El CFO de Operquim nos cuenta las claves para que una industria tan detallista como la japonesa confíe en los mexicanos, los retos a los que se han enfrentado y cómo cambiar la mentalidad para resultados diferentes.
¿Cómo surge Operquim?
Desde la amistad, los buenos negocios y las empresas parten desde ahí. Cuando dos buenos amigos unen sus habilidades y fortalezas suceden cosas padres. Norberto Arias, con quien tengo una amistad de más de 15 años, y yo, vimos una oportunidad de marcar una diferencia, iniciamos con un capital muy pequeñito, una sola oficina y hoy generamos más de 200 fuentes de empleo de manera directa, contamos con bodegas en diferentes estados, en Guadalajara, tenemos en 10 mil metros cuadros un almacén, un call center, oficinas, además de una flota de 50 unidades de transporte especializado para químicos. Creyendo y uniendo habilidades es como, Norberto como CEO y yo como CFO, iniciamos Operquim.
¿Cuál ha sido el reto más grande al que se han enfrentado en estos ocho años?
Uno de los principales es la innovación y cambiarles el “chip” a las personas, de repente nuestra cultura no nos favorece tanto, y para tener resultados diferentes, hay que hacer cosas diferentes. Hoy en día trabajamos con referentes de la industria automotriz japonesa, sector minero, farmacéutico alimenticio, entre otros, y sus exigencias son muy altas, entonces para llegar a ese mercado tuvimos no solo que hacer las cosas excelentes, sino perfectas, y eso logramos cambiándonos el “chip.
“Pocas veces el futuro es tan malo a como lo ven tus miedos”
¿Cómo hicieron que la industria japonesa confiara en una empresa mexicana?
Tenemos actualmente un grupo de colaboradores japoneses, me parece muy interesante porque tienen una cultura tan leal y apegada que si tú eres japonés, solo por serlo te abren las puertas, y para los mexicanos es muy difícil que lo hagan, ¿cómo llegas a venderles?, ¿qué les vas a enseñar de calidad, de tecnología? Ellos lo tienen todo, entonces justo fue eso, traer personal que los entendiera para que trabajando en conjunto, se nos abrieran las puertas de ese mercado.
¿Cuáles han sido las claves para el crecimiento de Operquim?
Identificamos las necesidades y las oportunidades de negocio. Cada año, en México se montan 100 empresas japonesas, Querétaro, Aguascalientes, Salamanca, son grandes corredores industriales, donde ya tú vas transitando y su señalética está en japonés, entonces primeramente identificamos la oportunidad y de manera inmediata contratamos personal que hablara su idioma, que sintiera su cultura, y eso nos desmarcó de la competencia, así mismo esto ha generado que nos rodeemos de un equipo capacitado y altamente preparado para cumplir con las exigencias de un sector tan complejo. Entonces había una oportunidad y gracias a que tenemos un profit muy alto, nos desmarcamos. Además seguimos innovando, México tiene áreas de oportunidad muy grandes, por ejemplo, la automotriz y la turística, entonces nos apegamos a ellas innovando para esos sectores y siguiendo las tendencias de los mercados.
¿Cómo conduces a tu equipo para cumplir los retos que se plantean?
Los logros se consiguen con bases sólidas, por ello somos una empresa certificada con ISO 9001:2015 e ISO 14001:2015, así mismo trabajamos bajo la metodología 5’s.
Además se llega con el ejemplo, generando certeza a nuestro colaboradores de que sí se puede, aunque pareciera complicado, sí se puede, esto lo logramos dándole confianza al equipo, creyendo en ellos, ir juntos de la mano, poniendo el ejemplo en ventas, en el trato con clientes, esto desde todos los niveles, es decir en la parte operativa, administrativa o financiera, y no solo desde la directiva, sino que nos involucramos completamente, para que así el equipo vea y sienta que estamos. Eso es lo que hacemos día a día.
