Este mes toca hablar de emprendimiento. Un tema caliente, del que todos hablan pero pocos logran materializar. He estado en foros y reuniones, conviviendo de cerca con el ecosistema emprendedor. He sido mentor Endeavor, formo parte del consejo Enlace, el programa del Tec de Monterrey, y lo confirmo: la comezón por encontrar la idea millonaria vive con fuerza en el corazón de las nuevas generaciones.
Muy al estilo de Javi Noble en “Nosotros los Nobles”, pareciera que tener “la idea” lo es todo. Pero siento decir que no: una idea que no se ejecuta es solo un pensamiento bonito y fugaz. Como jurado en diferentes competencias de emprendimiento, he visto que muchos creen que no estar en estos eventos es perderse la oportunidad de “ser descubiertos”.
Pero no se trata de que te descubran. Se trata de que tú descubras. Y eso pasa cuando estás cerca de los problemas reales, donde suceden las cosas: la calle. Ahí donde la gente habla, batalla, se queja y propone. Ahí están las oportunidades. Esa es la primera parte.
La segunda, la que casi nadie hace: ejecutar. En pequeño, si quieres. Pero ejecutar. Y en este afán por descubrir, hablemos de: segmentos desatendidos.
Muchos se desbordan intentando venderle a los grupos de moda —los Gen Z, los Centennials— o a las mamás de México, como si nadie más les hablara. ¡Por favor! ¿No somos capaces de mirar más allá y profundizar para identificar grupos desatendidos?
Mientras circulaba por el tráfico de esta Ciudad, vi un billboard que llamó mi atención. Un proyecto dirigido a un público diferente, con una oportunidad booming para quien quiera emprender: Silver Economy
La Silver Economy —o economía plateada— productos y servicios destinados a satisfacer necesidades de personas mayores de 50 años. El concepto nació en Japón en los años 70 (País con mayor proporción de adultos mayores del mundo). Y no, no estamos hablando solo de asilos y bastones.
Hace no mucho, llegar a cierta edad era casi sinónimo de dejarse morir. Seguramente, si le pido a un niño que dibuje a una persona de 56 años, probablemente la represente como un abuelo. Pero esa es la edad que acaba de cumplir Jennifer Aniston, y más de una envidiaría su figura espectacular. Las reglas cambiaron: la esperanza de vida aumentó, los estilos de vida son más activos, la gente se cuida más. Hay menos matrimonios, menos hijos, hijos migrando al mundo… y, por lo tanto, más tiempo y dinero disponible.
Entonces, ¿por qué no hay más pasando aquí? Fernanda Sottil fue premiada por “Emma”, una startup que conectaba adultos mayores con cuidadores afines a sus intereses y hobbies. Una idea adelantada a su tiempo… que desafortunadamente se frenó.
Casos como el del espectacular que mencioné antes demuestran cómo se pueden captar oportunidades reales. Este proyecto es Villa Plata, un desarrollo de residencias para adultos mayores, pero —como ellos mismos aclaran— no es un asilo. Es un espacio diseñado para simplificar la vida de sus clientes: personas que desean vivir sin preocuparse por el mantenimiento de su hogar o el pago de servicios. Y, más allá de eso, un espacio para convivir.
O Skechers. Valuada en 9 mil 400 millones de dólares, es la tercera marca de tenis más grande del mundo (después de Nike y Adidas). ¿Su clave? Hablarle a quienes los demás ignoraron. De ahí sus colaboraciones con Martha Stewart, Snoop Dogg, Tony Romo… No para vender rendimiento deportivo, sino comodidad para esa etapa de vida.
“The Wall Street Journal” reportó recientemente que para 2030, en Estados Unidos habrá casi 19 millones de personas mayores de 80 años (hoy son solo 4 millones). ¿Qué significa eso? Más demanda por bienestar, tecnología asistida, experiencias, salud, educación, entretenimiento y vida activa.
Esta semana lo confirmé en una mentoría con Gustavo Rodríguez, fundador de NutriADN. Él usa genética para detectar predisposiciones a enfermedades y —sí, lo leíste bien— revertir el envejecimiento. Entendió algo simple y brutalmente claro: la gente quiere vivir más y vivir mejor.
Entonces…
Marcador final:
10 marcas hablando a los Gen Z con poco presupuesto.
0 marcas hablándole a los que traen la cartera llena.
“La manera de empezar es dejar de hablar y empezar a hacer.” – Walt Disney
Por: Edgardo López Huerta / edgardo@mishtech