La magia empieza a las 7:00 am, con un equipo de 8 personas y nosotras, que siempre estamos al pendiente de todo hasta las 8:00 pm, buscando las mejores tendencias y conociendo los antojos de nuestros clientes.
Todas hacemos de todo, pero cada una se encarga de tareas específicas: Marcela se enfoca en la difusión en redes sociales, al principio nos encontrábamos en un lugar que no era muy conocido, tuvimos que movernos mucho subiendo fotos para que la gente nos ubicara. Ana Gaby es la encargada de clientes, restaurantes y pedidos. La principal función de Tere es mantener la cocina en orden y que la producción salga bien.
Con una infancia llena de recuerdos relacionados a la gastronomía, las hermanas Tere, Ana Gaby y Marcela Alanís tuvieron la inquietud de abrir un negocio en sociedad. El ejemplo que su padre les inculcó de unión familiar y la mezcla de trabajo y fraternidad, fue un factor determinante que las motivó a emprender.
Fue en el 2014 cuando surgió la idea de Montacometa. Tere se graduó de Estudios Humanísticos y Sociales, posteriormente estudió repostería en España durante un año y medio, al regresar trabajó en Grupo Pangea; por su parte, Ana Gaby es Licenciada en Derecho y trabajó en un despacho; mientras que Marcela recién concluía sus estudios de la Licenciatura de Diseño Gráfico.
Nacho Cadena las apoyó con el branding y comenzaron en el departamento de Tere, donde se establecieron de manera temporal por dos meses mientras estaba listo su local en Tampiquito. Tras un poco más de un año de éxitos, decidieron reinstalarse en su establecimiento actual en Río Manzanares en la colonia Del Valle.
¿Qué significa Montacometa?
Se inspira en la historia de El Principito. Tiene como prioridad impresionar y asombrar a las personas con detalles cotidianos que los hagan recordar buenos momentos de la vida. Montacomenta hace las cosas bien, sencillas y nada escandalosas, es parte de la imagen que tenemos y se refleja en nuestro lenguaje en redes sociales, el trato con la gente, la decoración de los pasteles, los postres y el diseño de la tienda.
¿Qué retos implicó convertir el proyecto en realidad?
Nos llevó alrededor de un año aterrizarlo. Primero vimos el tema económico y conseguimos inversionistas, decidimos qué íbamos a vender y qué nos haría diferente. Empezamos con sabores atrevidos pero nos dimos cuenta que implicaban un reto porque la gente siempre quiere las mismas combinaciones, entonces decidimos jugar con algunos ingredientes pero sin caer en lo comercial, dándole nuestro propio toque. Tenemos un taller en el que hacemos un producto sorpresa y lo vamos rotando conforme se acepte o por temporada, así la gente se arriesga a probarlo porque no es la primera vez que lo hacen. Fue difícil porque nuestras recetas favoritas no eran las del cliente, entonces teníamos que cambiarlas. Lo que ha permanecido es la mentalidad de que la experiencia y los productos que encontrarás en Montacometa son exclusivos.
¿Qué productos manejan?
Principalmente empezamos como pastelería. Los pasteles de línea son uno de nuestros productos estrella, junto con el arroz con leche. Ofrecemos muffins, por ejemplo el de coffe cake con chocolate oscuro es uno de los más solicitados. También cocinamos galletas, la de trozos de chocolate es universal pero tratamos de hacerla mejor. Vamos jugando con la temporada, Monterrey es una ciudad sumamente caliente y la gente siempre agradece las cosas frescas, así que decidimos hacer el pastel en sándwich de nieve. Llevamos tiempo queriendo meter opciones para gente con diabetes y tenemos productos veganos, nuestra prioridad es que el cambio de sabor pase desapercibido.
¿Qué los hace especiales?
Cuando estábamos en nuestro primer local nos encontrábamos en un lugar muy pequeño y diferente, pero eso fue algo que ayudó a diferenciarnos. “En medio de Tampiquito encontré una tienda lindísima, transmite mucha luz y vida, compré un muffin”. Se trataba de un espacio especial donde no esperabas encontrar cosas tan deliciosas, entonces la gente empezó a hacer comunicación de boca en boca y así nos dimos a conocer.
Cuidamos mucho la calidad de nuestros ingredientes, utilizamos marcas posicionadas, estables y de confianza. Somos una empresa socialmente responsable y autosustentable. Usamos proveedores mexicanos, por ejemplo el chocolate se lo compramos a Chocosolutions, los empaques los fabricamos aquí, y procuramos que la mayoría de los productos sean locales.
