Alely Hernández, la atleta que hizo ‘touché’ a las competencias de esgrima.
Fue por invitación de su maestro de natación que Alely Hernández (Guadalajara, 1991) descubrió la que habría de convertirse en la mayor pasión de su vida: la esgrima. Por años había entrenado y practicado toda clase de deportes, pero no fue hasta que se aventuró a conocer la esgrima que se dio cuenta que esa sería su disciplina favorita, a la que le dedicaría entre cuatro y cinco horas de entrenamiento diarias.
Desde entonces, Alely ha ganado alrededor de un centenar de medallas nacionales e internacionales, y participado en los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011, Toronto 2015 y en el Campeonato Panamericano 2016. Además, es licenciada en Mercadotecnia y una gran apasionada de la música, el baile, los viajes al interior de México y la gastronomía.
¿Cómo nace tu interés por los deportes?
Desde niña, mis papás me inculcaron la cultura del deporte. Siempre, desde que tengo memoria, recuerdo a mis papás llevándonos a mis hermanos y a mí a una unidad deportiva cerca de nuestra casa. Nos íbamos caminando o en bicicletas hasta la unidad, y ahí realizábamos algún juego juntos o veíamos cómo las personas entrenaban diferentes disciplinas como futbol, vóleibol, básquetbol, atletismo y béisbol. Desde entonces, me visualizaba realizando distintas disciplinas, y a los siete años me metieron a mis primeros cursos de verano, donde descubrí que tenía habilidad para realizar cualquier deporte, excepto béisbol.
¿Por qué te inclinaste por la esgrima?
Seguí creciendo acompañada del deporte, dentro de la escuela y también fuera, en clases particulares. A mis 13 años, me había inclinado más por la natación, el karate y la danza, pero ahí fue donde recibí la invitación que cambiaría mi vida por completo, ya que mi entrenador de natación practicaba esgrima y me invitó un día a conocerlo. Había visto antes este deporte, sin embargo, no tenía idea de cómo se llamaba ni de que lo hicieran en la misma unidad que siempre frecuentaba. Entré y no fue nada fácil, de hecho, siempre fue un reto constante (y hasta la fecha lo sigue siendo), pues finalmente dejé todo lo demás para dedicarme al deporte que me haría dar siempre lo mejor de mí.
¿Cuál es el régimen de entrenamiento que sigues?
Entreno de cuatro a cinco horas diarias. Realizo diferentes preparaciones: mental, física, técnica y táctica.
Para la parte mental realizo mindfulness, para la física hago trabajo específico para mi disciplina y para la técnica y táctica me apoyo con mi equipo y mis entrenadores. También, cabe mencionar que la alimentación y el descanso son fundamentales para tener un mejor desempeño en todo.
En tu opinión, ¿cómo crees que el deporte te ha beneficiado en aspectos personales?
Afortunadamente, el deporte me ha forjado un carácter inquebrantable y me ha hecho una persona de retos constantes que busca ser mejor no solo en el deporte sino como persona, porque ser una buena persona te hace ser buen atleta y viceversa. El deporte me ha enseñado que lo que quiera tener en la vida lo tengo que trabajar y ser entregada porque nada llega solo, todo se gana con trabajo y disciplina.
¿Cuál dirías que ha sido tu mayor reto y por qué?
Realmente vivo en retos constantes porque muchas veces me ha tocado estar nadando contracorriente, pasando por injusticias, malas decisiones, malos días, problemas personales y aun así he tratado de no tirar la toalla y seguir adelante, porque nada de eso me define ni me hace mejor ni peor atleta, solo me hace más fuerte y me prepara para los objetivos que realmente me importan.
“Agradezco y acepto el fracaso. Lo veo como el botón de emergencia que activa nuestra creatividad para salir de nuestra zona de confort y superar nuestros límites”
¿A quién admiras?
Sin duda a mis papás. Mi mamá es una persona que vive intensamente, que agradece todo lo que le da la vida, sea bueno o malo, porque sabe que todo tiene una razón de ser y que todo le enseña algo. Siempre quiere superarse, tiene 62 años y no deja de prepararse, de buscar sueños, ya que consigue uno y quiere otro. Ama todo de la vida, el sol, los árboles, el agua, el viento y simula abrazarlos, y siempre que la veo haciendo eso me contagia tanto amor y así lo siente cualquier persona que la rodea porque tiene magia.
Mi papá es una persona trabajadora que ve por sus hijos, que los apoya y que pasa corajes con tal de verlos crecer y ser mejores. Cada decisión que he tomado, él ha estado ahí para alentarme y echarme porras. Ama la familia y es una persona rodeada de amigos por donde sea que esté porque es súper gracioso.
¿Qué consejo le darías a quien aspira a convertirse en atleta de alto rendimiento?
Podría ser la mejor decisión de su vida. No solo porque los hará llevar una vida más sana, sino porque sabrán qué es amar intensamente y entregarlo todo por un sueño y no rendirse ante nada. Además de aprender que son capaces de todo y que los límites no existen.
También eres mercadóloga. Cuéntanos más de esta parte de tu vida y si tienes planes de involucrarte más en el medio:
Sinceramente, fue complicado culminar mi carrera. Estuve dividida entre mi carrera deportiva y mi carrera académica, y los tiempos a veces no me daban, pero nunca desistí, sabía que era otro logro más que quería en mi vida y trabajé duro para conseguirlo.
Amo mi carrera y la ejerzo de distintas formas, actualmente a través de dos proyectos, uno con mi mamá y otro con mi hermana mayor, y próximamente tendré otro con mi hermana menor. Cubro mi área, pero siempre me abro a aprender cosas nuevas dentro de la parte profesional de mi vida y no tengo miedo de intentar hacer cosas diferentes.
Conoce más de Alely Hernández:
- 13 años y medio tiene Alely de practicar esgrima.
- China, Alemania, Francia, Irlanda, Hungría, Argelia, España, Polonia, Italia, Rusia, Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Chile, Panamá, Estados Unidos y Canadá son algunos de los países que ha visitado como competidora.
- 160 es el número de medallas que Alely ha conseguido como deportista.
- 24 horas tiene de entrenamiento a la semana.
