Lucía Olivares comenzó a escribir desde muy pequeña, pues recuerda que, durante el recreo, cantaba con sus amigas las canciones que inventaba, pero no fue hasta la preparatoria cuando se dio cuenta que tenía un gran talento para escribir.
Durante su adolescencia, la joven poeta pasó por cambios difíciles en su vida, así que se refugió entre las letras de los libros para tiempo después, escribir su propia obra.
“Yo siempre he escrito como me siento, siempre me ha gustado escribir cartas, historias, canciones, poemas, pero de una forma muy empírica, entonces al empezar a leer, me di a la tarea de aprender a hacerlo mejor”, dijo.
Al salir de la preparatoria, el sueño de Lucía era estudiar Literatura, ya que estaba convencida de que esta misma disciplina le salvó de un momento de crisis y tristeza, creando un vínculo muy fuerte con ella.
“Yo quería estudiar Literatura y Letras, pero no me pude ir y fue cuando tomé la decisión de estudiar Ciencias de la Comunicación, pero siempre estuve muy firme en que yo quería escribir y nunca perdí el foco”, comentó.
Lucía comenzó a prepararse con diversos talleres que la ayudaron a perfeccionar su estilo literario hasta que se sintió preparada para escribir su primer libro, “Señora Bruja”.
‘Señora bruja’
El libro narra la historia de una joven ingenua llamado Sofía, que quiere escribir sobre el amor sin siquiera haberlo experimentado, es por esta razón que intentar enamorarse a toda costa, pasando por desencantos y decepciones.
Finalmente, el amor toca a su puerta y contrae matrimonio con un hombre de estatus alto, pero al entrar a ese mundo descubre que las mujeres no reciben el valor y el amor que se merecen.
“Señora bruja” es una crítica a las parejas que se casan para elevar su estatus social, al tener una pareja estable, hijos, un buen trabajo, un hogar, todo lo que muchos soñarían.
La obra, publicada en noviembre de 2017, está inspirada en las vivencias de Lucía y los golpes de realidad por los que ha tenido que pasar para dejar de ser inocente.
El libro está dividido por tres colores que son: el rosa, de la inocencia; el rojo, que es el amor y la pasión; así como el morado, que son los desencuentros, la realidad y el golpe.
¿Qué es lo que más te gusta de escribir?
“Lo que más me gusta de escribir es la sensación de alivio que me genera. Siento que al escribir nos proyectamos mucho y que también es una forma de sanarte.
A mí escribir me libera, me ayuda a entenderme, a entender los procesos por los que voy pasando, me gusta compartir una emoción y que realmente te des cuenta cuando la compartes y el otro la recibe, que eso que tú sientes, otras personas lo han sentido”.
¿Qué te inspira?
“Me inspira mucho lo que veo, la realidad que ya he visto, en general me refiero al entorno social, pienso que eso es completamente el tema. Los artículos que he escrito siempre van vinculados a eso.
A veces me pongo a pensar en tantas situaciones que puede haber detrás de un señor que está sentado en la calle, de una chava que está platicando con una amiga, o sea, eso es mi inspiración, es todo lo que veo”.
¿Crees que la literatura es terapéutica?
“Sí, de hecho, es como uno de mis principales enfoques, creo que tal cual el arte tiene muchas técnicas en las cual puedes explorar como por arteterapia, que a final de cuentas es una creación tuya, de tu ser y de tus sentidos, donde por lo general sí utilizas la cabeza, lo razonas, lo racionalizas, pero al escribir estás sacando realmente lo que llevas dentro.
Solamente el autor conoce el significado real de su obra porque él se está vaciando, yo así veo la literatura, así veo el proceso de escribir que es el vaciarte de emociones. Por ejemplo, he notado en “Señora bruja” que todos los personajes son un poquito de mí y un poquito de todas las personas que conozco, a final de cuentas, sí terminas representándote, sí te ayuda a liberarte”.
¿Cuáles han sido tus mayores retos?
“Atreverme a publicar “Señora Bruja” y colaborar para la transcripción de 100 entrevistas que serían publicadas en el libro “Entre Laguneros”, ya que implicó mucho trabajo y muchas horas”.
¿Cuáles han sido tus mayores logros?
“Ganar el premio de cultura Daniel Espinoza por mi libro publicado y por mi trayectoria como escritora. Terminar mi maestría en Desarrollo Humano y leer mi cuento “Lola y la Esperanza”, frente a varias personalidades en la casa de Adela Solorio”.
¿Cuáles son tus metas?
“Me gustaría seguir trabajando en otro libro, en otra novela y me gustaría poder encontrar una editorial que quisiera publicarlo y seguir con la distribución. Ya tengo muy orientada y avanzada la historia, también me gustaría acercar la herramienta de la escritura terapéutica a más personas, ya he dado talleres, pero quisiera también que fuera más periódico”.
