“Ya van a ser 8 años dedicada de lleno a esta actividad y soy feliz en hacer lo que más me apasiona, amo leer libros de repostería y cocina, estudiar nuevas tendencias, aprender novedosos diseños y básicamente todo lo que se pueda con el objetivo de seguir cultivándome en esta profesión”
Casa Bon Bon se ha colocado en poco tiempo en un referente obligado para todos aquellos quienes desean celebrar, festejar o conmemorar algún evento especial, y es que en nuestra cultura, “hacer una fiesta” sin comida, ni postre, difícilmente entra dentro de los estándares de lo común.
Ubicada en la Saltillo 400, esta repostería ha estado presente con sus delicias en muchísimos eventos sociales, logrando ser el centro de atención por su sabor y originalidad en diseño.
Es por eso que tuvimos el gusto de platicar con su creadora, la chef repostera Susana Aguirre González, quien nos abrió amablemente las puertas de su establecimiento para contarnos sobre el reto que ha significado el negocio de la repostería en una región que cuenta, dicho sea de paso, con grandes pastelerías en su currículum.
El sueño de un negocio propio combinado con el amor a la cocina, la llevó a dedicarse de lleno a esta actividad para la cual estudió, y es que nuestra invitada cuenta con un diplomado en el Centro de Enseñanza Culinaria de Coahuila, además de algunos otros diplomas que ha adquirido a través de cursos en las ciudades de Monterrey y CDMX.
El gusto por la cocina nace de su mamá y su abuela, quienes también eran apasionadas de la actividad gastronómica, sin embargo menciona que siempre quiso enfocarse en la elaboración de postres, los cuales considera la estrella de cualquier celebración.
Y es que después de tanto tiempo, dedicación y esfuerzo para juntarle al “cochinito” logró abrir Casa Bon Bon, un lugar del que, se nota cuando lo dice, está completamente enamorada.
Como niña en cuento de hadas, cada que ve su local se enamora más y más, y no la culpamos, con diseño de Design by Eri y construcción por Enrique Beltrán, el lugar luce más impecable que nunca, viste sus mejores galas y hace brillar a cada uno de los postres que se exhiben actualmente.
Al negocio es en ocasiones acompañada por Paulina, su hija y responsable de gran parte de su inspiración, con quien comenzó a trabajar las mesas de postres en su bautizo, algunos años atrás. “Disfruto verla feliz con mis creaciones, así como a mi familia y a mi esposo Leobardo, quienes son muy importantes para mí gracias a todo el apoyo que me han brindado desde el primer momento”, menciona.
Una de las claves del éxito ha sido la diversidad de negocio que ha encontrado aquí, y es que no solamente está a cargo de una pastelería, que no es tradicional, sino que ha logrado innovar en eventos sociales ofreciendo mesas de postres, mesas saladas, mesas de quesos, paredes de donas y hasta carritos de snacks con fruta, papas o gomas.
Además del tema del sabor, Susy está al frente de los diseños, los cuales no han pasado desapercibidos por la socialité lagunera quienes han visto en estas creaciones una divertida forma de celebrar sus reuniones.
Resalta, por último, que uno de los trabajos que más orgullo le han causado es el pastel de bodas de su hermano, el cual hizo con el mismo compromiso de siempre, pero añadiéndole ese valor sentimental tan importante para ella y sus seres queridos.
Finalmente anima a todos los emprendedores a no quitar el dedo del renglón, que persigan sus sueños y que no escuchen lo que los demás digan, añade que el sol sale para todos de alguna forma y espera que cada vez más jóvenes se enfoquen en su profesión y desarrollen empresas de calidad en beneficio de nuestra región.
Personalmente, añade, espera pronto poder expandirse dentro de la región y tener la oportunidad de llevar Casa Bon Bon a otras ciudades dentro de la república mexicana.
