Para celebrar su sexta gran exposición alrededor del mundo, Patek Philippe ha elegido uno de sus mercados insignia: Japón.
La exposición iniciada el 10 de junio, permanecerá abierta al público hasta el 25 de junio del presente año, para compartir el universo de la última manufactura ginebrina independiente en manos de una familia gracias a un montaje de 2 mil 500 m2 que recrea el ambiente de las calles de Ginebra y de las orillas del lago, así como al backstage de Patek Philippe.
Esta exposición, la más importante jamás organizada por la empresa, se acompaña del lanzamiento de seis ediciones limitadas, así como de una rica colección de piezas de Alta Artesanía.
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Patek Philippe en los ojos del mundo
Con esta exposición, siendo insignia y heredera de la gran tradición ginebrina, Patek Philippe comparte su pasión por la alta relojería.
Durante los años 1970-1980, en plena crisis del cuarzo, la Manufactura desempeñó un papel primordial en el resurgimiento del reloj mecánico gracias a la celebración de exposiciones itinerantes como La main créatrice y La montre oeuvre d’art.
Hace once años, Patek Philippe prosiguió su impulso lanzando un nuevo concepto de grandes exposiciones públicas y gratuitas destinadas a dar a conocer mejor sus creaciones, su legado, su filosofía y su saber hacer.
A lo largo de las últimas cinco ediciones, estos eventos han ido cobrando cada vez una mayor importancia, atrayendo a un total de 165 mil visitantes. Después de Dubái en 2012, Múnich en 2013, Londres en 2015, Nueva York en 2017 y Singapur en 2019, Patek Philippe ha elegido Tokio para su sexta gran exposición.
Japón representa un mercado histórico muy importante para la marca –un mercado de conocedores y amantes de la alta artesanía que saben apreciar toda la excelencia técnica y la mano de obra minuciosa que conlleva la creación de un reloj. Pertenecientes a una cultura en la que conviven tradición y espíritu de vanguardia, los clientes japoneses están perfectamente capacitados para comprender la «tradición innovadora» que guía a Patek Philippe desde 1839.
Un marco de excepción
La gran exposición “Watch Art” Tokio 2023 se celebra, al igual que las exposiciones precedentes, en un lugar emblemático de la ciudad que la acoge. Se trata del Sumitomo Sakaku Hiroba, un espacio ubicado en el centro del distrito de rascacielos de Nishi-Shinjuku, una zona muy animada a dos pasos de Shinjuku Station, la estación más frecuentada de Japón con cerca de 3,5 millones de pasajeros al día.
Inaugurado en 2020, el Sankaku Hiroba (plaza triangular), situado a los pies del rascacielos triangular Shinjuku Sumitomo, se presenta como una amplia nave de cerca de 3 mil 200 m2 coronada por un gigantesco ventanal de una sola pieza que culmina a 25 metros de altura, sin pilares interiores.
Dentro de ese espacio bañado de luz natural, Patek Philippe ha creado un montaje de 2 mil 500 m2 – el más grande que se haya construido nunca para una gran exposición ‒ que evoca las calles de Ginebra y las orillas del lago, inclusive el famoso Reloj de Flores. Dividida en varios espacios temáticos, la exposición permite a los visitantes viajar por el universo de Patek Philippe para descubrir los emplazamientos ginebrinos más destacados de la marca – la sede histórica de la rue du Rhône, la Manufactura de Plan-les-Ouates y el Museo Patek Philippe ‒, recorriendo así, como por arte de magia, los cerca de 10 mil kilómetros que separan Ginebra de Tokio.
Toda la colección permanente y la colección de Alta Artesanía
La gran exposición “Watch Art” Tokio 2023 reúne más de 500 relojes y objetos que ilustran la vasta experiencia y saber hacer de la Manufactura. Los visitantes pueden admirar así la totalidad de la colección permanente de la Manufactura, con su amplio abanico de familias y modelos para hombre y mujer que abarcan todos los segmentos de la relojería ‒ desde los iconos de estilo a los mecanismos más sofisticados.
Los oficios de Alta Artesanía (entre ellos la pintura en miniatura sobre esmalte, el esmalte cloisonné, el grabado a mano, la micromarquetería en madera, el guilloché manual y el engaste), cuidadosamente preservados por Patek Philippe, ocupan un lugar de honor en la exposición, gracias a su amplia paleta de 40 piezas únicas y series limitadas (relojes de sobremesa Dôme, relojes de mesa, relojes de bolsillo y relojes de pulsera) inspiradas en la cultura japonesa, su riquísimo repertorio artístico y sus técnicas ancestrales, y a sus demostraciones artesanales realizadas ante los ojos de los visitantes.
Piezas emblemáticas del Museo Patek Philippe
La exposición presenta igualmente una selección de cerca de 190 modelos propiedad del Museo Patek Philippe de Ginebra, que han viajado excepcionalmente al evento de Tokio.
Entre las piezas de la «colección antigua» (s. XVI-principios del s. XIX) figuran algunos de los relojes más antiguos del mundo, así como numerosas obras maestras técnicas y estéticas que ilustran toda la historia de la relojería.
Entre los relojes de la colección Patek Philippe, que describen el rico legado de la Manufactura, se encuentra el primer reloj de pulsera con calendario perpetuo conocido, lanzado por Patek Philippe en 1925 (Nº P-72), el reloj de pulsera Hora Universal referencia 1415 HU de 1948 (Nº P-1026) y un reloj de bolsillo con repetición de minutos y 30 días de reserva de marcha de 1918 que perteneció a James Ward Packard (Nº P-1703).
Un nuevo espacio bautizado con el nombre de «Propietarios históricos» permite admirar, entre otros, un reloj colgante presentado a la reina Victoria durante la Gran Exposición de Londres en 1851 (Nº P-24), así como otros relojes que pertenecieron a personajes ilustres.