La historia de la democracia es una para los hombres y otra para las mujeres. La política traza, crea y delimita las reglas en beneficio de las y los ciudadanos a quienes representa. Apenas en 1955, las mexicanas acudieron por primera vez a las urnas a emitir su voto y medio siglo después aún hay una disparidad y nos hace preguntar: ¿a quiénes representa?
Para Valeria Guerra la ciudad la hacemos todos, esa consciencia despertó a partir de su formación como abogada; desde joven se interesó en la administración pública y la representación de todos los sectores de la población en la toma de decisiones.
“Lo supe desde que estudiaba carrera, lo vi claramente: siempre me llamó la atención lo que era ‘hacer gobierno’. Siempre he deseado que haya un mundo mucho más balanceado y diverso; que todos los espacios públicos —empresa, gobierno, organizaciones— sean un espejo de lo que es la ciudadanía, ¿qué es la ciudadanía? Hay hombres, mujeres, personas con discapacidad y personas de todo tipo”.
Desde su consultoría, su desempeño en el Cabildo como síndica, en el gabinete como Secretaria de Servicios Públicos y Medio Ambiente, y ahora desde la Secretaría del Ayuntamiento, Valeria se suma a las iniciativas del gobierno e impulsa la inclusión de todas las perspectivas de los habitantes y el consenso para la toma de decisiones.
LA COSA PÚBLICA TAMBIÉN ES COSA DE MUJERES
Amelia Valcárcel define el espacio público como un lugar donde se concreta la cosa pública, que es para todos, en donde se espera que no existan restricciones explícitas de acceso para nadie. A través de estrategias y conocimiento, la Secretaria de Ayuntamiento de San Pedro forma parte de las mujeres que han logrado romper las barreras que nos han mantenido con acceso restringido al espacio público.
Con su consultoría, vida personal y pública, Valeria ha desarrollado claves para generar y plasmar su misión de vida, pero no lo hizo sola: ella busca inspiración en biografías de grandes mujeres que han hecho historia en el mundo de la administración pública y la toma de decisiones en un marco, hasta ahora, dominado por hombres.
“Me gusta saber cuáles son las decisiones que han tomado, cómo lo han enfrentado mujeres influyentes, como Margaret Tacher y Kamala Harris, en esta búsqueda de una nueva manera de hacer política pública: desde la transparencia, con credenciales e interés en dejar una huella en la que todos participen”.
ESCRIBIR, PEDIR AYUDA Y CONFIAR EN LAS FORTALEZAS
En la búsqueda del balance personal y profesional, Valeria Guerra nos comparte tres estrategias: la principal es la claridad mental: “hago mucho trabajo de organización mental, de decidir en qué enfoco mi tiempo, mi energía, qué dejo de hacer; para mí es importantísimo cuidar la energía, porque a veces se te va de pensamiento en pensamiento”. Por ello, nos recomienda escribir: porque “la escritura traza un mapa para alcanzar las metas y da claridad”.
Su segunda estrategia —y quizás ligada a la tercera— es pedir ayuda: “parte de mi filosofía de vida es pedir ayuda a todos, todo el tiempo. Así, con eso, logras la vida que quieres: pidiendo”, dijo. Finalmente, resalta el valor de conocer las fortalezas personales y enfocarse en ello. “A veces se nos va la vida queriendo desarrollar otras habilidades o fortalezas que no tenemos cuando, de natural, podemos ser buenos en algo y aplicarlo a la vida profesional, personal, y se da mucho más fácil todo”.
LA POLÍTICA NOS INCUMBRE A TODOS
Aunque consciente de que el ejercicio de la política en México ha mostrado ser poco transparente, Valeria Guerra lucha por la transformación y confía en el nuevo enfoque, con personas con trayectoria en el sector privado en cargos de administración pública que sepan responder.
“Yo siempre digo ‘la política se va meter contigo’, no es algo ajeno, las decisiones que se toman impactan en la vida de todos […]. Y cuando la ciudadanía se compromete está pendiente de nuestros resultados, nuestro trabajo. San Pedro es una ciudadanía muy exigente para bien y todo el tiempo está pidiendo que se suba la vara en todos los servicios: eso es lo que nos toca responder con un trabajo bien hecho”.
Valeria estudió una licenciatura en Administración Pública por el Tecnológico de Monterrey y dos maestrías: una en Ética y Antropología por el Centro Panamericano de Humanidades, y otra en Administración Pública por la Universidad Francisco de Vitoria.
