre me dice que regresé a mis orígenes.
¿Cómo viviste tu niñez?
Recuerdo mucho estar en bola con mis hermanos. Hacíamos muchos planes familiares y como estamos muy pegaditos de edad los primeros 4, nos tocaba mucho convivir en las mismas actividades. Estuve en clases de baile, en natación y también estuve en un equipo de fútbol.
¿Qué anécdotas recuerdas de pequeña?
Los domingos íbamos a misa en familia y de ahí nos pasábamos todos a una librería y cada uno escogía un libro para leer. Luego nos íbamos a comer y después de ahí mi papá nos llevaba a mí y a mis hermanos por nieve al mismo lugar de siempre. Yo casi siempre pedía de sabor oreo. También me acuerdo los veranos que nos íbamos con mis primos a un lago donde hacíamos actividades acuáticas y convivíamos muy padre en familia.
¿A qué y dónde te gustaba jugar?
Me encantaba jugar con muñecas. Mi favorita se llamaba Dolores. Era muy independiente, entonces me iba sola a pasearlas en una carreola en el jardín de mi casa y ahí jugaba mucho con ellas. También jugaba mucho a la casita y a la maestra.
¿Eras muy amiguera?
A pesar de ser independiente, sí me gustaba hacer amigas a donde fuera.
No dependía mucho de amigas para irme a un lugar nuevo. Por ejemplo, en mi carrera me fui a estudiar un semestre a China y me fui sin conocer a nadie, y allá hice amigos nuevos de diferentes lados.
¿Dónde viviste tu juventud?
En Monterrey. Ahí hice la secundaria, prepa y la mayor parte de mi carrera profesional. Durante mi carrera hice programas de intercambio en China, Australia y Nueva York.
¿Cómo conociste a Manolo?
Nos conocimos en una boda en Hermosillo, Sonora. Yo iba como invitada de la hermana de la novia, y él como invitado del novio. Un amigo en común nos presentó y desde ahí no dejamos de hablar. Duramos 4 años de novios antes de casarnos.
Sé que te pidió matrimonio en las letras de Saltillo, ¿Cómo fue? ¿Qué pensaste en ese momento?
¡Sí! Ahí fue. Un día pasó por mí a casa de mi abuelita y en el camino a un plan que teníamos, se estacionó ahí en la rotonda donde están las letras de Saltillo y en lo que nos íbamos a bajar, me mandó un mensaje a mi celular con la foto del anillo de compromiso. En lo que lo volteé a ver ya tenía la cajita del anillo abierta y me pidió matrimonio. Ya llevábamos rato platicando de casarnos, entonces sí me las olía, pero como quiera fue un momento muy emocionante. Nos casamos al año de que me propuso y si Dios quiere, este año en noviembre, cumplimos 10 años de casados.
¿Cuál es tu definición de familia?
Para mí es un lazo fuerte entre padres e hijos en el cual se comparte amor, vida, valores y costumbres. Es un espacio donde puedes ser tú mismo, donde puedes soltar tus sentimientos y emociones y sentirte protegido. Lo que afecta a uno en la familia, afecta directa o indirectamente a los demás. Es el núcleo de la sociedad, y, por ende, hay que cuidarlo a toda costa.
¿Qué valores fomentas en tu casa?
Dentro de todos los valores que tratamos de fomentar, le doy mucha importancia a la empatía, el respeto a los demás y la generosidad.
¿Qué tipo de mamá te consideras?
Considero que soy una mamá involucrada en los temas de mis hijos y trato de estar lo más presente que pueda. Me gusta leer sobre la educación y la crianza positiva. Mi meta como mamá, aparte de formar a buenas personas, es que cuando mis hijos crezcan, puedan llegar a contarme y confiar abiertamente en sus temas personales, y que sientan en mí a una aliada que los va a apoyar y guiar de la mejor manera que pueda.
Platícanos, ¿cómo nace Apoyaré?
Apoyaré nace hace 5 años, cuando vi que había muchas personas que tenían ganas de ayudar a la gente más vulnerable pero no sabían cuáles eran sus necesidades principales ni cómo dar directamente con esta gente. Viendo las gestiones que se hacían en el DIF Saltillo y en la presidencia municipal, vimos que mucha gente pedía apoyo para aparatos auditivos y no se daban abasto, por lo que decidí ayudar con un proyecto donde recaudamos fondos privados para comprar 2 mil aparatos auditivos y donarlos a la gente que los ocupaba. Desde entonces hemos estado fungiendo como un puente entre empresarios que quieren ayudar y quienes necesitan los apoyos, desarrollando así ya varios programas de impacto social.
¿Cuáles son los planes de Apoyaré en los próximos años?
El próximo proyecto que tendrá Apoyaré es un programa de becas escolares para jóvenes universitarios coahuilenses. Este compromiso se hizo en la cena de gala que hizo Apoyaré y quedamos que cada peso que se donara en la cena, Apoyaré pondría otro para este programa.
¿Qué te ha dejado estar al frente de Apoyaré?
Me ha dado la oportunidad de conocer mejor las necesidades que hay en nuestra comunidad y, por ende, tener más sensibilidad. Ha sido muy bonito integrar a mis hijos en las actividades de Apoyaré porque así aprenden desde chiquitos la importancia de ayudar a los demás y de ser agradecidos en todos los aspectos.
¿Has sentido frustración por no poder ayudar en alguna situación de demasiada vulnerabilidad?
Si, en muchas ocasiones. Y es lo que me motiva a seguir ayudando en lo que más pueda.
Una frase que te guste:
Si pudiéramos mirar en el corazón del otro, y entender los desafíos a los que cada uno de nosotros se enfrenta a diario, creo que nos trataríamos con más respeto, paciencia y tolerancia.
¿Tienes algún libro o autor favorito?
No tengo uno en particular, pero me gusta leer libros que narran la vida y cultura de diferentes países. Por ejemplo, Pasión India, Cartas desde Dubai, La Bailarina de Auschwitz. Me gusta mucho leer, me relaja y me desconecto un rato. De hecho, tengo una lista interminable de libros que quisiera leer, pero siento que ahorita estoy en una etapa de mi vida que no me da tiempo. Ya después que crezcan un poco más mis hijos me desquitaré haha.
¿Practicas algún deporte?
Me encanta tomar clases de pilates y otras clases del estilo. Las dejé por un tiempo porque se me complicaba ir, pero ya me urge regresar.
¿Tienes algún secreto de belleza o rutina de skincare?
Ningún secreto. Lo que sí es que me pongo bloqueador en la cara a diario y no me duermo sin lavarme la cara. Pero diría que soy simple para este tema. Me maquillo poco y malamente soy floja para ponerme cremas y tener una rutina de skincare.
Finalmente, menciona una cualidad y un defecto
Como defecto, siento que la pandemia se llevó un poco de mi paciencia. De hecho, queríamos 5 hijos, pero después de la pandemia decidimos quedarnos en 4 porque fue toda una aventura tener a 4 chiquitos en la casa sin ir a la escuela y ocupar de tu atención casi 24/7.
Como cualidad considero que soy una persona empática y trato de ponerme en el lugar de los demás conectando con su sentir de acuerdo con su situación
