En su columna, el reconocido periodista Arturo González aborda con claridad y franqueza el conflicto palestino-israelí, desentrañando algunas de las percepciones erróneas que a menudo rodean esta cuestión compleja y profundamente arraigada.
González plantea con agudeza la diferencia entre el Estado de Israel y la comunidad judía global, subrayando que no todos los judíos tienen un vínculo directo con Israel. Asimismo, destaca la diversidad étnica y religiosa dentro de Israel, resaltando la coexistencia de judíos, árabes musulmanes y árabes cristianos en este territorio.
Para entender mejor el conflicto palestino-israelí, es importante que tengamos claro lo siguiente:
- El Estado de Israel no es un estado judío. En él viven judíos, árabes musulmanes y árabes cristianos.
- El Estado de Israel no es el pueblo judío. Hay millones de judíos en todo el mundo sin vínculo con Israel.
- El gobierno sionista de Likud no representa la visión del pueblo judío.
- Likud quiere crear un estado judío a costa de la pluralidad religiosa y étnica y a costa de los palestinos.
- Hamas no es Palestina, es un organismo político con un brazo armado que comete actos terroristas.
- Hamas gobierna Gaza pero no representa toda la resistencia palestina contra Israel.
- Hay millones de árabes palestinos que no comulgan con la ideología y métodos de Hamas.
- Hamas no reconoce al Estado de Israel y busca su desaparición.
- La capacidad militar del Estado de Israel es muy superior a la de las milicias de Hamas y otras facciones extremistas palestinas.
- El gobierno sionista de Netanyahu cuenta con el respaldo de gobiernos occidentales como EEUU, Reino Unido y Francia.
- La organización Hamas ha contado con el apoyo de Hezbollah, una organización parecida que opera en Líbano, y los regímenes de Irán y Siria.
- La solución del partido sionista Likud es hacer de Israel un Estado judío y expulsar a los árabes palestinos. En eso consiste la política de despojo y colonización del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.
- La solución de la organización salafista Hamas es desaparecer Israel y hacer de Palestina un Estado árabe musulmán.
Hay una tercera solución que impulsan facciones menos extremistas y países como EEUU, que es la formalización de dos Estados en la zona con gobiernos distintos plenamente reconocidos: Israel y Palestina.
Con la guerra actual, esta iniciativa ha volado por los aires.
Pero hay una cuarta solución, de la cual casi no se habla y es anatema para los radicales de ambos bandos.
La cuarta solución es crear un Estado laico, multicultural, plurilingüe e, incluso, multinacional, con un gobierno central en el que estén representadas las poblaciones judías y árabes musulmanas y no musulmanas.
Pero dada la polarización actual y los agravios acumulados, parece un lejano sueño.
O ¿tú qué opinas?
Escrito por: Arturo González