Por Luis Rey Delgado García
Director de Vinculación
Universidad Iberoamericana Torreón
Miembro de la Red ESR Laguna
Una recomendación para los que se dedican a las ventas es “Conviértete en un facilitador. Un buen vendedor establece conexiones con sus prospectos.
Tiene la obligación moral de cumplir con todo lo que promete.” Su tarea no se limita a vender mercancía a otros: el vendedor exitoso se asume como un consultor, un solucionador de las necesidades de sus clientes.
Cada vez una función no se limita a hacer las cosas, sino que forma parte del estilo de vida de la persona, en este caso, el estilo de vida del vendedor profesional.
Cuando la separación entre el estilo de vida y el rol o función que se desempeña es mayor, hablamos de una ambivalencia de vida o de una vida de simulación, es decir, en el caso del vendedor, este tiene que simular que le interesa el cliente, aunque realmente lo que quiere es solamente vender y no servirle de asesor o consultor.
La persona es más que su función o rol que desempeña, nadie puede confundirse con su rol, pues la persona es más que su función.
Alberto es empresario, pero su ser empresario no es todo, Alberto también es papá, hijo, miembro de un club social, tiene un estatus en la sociedad, pero no podemos confundir a Alberto con sus diferentes roles o funciones.
La identidad personal tiene como círculos concéntricos, algunos más periféricos que otros, de tal manera que la identidad personal también se expresa y se construye con lo que soy y con lo que hago, con mi ser y mi quehacer, pero no puedo identificarme totalmente con lo que hago para definir quien soy.
A muchas personas se les conoce como el ingeniero, el licenciado, el chofer, o el abuelo o tío, pero la persona es más que eso.
Las características físicas, las pertenencias, la fama, el estatus, papeles y funciones es lo más periférico en la identidad que tenemos.
El carácter, temperamento, imagen, conocimientos, conceptos e ideas, incluso su compromiso social, hablan más de quien es una persona; pero el núcleo de la identidad personal tiene que ver más con la conciencia y los valores personales.
El ser y quehacer de las empresas que declaran y actuan la responsabilidad social, tiene que ver con asumirla con congruencia y honestidad como parte de su identidad. L
a responsabilidad social es llevada a cabo por un individuo (responsabilidad social individual) o por el personal que conforma una empresa.
Aunque la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es inherente a esta, recientemente se ha convertido en una nueva forma de gestión y de hacer negocios, ya que se ocupa de que sus operaciones sean sustentables en lo económico, lo social y ambiental.
El ser y quehacer de las empresas socialmente responsables.