Edna Monroy llegó a la Ciudad de México dispuesta a conquistar el sueño de ser conductora y dedicarse a los medios de comunicación. A sus 25 años salió de Torreón con mucha determinación y se dispuso a enfrentar este gran reto, completamente segura de que lo lograría. Comenzó a abrirse camino y uno de sus primeros trabajos fue en Cadena Tres, donde tuvo la oportunidad de aprender de grandes personajes como Francisco Zea y Pedro Ferriz de Con.
“Estos maestros me fueron guiando y fueron mi escuela. De ahí fui pasando por varias televisoras hasta que hace poco se me dio la oportunidad en Televisa. Yo soy mucho de vibras y en ese momento pensé que debía tomar el cambio y considero que hice bien. Llegar a Televisa es diferente, es enorme, es salir de tu zona de confort, por eso ahora sigo ahí, aprendiendo todos los días y haciéndome más fuerte”.
La lagunera buscó la forma de fusionar sus actividades en Televisa con su gusto por el ejercicio y un estilo de vida sana, los cuales le fueron inculcados por su familia desde muy niña. Antes de llegar a México comenzó a practicar yoga con la finalidad de tener más elasticidad, porque disfrutaba de escalar. Fue tanto su interés que tomó la decisión de certificarse y especializarse en esta área, una acción que más tarde le ayudaría a lograr su objetivo de combinar sus tareas.
“Decidí certificarme porque había muchas preguntas y vacíos en mi vida y estaba a la mitad de un cambio. Tuve un accidente escalando y me fisuré la tibia y me esguincé el tobillo, entonces vi que era momento de pausar y reflexionar acerca de qué quería. El yoga fue lo que más me hacía bien en ese momento en mi vida y decidí empezar a dar clases. Hasta ahorita llevo 700 horas entre clases, prácticas, cursos y me sigo capacitando”.
A través de su programa Ponte Fit pudo realizar estas dos actividades que tanto le apasionan, pues esto le permite compartir clases con sus espectadores a través de la televisión. Así fue posicionando su marca personal: la gente comenzó a identificarse con ella y seguirla, creer en lo que comparte y a pedirle consejos y ejercicios.
“Me parece que no ha sido tan difícil para mí crear esta marca, se ha dado orgánicamente. No estoy buscando tener miles de seguidores, sino poder influenciar a esas pocas personas de manera positiva. Leer los mensajes de mis seguidores es una gran satisfacción, sobre todocuando me platican que comenzaron a hacer ejercicio por mí. Eso es lo que más me llena y es mi visión de vida: cambiar la mentalidad de la gente y que ellos sepan que se puede”.
Ponte Fit es un programa muy completo, a pesar de que existen diferentes contenidos similares a este, a lo largo de un año y medio que tiene al aire se ha podido consolidar y conquistar al público. Además, Edna le impregna a cada minuto su toque personal, lo que la ha llevado a generar nuevas ideas que siguen manteniendo el gusto de los espectadores.
“Fuimos el primer programa de fitness, ahorita la gente ya voltea a verlos y a ser consciente de su cuerpo. Me da gusto que existan más programas como este porque eso significa que la gente se está preocupando por este tema y nosotros notamos que si podemos motivarlos; eso es increíble”.
Ahora el rumbo de Edna cambiará un poco: Sus planes de crear una familia la llevarán a modificar un poco el concepto de su programa, enfocándose en el tema Mamá Fitness y ampliando su público.
“Tengo que parar algunas cosas, pero Ponte Fit seguirá bajo un concepto de mamá fit. Empiezo también mi blog, el cual está en rediseño y estoy creando mi set en casa para trabajar desde ahí. Además tengo en puerta el proyecto de un gimnasio de box con yoga, llamado ZUDA, el cual arrancará en julio”.