Emprender un negocio en el campo de la rehabilitación y fisioterapia en Guadalajara es un reto que Ricardo Silva y Luis Navarro decidieron aceptar. Con la intención de brindar un espacio en el que la rehabilitación fuera accesible y más valorada, hace ocho años Jupi Therapy abrió sus puertas.
Aunque el camino no ha sido sencillo, este par de emprendedores ha forjado un concepto que tiene al sentido y la empatía humana como pilares.
Si bien la licenciatura en Cultura Física y Deportes en la Universidad de Guadalajara hizo que Ricardo y Luis coincidieran, el optimismo por emprender los consolidó como socios de un negocio que progresivamente arropa a más profesionales dispuestos a impulsar a la rehabilitación y la terapia física en la vida cotidiana de Guadalajara.
Ricardo Silva y Luis Navarro, socios- fundadores de Jupi Therapy
Apostar por lo propio
Tanto Luis como Ricardo ejercieron su carrera en diversos ámbitos, desde lo público y lo privado. Conociendo de primera mano cómo se desarrollaba el campo de la fisioterapia y rehabilitación en Guadalajara y cuáles eran las necesidades que los tapatíos buscaban solventar ante una oferta creciente de clínicas, decidieron apostar por un modelo de negocio que fuera accesible en sus costos, pero al mismo tiempo con la capacidad de crecimiento y estabilidad.
“Queríamos una clínica que le diera espacio a más personas para atenderse con servicios de calidad. Apostamos inicialmente con un tema de precio, que ahora ya no es una cuestión de estrategia, es lo que nos ha funcionado. Realmente queremos ser una puerta, porque cada vez hay más necesidad y queremos que más gente se pueda atender”.
Luis señala que en junio de 2015, cuando Jupi dio sus primeros pasos, la competitividad en la ciudad era fuerte ante un auge de clínicas en el poniente de la metrópoli. Como estrategia, ambos optaron por asentarse en Arboledas aprovechando la accesibilidad de la zona y sobre todo que este espacio no contaba aún con más opciones en este servicio.
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Resaltar entre tiros y estirones
Abrir la clínica y recibir progresivamente a sus primeros pacientes era tan solo un paso más. Ambos memoran que más allá del amor a la vocación y cumplir el sueño de tener su emprendimiento, desafíos más mayúsculos se avecinaban. ¿El proyecto sería rentable? ¿Cómo sobresalir ante un mercado cada vez más competitivo?
Así Jupi pasó por varias etapas que llevaron a Luis y Ricardo a sumergirse en lo que implica el camino del emprendimiento. Resolver finanzas, lidiar con préstamos, establecer un equipo de trabajo de planta e incluso tener que descartar convenios que no favorecían a la estabilidad del proyecto.
“Nuestra carrera, nuestra profesión, como muchas otras, está poco valorada. Si nosotros queríamos tener un crecimiento personal, el camino que teníamos era este. Así estuvimos luchando y luchando. Yo me siento satisfecho y muy orgulloso, porque el principal desafío era apostar. Tienes esas preguntas, si sería posible, pero lo logramos”, apunta Luis Navarro, quien hoy lleva la dirección de la clínica.
Escuchar a los expertos
Hoy Jupi se integra por 3 médicos especialistas colaboradores y 6 fisioterapeutas que brindan servicio en Guadalajara tanto en la clínica como a domicilio. Ricardo, quien lleva la batuta de las terapias, hace hincapié en lo que para él significó apostar todo por el sueño que siempre tuvo: tener a la fisioterapia como base de vida.
“Si quieres trascender, tienes que asumir el reto para alcanzar tus metas. Somos emprendedores, aspiramos a más y esto te conlleva años. Tienes que emprender si quieres trascender”.
Esto también los animó a probar suerte en el Premio Emprendedor, iniciativa de Coparmex Jalisco que impulsa a emprendedores. Jupi participó, y aunque pasó la primera ronda, este ejercicio permitió a Luis y Ricardo tener un diagnóstico de su proyecto y que tan maduro estaba para escalar a otro nivel.
“En esa etapa no estábamos tan bien. Teníamos muy claro dónde estábamos parados y llegamos con mucha seguridad. Sentí que no era el momento, pero nos dieron sugerencias que se me quedaron grabadas”.
Con las recomendaciones en mano que permitieron a Jupi reajustar aspectos en su proyecto, hoy la clínica tiene un potencial de crecimiento.
“Elegimos el camino difícil, a contracorriente, pero todo este camino de sacrificios al final se traducen en satisfacciones. Ahora ya tenemos una plataforma con la que no nos preocupamos si vamos a llegar a fin de mes o si vamos a quebrar. Estamos en una etapa en la que proyectamos crecimiento, disfrutando un poco más”.