¿Cuál es la historia del famoso Oktober Fest? En 1810 se realizó una boda real en Munich, capital del reino de Bavaria. Se trataba de la unión entre el príncipe heredero Ludwig (que con el paso del tiempo sería el rey Ludwig I) y la princesa Therese (Teresa) de Saxe-Hildburghauseny. Este enlace real, que se llevó a cabo el 12 de octubre de ese año, contó con cinco días de festejos a los que acudieron los habitantes de esta ciudad.
Durante la ceremonia, celebrada en el centro de Munich, los miembros de la familia real fueron homenajeados con poemas y flores que los niños ofrecían, vestidos en trajes típicos bávaros. Otro regalo que recibió la novia fue que el sitio en el que se realizaron las festividades se llamó Theresens Wiese, es decir, Prado –o Jardín– de Teresa.
El broche de oro de la celebración fue una carrera de caballos celebrada a las afueras de Munich, misma competencia que se repetiría al año siguiente. Es en este momento cuando recibe el nombre de OktoberFest (festivales de octubre), y es considerado el germen de lo que con el tiempo se conocería como la feria folclórica más grande del mundo, ya que, año con año recibe año entre 5 y 7 millones de visitantes durante sus 18 días de duración.
A medida que avanzaba el tiempo, a los organizadores les fue resultando pertinente agregar más atractivos. Así, en 1811, a la carrera de caballos se incorporó un festival agrícola, cuyo principal objetivo era promover los cultivos de la región de Bavaria, junto con la bebida tradicional de la ciudad: la cerveza.
TE RECOMENDAMOS: El Festival de la Cerveza 2023 alista 3 días de catas, música y sabor en la Pradera del Estadio AKRON
Litros de cerveza por las esquinas: tradición con historia en Oktober Fest
Uno de los atractivos que existían alrededor de las carreras de caballos eran los pequeños puestos que ofrecían a los visitantes cerveza, la bebida tradicional de Munich. A medida que estas actividades, junto con la feria agrícola, se iban popularizando y atraían más gente, los recintos o tiendas evolucionaron, gracias al apoyo y visión de los hosteleros y cerveceros muniqueses, en grandes castillos que reunían bajo sus techos a más gente que comía y bebía las delicias bávaras. Así empezaron los grandes tarros rebosantes de espuma a trascender las fronteras de Alemania para ser demandados por todo el mundo.
Como feria manejada por la municipalidad de Munich, hay ciertas reglas que se deben cumplir, y una de ellas tiene que ver, precisamente, con las cervezas que se pueden vender durante esta feria folclórica.
El mercado es muy competido y sólo marcas aprobadas se pueden consumir en los puestos que conforman el evneto. Así, encontramos cervecerías como Augustinerbrauerei, Hacker-Pschorrbrauerei, Löwenbräu, Paulanerbrauerei, Spatenbrauerei y Staatliches Hofbräuhaus, las cuales cumplen con la Ley de Pureza de Munich, que data de 1487, y la Ley de Pureza Alemana, que data de 1906.
Esto garantiza que la cerveza que se consume en el Oktober Fest sea la mejor y más tradicional.
Del carrusel a las atracciones
Si hablamos de feria, no podemos olvidar las atracciones que ofrecen diversión para chicos y grandes. El carrusel, la montaña rusa, los puestos de curiosidades, entre otras. Pero esto no fue así desde un principio. Todo arrancó en 1818, con la llegada de un carrusel, de inmediato bien recibido por los asistentes. También se incorporaron dos columpios, lo que brindó el toque de diversión que requerían los niños, quienes no podían disfrutar de los puestos de bebida como lo hacen los adultos.
En la década de 1880 se sentaron las bases de lo que es ahora el área de atracciones, un cúmulo de diversión en la que los shows y los juegos mecánicos se han convertido en un imán para los visitantes.
Contra viento y marea
A pesar de la popularidad con la que cuenta el Oktober Fest, no ha podido librarse de algunos problemas que arrastra desde tiempos aciagos: durante sus 213 años de historia, 26 ediciones no se han realizado.
Esta ausencia de festival se debe a diversas situaciones, como guerras, epidemias o crisis económicas. Ejemplo de ello es la alta inflación que se presentó en 1923 y 1924, lo que motivó la cancelación del evento. Las epidemias de cólera de 1854 y 1875 también fueron motivo de cancelación, así como la pandemia de COVID-19, que causó el par de ausencias más recientes, en 2020 y 2021.
En 2023, el Oktober Fest promete regresar a esas viejas glorias, convertirse en el referente mundial de la cultura bávara en el mundo y mantenerse como el festival folclórico más grande del planeta. No en balde la historia lo avala como tal.
Con información de oktoberfest.de
Números
La edición 2022 de este festival arrojó las siguientes cifras
- Área total: 42 hectáreas
- Puestos: 551
- 238 de venta
- 167 de atracciones
- 146 de alimentos
- Empleos: 8000 permanentes y 5000 temporales
- Asientos en las áreas de comida: 120 mil
- Precio de la cerveza: 12.60-13.80 euros (entre 238 y 260 pesos, aproximadamente)