¿Sientes que no tienes suficiente tiempo para completar tu trabajo? Es natural pensar que, si tuviera un poco más de tiempo, pudiéramos ponernos al día. Ya que el tiempo en sí no se puede modificar, todo se reduce a lo que se hace en ese lapso designado.
Es aquí es donde un conjunto de aspectos psicológicos trabajan para debilitar nuestra sensación de logro y satisfacción.
Estudios muestran que la mayoría de los líderes empresariales, al iniciar el día y verse frente a su gran lista de cosas por hacer, deciden abordar primero las tareas fáciles y rápidas.
Los psicólogos exponen que este comportamiento crea un sesgo, ya que inconscientemente, las tareas sin terminar provocan un malestar psicológico, al completarlas y tacharlas de nuestra agenda, recibimos un alivio en el cerebro.
Es como meter la mano a las bolsas de un pantalón y encontrarnos un billete. Esto no va a cambiar nuestra vida, pero recibimos una “descarga” de hormonas placenteras.
El lado negativo de hacer primero las tareas pequeñas es que las más grandes e importantes se retrasan. El resultado de esto, es que no logramos completar nuestros pendientes, acabando con una sensación mayor de estrés y de que nunca hay suficiente tiempo.
Otro aspecto que nos perjudica bastante en nuestro aprovechamiento del tiempo, es el multitasking. Los aspectos más importantes de nuestro trabajo frecuentemente requieren atención.
Sin embargo, cuando hay demasiadas cosas que hacer, es fácil caer en la tentación de realizar múltiples tareas a la vez. Desafortunadamente, investigaciones demuestran que el multitasking solo nos hace más ineficientes.
Además del sesgo y la multitasking, otro factor psicológico que puede perjudicar nuestra finalización de obligaciones, es planear optimistamente y no de manera realista.
¿Cuántas horas tienes para realizar tu trabajo? Una respuesta probable es “8 horas”. No obstante, sabemos por experiencia, que en estas 8 horas habrá interrupciones, distracciones, descansos necesarios, etc. Tendemos a subestimar los factores no productivos de nuestra jornada y reconocer cuánto tiempo realmente nos llevará completar nuestras responsabilidades.
¿Qué podemos hacer?
• Comenzar cada día priorizando las cosas verdaderamente importantes. Pregúntate: “Si sólo pudiera trabajar en una cosa hoy, ¿cuál debería ser?”.
• Evita la tentación de realizar múltiples tareas a la vez y dejarte llevar por distracciones (como las redes sociales)
. Reserva bloques de tiempo para los trabajos que requieran mayor atención.
• Vence la falacia de la planificación. Calcula cuánto tiempo tienes para trabajar en la tarea designada. Sé realista.
Al final del día, estas son solo algunas herramientas proporcionadas por psicólogos, la gestión del tiempo no es un problema que se resuelva con unos cuantos consejos. Es un proceso que comienza con la toma de conciencia de tu propio comportamiento, reconociendo qué funciona mejor para tu negocio.
En pocas palabras, la respuesta no es más tiempo o ser más eficientes, sino gestionar tus manera de abordar tus responsabilidades de liderazgo.
