“Consigue un trabajo de verano, haz algo de provecho” un comentario que todo padre le ha hecho a sus hijos, sin embargo, en el caso del Chef Guillermo González Beristáin fue el detonante para iniciar en la carrera de su vida. Tenía 14 años y vivía en Ensenada, Baja California una zona llena de turismo y reconocida por su gastronomía, así que el joven Guillermo se decidió por trabajar en un restaurante sin ningún otro motivo que darle gusto a su padre. Terminó trabajando ahí hasta los 18 años, dedicándole todo su tiempo libre en vacaciones, veranos y fines de semana; fue esta experiencia la que despertó en él la pasión por la gastronomía y, decidido a hacer carrera en ella, se lanza a la ciudad de Nueva York y estudia en The Culinary Institute of America a la que considera una de las mejores escuelas en la rama. Esta época le dio mucho a González Beristáin desde conocimiento, experiencia, amistades hasta la oportunidad de seguir desarrollándose en Madrid, París y Estrasburgo. Fue en julio de 1998 cuando el Chef llega a la Sultana del Norte para establecerse con una propuesta de cocina contemporánea, servicio de catering gourmet y tienda de vinos; Pangea lleva ya 19 años en los cuales ha revolucionado la industria gastronómica en México.
A partir del ‘98, el momento en que abre Pangea, al día de hoy, ¿cuáles son los cambios más significativos que se han realizado en el restaurante?
Pangea ha cambiado dramáticamente en muchos aspectos no solo en el mobiliario o la decoración; ha sido una evolución también mía y de Cristina, mi socia. Hemos tratado todo el tiempo de conservar nuestra misión, que es tener un restaurante de clase mundial, incluyendo cada vez más ingredientes regionales y propuestas donde enaltecemos el producto local y regional. Grupo Pangea el día de hoy cuenta con 7 restaurantes y terminaremos el año con 9.
Tras 19 años de la fundación del Grupo y ya muy bien posicionados, ¿de qué manera siguen innovando?
Este año vienen muchos cambios para Grupo Pangea, después de 19 años nos movemos de ubicación al desarrollo Arboleda, lo cual nos tiene muy emocionados. Todo cambio es bueno pero generan un poco de resistencia y seguramente habrá clientes que se resistan a seguirnos allá, sin embargo, estamos convencidos que va a ser un Pangea mejorado para los siguientes 15 años. Aunado a este cambio, vamos a regresar Bardot, el cual habíamos cerrado y el otro es nuevo, así que aún estamos afinando detalles y ajustando la idea.
En este espacio nuevo tenemos mejores condiciones de instalaciones, ubicación, servicio, comodidades tanto para el comensal como para nosotros con la operación. Nos emociona mucho porque no estaba en nuestros planes pero creemos que es establecerlo y que todos saldremos ganando con la nueva ubicación y las instalaciones más contemporáneas.
¿Quién más está dentro del grupo como socio?
Básicamente lo operamos dos personas que somos Cristina Arechavala y yo pero, obviamente tenemos socios muy valiosos como Morice Zablah, Raquel Santos, Mauricio Lobeira, David Muñoz, Eudelio Garza Mercado; gente muy talentosa y reconocida en la ciudad que nos aportan y nos tienen bastante confianza.
¿Qué es lo que más disfruta de formar parte del grupo?
Lo tengo que decir, una de las cosas más importantes son las personas que trabajan aquí. Tal vez yo soy el que da la cara en nombre del grupo pero es un reflejo de toda la gente que trabaja todos los días, con la que estoy muy agradecido y satisfecho porque el equipo que tenemos es el mejor de la ciudad. También reconocer a los proveedores que nos surten de su mejor producto todos los días, dependemos y trabajamos en conjunto con esos proveedores locales como regionales tratando de tener el mejor ingrediente para el cliente.
¿Cómo ha sido la experiencia de participar en un programa de televisión?
Padrísima, un gran viaje. Aparte, el formato del programa yo lo veía cuando estaba en Estados Unidos y cuando llega a México me invitan a participar, para mí fue un privilegio. Creo que las dos temporadas que ha estado al aire le han dado una gran inversión y el nivel de concursantes y jueces es excelente. Además, se ha puesto a Monterrey en el mapa a nivel nacional con su gastronomía, me ha servido para mostrar a la ciudad como el gran destino gastronómico que es.
¿Cuáles son las metas que desea lograr?
La meta que tengo es que contemos con el mejor servicio posible hoy, lo que a mí me importa es lo inmediato no el de la próxima semana. Es bien importante enfocarnos al ahorita, planes siempre va a haber pero es el día a día lo que nos mantiene motivados.
¿De qué manera alterna la vida de chef con la familia?
Trato de que el tiempo que paso con mi hija sea de calidad. Y la otra cosa que me motiva muchísimo es poder viajar y el tema del vino.
¿Cuál es su ciudad predilecta si tuviera que elegir solo una?
¡Qué difícil pregunta!, probablemente para comer San Sebastián y para viajar Tokio.
¿Cuál es su hobbie?
Leer, me gustan muchísimo las novelas enfocadas a gastronomía.
¿Cuál es su programa de televisión favorito?
No veo televisión, pero me gusta Saturday Night Live.
¿Qué tipo de eventos de esparcimiento son sus favoritos?
Me encanta ir a festivales musicales, escuchar música es algo que me acompaña todo el tiempo.
“Este no es un negocio de comida, es uno de servicio, donde la gente nos elije para tener una experiencia lo cual nos da un gran compromiso y privilegio”
