Por Federico Díaz, presidente de Expo Guadalajara
Esta temporada es de gran importancia para el sector de negocios. Durante los meses de marzo y abril, la mayoría de las cámaras empresariales realizan ratificaciones o cambios en sus consejos de administración.
Todo empresario sabe que los miembros de estos consejos son de vital importancia para que los organismos puedan funcionar de una manera adecuada. Por esta razón, considero que es indispensable reflexionar sobre el compromiso que cada empresario adquiere cuando decide formar parte de una cámara o más aún, presidirla.
Las cámaras empresariales son instituciones con personalidad jurídica, públicas y autónomas cuya labor es promover los intereses de un sector industrial o de servicios. Estas organizaciones están formadas, en gran medida, por colaboradores con puestos honoríficos, es decir, personas cuya motivación no reside en una retribución económica inmediata, sino en la satisfacción de formar parte de un colectivo que se dedique a impulsar y sacar adelante a todo un sector económico regional.
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Con el paso de los años estas instituciones se han convertido en parte muy importante del desarrollo de un estado. Es una manera audaz en la que la iniciativa privada trabaja de la mano con los organismos públicos.
Formar parte de una cámara tiene grandes beneficios para los asociados; es una plataforma ideal para el networking, aprendizaje, acceso constante a capacitaciones e información actualizada de la industria, ingreso a exposiciones y ferias de negocios. Además, y no menos importante, los miembros cuentan con el respaldo de un organismo que tendrá una comunicación continua con el estado para defender sus causas y dialogar sobre sus intereses.
Sin embargo, los beneficios siempre vienen acompañados de responsabilidades, pues al formar parte del consejo de una cámara, los empresarios están decidiendo dejar de lado su papel individual y ejercer el rol de representantes. Por tanto, las decisiones y oportunidades ya no se toman pensando en una empresa, sino en un sector. Este, sin duda alguna, debe de ser uno de los acuerdos que se ratifiquen constantemente en cada toma de protesta.
En un país que cuenta con poca confianza en las instituciones públicas, los empresarios tienen la importante tarea de llevar en alto los cargos representativos que decidan ostentar, la mejor manera de lograrlo es recordando siempre que la actividad más elemental es salvaguardar los intereses de toda una cadena de valor, sin anteponer los propios.
Estas organizaciones son un claro ejemplo de que el empresario en general buscará el bien de su negocio, mientras que los grandes empresarios encuentran la trascendencia en el bienestar colectivo.
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