El camino que ha recorrido el fundador de Grupo TM ha sido largo y sinuoso, lo ha llevado a lugares que en un principio se veían lejanos, pero que, con el paso del tiempo y el andar de las millas, son parte de una realidad en una empresa que, a poco menos de 25 años de vida, cuenta con presencia internacional.
Todo comenzó en este siglo, cuando Noé, al ser empleado en una compañía de logística, detectó una oportunidad de emprender y, si bien en un principio fue un pequeño negocio, su visión y capacidad lo han llevado a ser el propietario de una de las empresas de transporte y logística más grandes de México.
“Vengo de una familia del norte de Durango, mi papá era agricultor y, a través de la visión de mi abuelo paterno, nos trasladamos a la Comarca Lagunera”.
“Yo nací en Gómez Palacio, pero básicamente mi desarrollo profesional y laboral inició en diversas industrias y me incorporé muy rápido al sector del transporte. A los 20 años ya sabía lo que era estar dentro del transporte y la logística”.
Noé cuenta que no tenía definido su rumbo, pero que, por necesidad y azares del destino, llegó a un proyecto en una empresa de origen francés que le daba servicio a Renault. “Yo soy independiente económicamente desde los 17 años y ahí llegué. Definitivamente, estar expuesto a esta industria me llamó la atención, porque me gustaba mucho lo que hacía. Comencé coordinando embarques marítimos desde La Laguna hasta Francia, tanto de exportación como de importación. Era una operación de 20 contenedores diarios y fue algo que me apasionó”.
Posteriormente, trabajó en otras áreas, como la aérea, coordinando embarques hacia Europa vía Estados Unidos, también a Brasil y Argentina. “Ahí me dieron la oportunidad de tomar las cuentas de Lala y John Deere y me empecé a involucrar en otro tipo de industria, lo que me ayudó a complementar mis conocimientos y ascender al área comercial”, cuenta.
“Estando en ese proyecto, contratábamos camionetas de 3.5 toneladas para traer los embarques que llegaban desde Europa vía Laredo, Texas, a Torreón. Era un volumen muy alto que traíamos desde los puertos”, recuerda el empresario.
KILÓMETRO CERO, UNA IDEA
En los albores del siglo XXI, Noé encontró su primera oportunidad de emprender el negocio, apoyado por su familia, amigos y compañeros de trabajo que depositaron en él la confianza necesaria para permitirle desarrollar una idea para convertirla en un proyecto que ha trazado una ruta que, desde el kilómetro cero, ha sido exitosa.
“Yo tenía 23 años y no tenía dinero, trabajaba para mantenerme, pero no para hacer una inversión; no obstante, visualicé la oportunidad al notar que había mucho movimiento y escribí en una libreta lo que podría necesitar para emprender si compraba una camioneta de 3.5 toneladas. Hice las cuentas y, de manera accidentada, un día llegó el director de operaciones y, una vez que me sentí en confianza, le pedí la oportunidad de meter una camioneta para yo darle servicio a la empresa y la respuesta fue un sí”.
“A partir de ahí, y hasta el día de hoy, he sido feliz. Mi papá siempre me dijo que, más allá de un papel, lo que más se resalta de una persona es su palabra. Es decir, que si hago un compromiso lo debo cumplir sin importar lo que se tenga que hacer”.
Lo primero que hizo Noé para conseguir el vehículo fue buscar a su hermano que había migrado a Estados Unidos para platicarle su proyecto y pedirle los 10,000 dólares que necesitaba para empezar. Poco después retomaron el tema por teléfono y Noé le dijo que tenía a varios interesados en el negocio, aunque en realidad no había nadie. Pasó el tiempo y el hermano le pidió la oportunidad de entrar al negocio y le mandó los 10,000 dólares, los ahorros de 10 años de trabajo.
“De inmediato fui a la agencia de autos y me entregaron mi camioncito sin plataforma y ya no tenía ni un peso. Yo no calificaba para una línea de crédito y eso me metió en un gran problema porque no tenía cómo comprar la plataforma”, destaca Noé, a quien no le avergüenza platicar esto porque es la forma en que inició su proyecto y su historia, una historia marcada por la necesidad, los valores y la inexperiencia en una industria que no conocía del todo.
“Entonces, le pedí dinero a una tía y afortunadamente también me apoyaron en la empresa. Tengo que reconocer que en este proyecto ha habido gente clave desde el día cero, personas que han sido una bendición, entre ellos mi hermano, el director de la empresa y mi tía”. Así empezó Transmontes: desde la inexperiencia y desde las ganas de salir adelante de Noé a partir del emprendimiento. “No teníamos un rumbo bien definido con esa camioneta, pero llegamos a tener entre ocho y 10 rutas, y nos posicionamos a nivel local al transportar prototipos de pantallas de televisión para LG Phillips. Siempre estuvimos relacionados con lo internacional, es decir que todo iba a la frontera porque era algo que me gustaba”.
EL MOMENTO CLAVE
Una vez recorridos los primeros kilómetros, decidió ir por más y compró unidades de carga pesada para ofrecer algo inexistente en ese tiempo: el servicio puerta a puerta, mismo que le abrió, valga la redundancia, las puertas del mundo del transporte, ya que representó un importante ahorro de tiempo y dinero para sus clientes. Esto posicionó a Noé como el primer transportista en solucionar una de las grandes problemáticas de su sector.
“El momento clave para nosotros fue cuando decido incursionar en el segmento de cajas secas y tractocamiones de quinta rueda. Compré tres de cada uno y fui a presentarme con los potenciales clientes para ofrecer mis servicios. La realidad es que me cerraron el 98 por ciento de las puertas que toqué, muy respetuosos todos, pero ya tenían a sus proveedores con una infraestructura mayor. Ese momento fue clave: tenía que decidir si seguía adelante o me quedaba como estaba. Opté por irme a Laredo, Texas, a comprar un tractocamión del lado de Estados Unidos. Esto me permitió ofrecer algo diferente: el servicio puerta a puerta, convirtiéndonos así en los primeros en Torreón en tenerlo”, relata Noé.
Pero, ¿qué es el servicio puerta a puerta? Es enviar la carga directamente hasta el destino final sin transbordar en la frontera. Es integrar todos los servicios con un solo ejecutivo y una sola factura, lo que brinda beneficios en costos al evitar que se descargue el camión para volverlo a cargar, ahora en un camión estadounidense. Se pierden recursos y tiempo, por eso ofrecí algo disruptivo en ese momento. “Puedo considerarme dentro del top ten de empresarios mexicanos en este tipo de servicios”, asegura orgulloso el empresario.
“Este proyecto nos catapultó porque recibimos más oferta de carga, lo que nos ayudó a crecer exponencialmente y pasar de cinco camiones a una flotilla de 80 en tan solo cinco años”.
Este diferenciador le permitió a Noé la expansión y abrió oficinas en Laredo, Texas; en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y en Silao, Guanajuato, además de la que ya estaba en Torreón.
“Fue un reto entrar a Estados Unidos. Hoy se escucha muy romántico, pero no es lo mismo arrancar una empresa en México que en Estados Unidos. Es otro país, otro idioma y otra cultura; es el mundo de las reglas que se tienen que cumplir; tuvimos que cambiar el mindset de hacer negocios para enfrentar un nuevo mercado”. Esto le tomó al Lagunero cinco años para consolidarse, pero, a partir de ahí, fue un boom. Abrió oficinas en Querétaro, Ciudad Juárez, Monterrey y El Paso, Texas”.
“Desde mi punto de vista, transportar en Estados Unidos es la capacidad de adecuarse a una nueva regulación de leyes que se tienen que estudiar, entender y aplicar. La cultura también es diferente. Esos fueron los principales retos, además del factor humano. Hoy puedes ver nuestros camiones por los 50 estados de la Unión Americana y en Canadá, así como presencia en los cinco continentes, gracias a nuestra área de logística que coordina embarques marítimos y aéreos a Europa y Asia. Esto se define como un proyecto guerrero, que quiso trascender”, puntualiza Noé.
DE VUELTA AL ORIGEN
Para Grupo TM y para Noé, la Comarca Lagunera no nada más representa el punto de partida del camino andado hasta hoy, sino que es la base de un negocio fructífero que tiene una creciente presencia a nivel local, nacional e internacional. Es por esta razón que busca regresar de cierta forma lo que ha recibido, y esto lo hace a través de la responsabilidad social, apoyando a nuevo talento de la región.
“Siempre ha habido una carga emocional de mi parte por devolver algo a La Laguna, por eso participamos en proyectos muy focalizados en educación. No tenemos un proyecto en particular, pero hemos mandado a adolescentes de escasos recursos al Tec de Monterrey; hemos apoyado a chavos que hoy son doctores; tenemos un caso de éxito de un piloto aviador al que le pagamos la carrera en Phoenix, Arizona; estamos vinculados con un asilo infantil en Lerdo… Nos encanta apoyar todo lo relacionado con educación. No queremos nada más dar dádivas, sino enfocar correctamente el recurso”, concluye el empresario.
FRASES DE NOÉ MONTES:
“Si tienes un sueño y deseos de emprender, el primer error que cometes es pensar que necesitas dinero. Lo más importante es tener el sueño y un propósito; si te mantienes luchando, el dinero es lo de menos, no se necesita para ser un emprendedor”
“Somos un proyecto con una visión de trabajo institucional. Nos llamamos Grupo TM, somos más de 12 empresas distintas y tenemos planes de incursionar en distribución y almacenaje de mercancías. Esto con la llegada del nearshoring”
GRUPO TM EN DATOS
- Fundado en el año 2000
- 1,100 empleos directos
- Presencia en 10 ciudades de México y 4 de Estados Unidos
- Cuenta con oficinas en Torreón, Querétaro, Silao, Monterrey, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Dallas, El Paso, San Antonio y Laredo
- Flotilla de 500 tractocamiones y 1,000 remolques
- Transporta aproximadamente 1,200,000 toneladas anuales