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abril 26, 2024

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Un vuelo de 42 años

Por

Miguel Gutiérrez atiende el teléfono para hablar de lo que es volar en parapente, tema que no se desprende de su vida ni por un minuto. De hecho, acaba de regresar de una gira de conferencias en Colombia, en donde se presentó en ocho clubes distintos para hablar sobre meteorología y aerodinámica. Aunque ya aterrizó, y tras 42 años de dedicarse a este y otros deportes en el aire, este pionero del parapente en México, sigue hablando de su pasión redituable: volar.
¿Tu acercamiento con el parapente viene de familia? 
Sí, mi padre inició en 1927. Venimos de una familia grande, yo soy el más chico de 10 hijos. Mi padre empezó a saltar en paracaídas porque era la forma de poder subirse a un avión, la manera de hacerlo fue enrolarse en los primeros cuerpos de paracaidistas de México y de ahí aprendió a volar, fue de los primeros pilotos con licencia en México. De ahí, prácticamente todos sus hijos volamos.
   Mi hermano y yo comenzamos a volar las alas delta en el 76, yo tenía 13 y él 15 años, mi hermano era el más aventado y aprendí, un poco bajo su presión. Sí me daba miedo, porque como no se sabía nada de este deporte, lo aprendimos medio de forma intuitiva, había mucha ignorancia al respecto. Aunque teníamos una tradición de pilotos en la familia y ciertas bases, era muy peligroso en esa época, y empezamos con equipos muy arcaicos, supimos de accidentes fatales. Pero poco a poco lo fuimos haciendo bien y ya a los 18 años empecé a competir y viajé por todo el mundo. Traje varios primeros lugares y he asistido a 10 campeonatos mundiales.
Cuéntanos sobre Alas del Hombre 
Es una escuela de parapente que lleva 15 años en donde se capacitan a las personas que quieren volar y se realizan vuelos con turistas. En Valle de Bravo, Estado de México donde tenemos nuestra base, nosotros llevamos cerca de 3 mil turistas a volar. Desde su creación, han organizado el Mundial de Parapente de la Federación Aeronáutica Internacional (FAI), varios de los circuitos y dos finales de la Copa del Mundo de Parapente, y el evento Abierto de Parapente Monarca, que lleva ese nombre como analogía a las mariposas monarcas que llegan en noviembre y se van en marzo.
 
¿Están trasladando este concepto a Jalisco? 
Desde hace tres años vinimos a promover el parapente aquí que, aunque hay escuelas no hay tanta promoción. En Jalisco queremos hacer el mismo proceso que hemos hecho con Valle de Bravo: posicionar muchos sitios para volar, entre ellos Tapalpa, San Marcos, Yelapa, Tepatitlán y un lugar en el que estamos trabajando: Zapotiltic, allí no ha habido turismo pero tiene muchos atractivos como el Nevado de Colima, que está muy cerca, haciendas azucareras muy interesantes para visitar, y descubrimos un sitio increíble para volar por la Sierra del Tigre. Lo presentamos al municipio de Zapotiltic y a la Secretaría de Turismo de Jalisco y los dos estuvieron interesados.
   Lo que pensamos para el proyecto es organizar la copa del mundo, un circuito en donde se va a seis países cada año. En estas competencias llegan 130 pilotos que son los mejores del mundo y del 2 al 9 de diciembre vamos a hacer la pre copa del mundo y con esto vamos a detonar esta nueva zona de vuelo que conlleva a promover los sitios. Y una vez que lleguen estos pilotos y les guste -que es seguro- van a regresar cada año.
   Es muy interesante este nicho de turismo porque el parapentista lo que hace es viajar por todo el mundo y gasta su dinero en el pueblo, porque no les gusta gastar en hoteles o restaurantes caros. Rentan cuartos en las casas de las familias, y eso queremos que ocurra en la región sur.
 
¿Piensan reproducir este plan de desarrollo turístico en otros estados? 
Sí, desarrollamos un sitio en Iguala y Taxco, pero por la situación ahora está muy peligroso. En Iguala desarrollamos un sitio que usábamos mucho y es muy bueno para volar. Y ahora estamos desarrollando algo en el estado de Durango, ya localizamos los sitios, hablamos con el gobierno y estamos haciendo unas pruebas, porque cada lugar tiene sus características y sus épocas, no siempre se puede volar en un lugar en todo el año, por ejemplo en la época de lluvias se dificulta. En Durango vimos el cerro El Cacalote y la Laguna de Santiaguillo.
EN BREVE 
En los años 80 surge el parapente. El equipo de parapente es muy práctico, pesa de 15 a 18 kilos y es fácil de guardar, es pura tela, no ocupa mucho espacio. “Hoy en día el parapente se ha hecho muy popular en Europa (allí nació) también porque allá las casas son más pequeñas y hay menos espacios para guardar y hay muchas pistas de sky que cuando es verano son buenos para practicar el deporte”. Existen más de 10 mil pilotos en Europa y en promedio, en cada país hay entre 5 y 20  mil personas volando, ya que es muy popular. En Colombia hay cerca de 2 mil pilotos y en México un aproximado de 600 pilotos. “Es muy poco a nivel nacional, en general; y aunque todavía no es tan popular, sigue creciendo”.

 

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