Lee nuestro especial de The New ABC perteneciente a la edición de marzo: El poder de lo invisible; soft skills en el mundo empresarial.
Especialistas en cultura, talento, economía y finanzas revelan el poder que existe detrás de las habilidades humanas y destacan su importancia dentro del ámbito corporativo
Las competencias organizacionales están estrechamente vinculadas a la cultura organizacional de una empresa y son el medio para alcanzar una estrategia empresarial. La cultura, representada por valores, se traduce en competencias y habilidades que son evaluadas mediante comportamientos, convirtiéndose así en el núcleo esencial de una organización.
En el mundo empresarial, las competencias organizacionales se categorizan en tres grupos principales: funcionales, generales y específicas. Las generales, que también se denominan competencias humanas, son comúnmente conocidas como soft skills; algunos ejemplos son la empatía, la resolución de problemas, la creatividad y la adaptabilidad.
Para Rogelio Segovia González, socio director de THINK TALENT y doctor en Filosofía con acentuación en Estudios de la Cultura, las soft skills son “Las competencias humanas necesarias en los colaboradores, para asegurar que se comporten de manera interna y externa de determinada manera, con el fin de alcanzar la estrategia de negocio de la empresa”.
El especialista destaca que cultivar competencias humanas, más que un beneficio, es una obligación para cumplir con la estrategia de negocio e insiste en recordar que, aunque una empresa sea un negocio, no debemos dejar de reconocer que somos seres humanos trabajando con otros, con todas las implicaciones que eso conlleva.
“En el mundo productivista en que vivimos le hemos dado mayor relevancia a las hard skills, que son las habilidades técnicas. Por eso prefiero dividirlas en técnicas y humanas”, comenta.
Soft skills: Tres competencias claves
Sobre si existen o no algunas soft skills más importantes que otras, Segovia mantiene que no es que haya algunas más necesarias, pues dependerá de la estrategia de negocio, sin embargo, el especialista mantiene que, desde la perspectiva de la necesidad de las personas, hay tres competencias que el foro económico mundial ubica como prioridades:
- Pensamiento abstracto, que se refiere a la capacidad de pensar de forma no literal, simbólica y conceptual, y de establecer conexiones entre ideas y conceptos abstractos.
- Autodesarrollo, que trata sobre la disposición de una persona para adquirir nuevos conocimientos, habilidades y competencias.
- Pensamiento creativo, que va sobre las capacidades de generar ideas nuevas, originales y útiles, así como de abordar los problemas de manera innovadora.
En su ebook, Inclusión y Liderazgo Multicultural, Segovia explora las distintas competencias para gestionar equipos multiculturales y analiza las tendencias empresariales de liderazgo y reclutamiento, lo que lo ha hecho que concluya que se ha valorado de manera inadecuada la importancia real de las competencias organizacionales y su impacto en el éxito de los negocios.
“Hemos olvidado que cada organización requiere de competencias diferentes. Las que son eficientes para Google, no necesariamente son las que mi empresa necesita”, concluye.
Workforce
Dora Valdez, especialista en capital humano y transformación de negocios, y fundadora de la consultoría WeHubble, expone que es mucho más difícil aprender una habilidad humana que una habilidad técnica, o lo que es lo mismo, es más retador aprender a ser empático, por ejemplo, que tomar una capacitación sobre algún tipo de sistema.
Sobre las habilidades que la especialista en talento detecta como imprescindibles en el mundo laboral y dentro de las soft skills, están la comunicación, la confianza y la adaptabilidad; sobre estos temas, menciona que la falta de comunicación es uno de los problemas más importantes del mundo al argumentar que el cerebro no siempre interpreta igual un tema, al contrario, lo interpreta de acuerdo a la mochila que vaya cargando, que sin confianza no hay aliados y que la adaptabilidad es una tendencia nueva que se debe explorar pues brinda herramientas para la trascendencia profesional.
Talento y acción
Valdez plantea que antes de tratar de definir los perfiles profesionales que un negocio requiere, se debe plantear la meta a la que se quiere llegar. Luego, se pueden aterrizar las habilidades humanas que cada perfil debe tener para después buscar el socio adecuado para el puesto.
“Por ejemplo, si yo opero un call center, pues mi negocio va a necesitar socios que den un excelente servicio al cliente, entonces primero definir los perfiles que requiere mi negocio para luego ir a buscarlos”, comenta y agrega que muchas veces el proceso de reclutamiento es al revés, lo que no se alinea con el perfilamiento y la búsqueda adecuada.
En sus más de 20 años de experiencia, Dora Valdez ha detectado que el reto está al momento de intentar mejorar las habilidades humanas dentro de un equipo de trabajo pues menciona que hay veces en las que el socio no quiere desarrollarse por ese lado o simplemente no tiene esa automotivación.
“Esto es como cuando vas y le dices una persona este que deje de fumar, pues no lo va a hacer si la persona no quiere, lo mismo pasa con nosotros, la persona primero tiene que creer para poder ver en verdad un cambio y tenemos que, como empresa, explicarle cuáles son los beneficios que le trae hacer esa mejora, no solamente es porque yo digo, porque así la gente menos va a querer generar un cambio, simplemente es como le va a ayudar, no solamente su vida profesional, también en el ámbito personal”, argumenta.
La especialista agrega que una de las habilidades humanas que se avecina es el league economy, que se refiere a la capacidad de trabajar en múltiples proyectos al mismo tiempo.
“En al menos cinco años, la gente ya no va a trabajar de tiempo completo, sino por proyectos, todo esto gracias a los avances en tecnología, ese cambio requiere un montón de habilidades, entre ellas, la gestión de clientes y de tiempo pues se va a acabar el nine to five job”, concluye.
Mercado en cambio
Francisco J. Orozco, líder regional del Center for Financial Access, Inclusion and Research y profesor del departamento de Contabilidad y Finanzas del Tecnológico de Monterrey, comentó que de acuerdo con el Foro Económico Mundial, la resolución de problemas complejos, el pensamiento analítico e innovador, la inteligencia emocional, la creatividad e iniciativa, la resolución de problemas y la resiliencia, tolerancia al estrés y flexibilidad, entre algunas otras, son las herramientas humanas emergentes que más se desarrollan en México.
Sobre el tema, el financiero argumenta que, por ejemplo, si se espera que el talento esté orientado hacía la productividad, se deben desarrollar las habilidades y conocimientos necesarios en los empleados; si lo que se busca es retener el talento, se debe proponer un ambiente de crecimiento y progreso que derivaran en lealtad y compromiso y si lo que se busca es impulsar la innovación y la creatividad, debe de haber caminos para que el profesionista pueda adaptarse al mercado en constante evolución, lo que de nuevo, se resume en la promoción de las soft skills.
“Yo considero que las tres herramientas más importantes a considerar son: la inteligencia emocional, que se refiere a la manera en la que afrontamos un reto, el liderazgo, que sin duda existe en México una carencia sobre las habilidades humanas que también debe de tener un líder, y el trabajo en equipo, porque es la tendencia en los trabajos híbridos, y debemos estar abiertos a la colaboración”, concluye.
Sin duda, las habilidades humanas pueden proporcionar ventajas frente a la falta de herramientas técnicas y con esto, pueden potencializar el perfil de algún candidato a la hora de la contienda por un puesto de trabajo, por eso, es importante tenerlas en mente, sintetizarlas y priorizarlas en el currículum y mantenerse activo mediante el feedback entre compañeros y mediante el aprendizaje continuo.
