Miguel Ángel Ramírez es diseñador y fundador de Octágono. Gracias a su talento y dedicación ha logrado que su marca se posicione como una de las favoritas en el gusto del público en todo México. Utiliza materiales nacionales y sus diseños se han vuelto inconfundibles.
También encabeza Octágono Workshop, un espacio en Casa Rosa Luis Barragán que ha funcionado como punto de encuentro para mentes creativas del diseño tapatío.
Logró transformar la pandemia en una gran oportunidad para consolidarse y seguir creciendo. Platicamos con “Mike”, como también es conocido, para que nos contara sobre esta historia de éxito.
¿Podrías contarme un poco de tu historia de vida? (Dónde naciste, cómo era tu entorno, cómo fue que llegaste a Guadalajara y cuál fue tu camino hacia emprender tu marca, los retos más grandes a los que te has enfrentado).
Nací en CDMX, pero desde muy pequeño me mudé a los altos de Jalisco al pueblo de mis abuelos: Jesús María, Jalisco; mi entorno siempre fue muy creativo, mi abuelo fue el primer fotógrafo del pueblo y de cierta manera creo que el gen creativo viene de mi familia. Me mudé a Guadalajara en el 2011 para estudiar la carrera de Diseño y producción de modas. A partir de ahí experimenté mi creatividad con diferentes estilos, buscando qué era lo que más me gustaba hacer y explorando el mercado con el que me entendía mejor.
Uno de los principales retos ha sido encontrar a mi equipo de trabajo, personas que tengan química con el proyecto y que trabajen con la calidad que se requiere. También combatir el miedo al fracaso y animarme a apostarle todo mi tiempo y esfuerzo a este emprendimiento, sabiendo que es un mercado difícil y que cuesta mucho posicionarse en el gusto del público. No ha sido fácil pero he sido muy afortunado y el proyecto sigue creciendo.
¿Cómo empezaste el proyecto de Octágono y cuál es la esencia de la marca?, ¿Qué crees que ha sido lo más importante para meterte en el gusto del público?
Octágono como marca surge desde mi proyecto de tesis de la Universidad; en ese entonces era algo diferente a lo que es ahora; principalmente buscaba crear productos muy atractivos y comerciales, pero con un gran valor en cuanto a calidad, concepto y autenticidad. La diferencia es que cuando empecé apenas estaba explorando mi mercado, y comencé en un nicho muy diferente a mi nicho actual, pero siempre he mantenido los mismos valores y atractivos en mis productos.
La esencia de Octágono es la proyección de un niño (yo) que se emociona con las formas y los colores, con las texturas y el afán de seguir creciendo y explorando la vida. En el camino me he reinventado constantemente y también he madurado.
Lo más importante en cualquier proyecto es ser muy fiel a ti y a lo que estás ofreciendo. La gente puede notar cuando un proyecto lleva consigo un proceso detrás y no solo es un producto genérico; mis clientes quieren consumir una experiencia donde se identifiquen estética y emocionalmente, eso me ha ayudado a tener buena respuesta y a que Octágono esté en constante crecimiento.
¿Cuál es el proceso que llevas para la confección de las prendas? ¿Podrías contarme sobre los materiales que usas la máquina nueva que compraste, los temas que te parecen más importantes al momento de diseñar tus colecciones?
Antes de crear cualquier producto o crear una colección, investigó sobre las materias primas disponibles en la región, eso me ahorra tiempo, costos y me da la pauta para comenzar a diseñar; a partir de ahí desarrolló un prototipo para ver las bondades del material, su comportamiento y valorar si cubre los estándares de calidad antes de iniciar con la producción. Después decido cuántas piezas voy a producir de cada prototipo, basado generalmente en el comportamiento histórico de mis clientes y a veces cuando es un producto totalmente diferente, me dejo llevar por la emoción. Finalmente viene la parte de promoción, venta y postventa, donde mantengo mucha comunicación con mis clientes.
Cada vez que diseño una línea de productos nuevos procuro adquirir el equipo que me garantice una producción eficiente y de calidad. La nueva máquina es un equipo especializado para la factura de bolsas.
En mi proceso de diseño lo más importante es lograr desapegarme de las tareas operativas para enfocarme en bajar las ideas y estar creando bocetos constantemente.
En relación a Studio Octágono
¿cómo funciona?, ¿cuándo nació este proyecto?, ¿qué es lo que más te gusta de lo que has podido lograr con esta iniciativa?
Studio Octágono nace en septiembre del 2021. Es un espacio donde impartimos workshops creativos, principalmente enfocados a la creación de prendas de vestir. En un taller muy casual y práctico que puede durar de 1 a 3 días. Y al finalizar logras llevar una prenda a tu casa, construida por ti mismo.
Me encanta compartir nuestras experiencias, ayudar a que mis clientes exploren su potencial creativo y por supuesto que crecemos constantemente la comunidad de Octágono.
La pandemia para ti resultó en una gran oportunidad para seguir creciendo, ¿podrías contarme cómo fue este proceso para ti?
Fue una locura, no esperé tan buena respuesta a Octágono, al contrario, me esperaba una crisis. Creo que en general la pandemia fue muy favorable para el comercio en línea; a pesar de tanta incertidumbre la gente comenzó a darse auto regalos para mantener un poco la cordura. Me identifico porque yo también lo hacía. En particular algo muy positivo que noté es que si bien algunos afortunados nos pudimos apoyar en el consumo, si identifiqué muchos comentarios en redes sociales sobre tratar de consumir productos nacionales, lo que creo que ayudó a muchos negocios locales a sobrevivir e incluso a proyectarnos aún más.
¿Qué consejo podrías darle a alguien que tiene una idea y que va empezando con su emprendimiento?
Mi primordial consejo es que realmente te apasione el proyecto que quieras emprender, eso hará que las caídas sean menos dolorosas y que te animes a levantarte con más fuerza para seguir avanzando.
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Síguelo
Miguel Ángel Ramírez
Fashion Designer & Creative Director en @OCTAGONOMX
@STUDIOCTAGONO
WORKSHOPS
Studio Casa Rosa Luis Barragán
octagonomx.com