Por: Berenice Saucedo
Desarrollo de negocios en Peñoles
En el artículo de la edición anterior, compartí el contexto de qué es planeación estratégica, sus antecedentes y la importancia de esta para la trascendencia de una organización y su permanencia en el mercado.
Mencionaba que la Planeación Estratégica es todo un macroproceso en el cual intervienen o se ligan otros procesos individuales, pero que al final forman una especie de cadena para lograr la sinergia empresarial, es decir, la llamada “Gestión Empresarial”.
En este nuevo capítulo compartiré cómo llevar a cabo el Gran proceso de la Planeación Estratégica.
¡Toma nota!: puntos esenciales
Antes de entrar en materia, aclaremos 3 puntos importantes:
a) El proceso debe ser un traje hecho a la medida, es decir, que sea acorde al tamaño, necesidades, fortalezas, debilidades, capacidad, capital, etc. De cada organización.
b) El proceso es cíclico y continuo, requiere una constante retroalimentación y revisión de cómo están funcionando las estrategias (basándose en los resultados que se obtienen).
c) Para el logro de los objetivos, es indispensable y esencial que participen todos los integrantes de la organización.
¡Manos a la obra!: Pasos
No existe un número estándar de pasos o etapas limitadas; existen autores que consideran cuatro fases y hay quienes manejan siete, no obstante, unos pasos pueden incluirlos dentro de otros.
Lo importante es que independientemente del número de fases que se hablen, el proceso sea ordenado y bien coordinado.
En este artículo trataremos de la manera más concreta posible para que pueda ser llevado aún por organizaciones pequeñas.
Por último, pero no menos importante, Las últimas dos fases que corresponden a fase uno, Análisis de la compañía:
- Identificar necesidades de la organización y retos de las áreas tomando en cuenta a todas las áreas, y con un equipo clave multidisciplinario.
- Fase dos, establecimiento de las grandes metas del negocio: Establecer grandes objetivos organizacionales: Permite tener una base para guiar a la organización y tener una base para conducir los planes estratégicos
- Fase tres, formulación de las metas departamentales: Una vez que se definen los retos de negocio, las áreas deberán considerar éstos para establecer sus retos departamentales.
Pueden agregar nuevos retos particulares, pero es indispensable que incluyan los grandes retos de negocio que les correspondan.
De esta manera se van cumpliendo en escala los objetivos de negocio.
- Fase cuatro, desglose de los planes estratégicos: Es momento de tomar los elementos de arriba (objetivos y metas) como insumo para ahora definir los planes de trabajo para lograr esos objetivos mediante estrategias
Por último, pero no menos importante, Las últimas dos fases que corresponden a:
a) Medición y control (monitoreo): Se incluyen mediciones del desempeño o cumplimiento de los indicadores u objetivos, revisión.
Es necesario que cada objetivo y acción del plan estratégico de trabajo cuente con parámetros de medición (algo así como un semáforo que indique que tan bien, mal o regular se están cumpliendo) esto permitirá realizar acciones correctivas o preventivas cuando sea necesario.
Es importante determinar el progreso midiendo los resultados reales vs el plan original, esto con el fin de detectar desviaciones.
b) Reformulación del plan: como mencionaba al inicio, el proceso de planeación estratégica es cíclico, continuo y constante.
Este último paso es una transición entre el monitoreo y la reformulación de las estrategias o acciones si es que se detecta que existen desviaciones u objetivos que no se están alcanzando.
Puede ser que algunos objetivos y acciones sí se están llevando a cabalidad, pero otras necesiten reajuste o redireccionamiento, o bien, que se queden obsoletas y es ahí donde deberá iniciarse nuevamente el proceso de planeación, ya sea completo o solo de algunos elementos.
La fase del monitoreo es sumamente importante para llegar a esta última fase y poder adaptar el proceso estratégico a las nuevas condiciones de la organización.
