Por Fernando Todd
CEO en Todd Empresas de Familia
¿CÓMO PASAMOS DEL “BUILD THAT WALL” AL “BUILD THAT GIGAFACTORY”?
La confirmación de la nueva planta de Tesla en la frontera entre Nuevo León y Coahuila es un ejemplo tangible del proceso de integración económica de Norteamérica en el que nos encontramos inmersos. Es por ello que considero muy importante abordar el tema de las implicaciones y los impactos que este instrumento puede tener en las empresas familiares mexicanas.
Recordemos que en el 2016, el discurso del entonces candidato, Donald Trump, amenazaba con terminar el “peor tratado de la historia“, haciendo referencia al Tratado de Libre Comercio (TLC). Este discurso nacionalista encontró eco en una mayoría de obreros anglosajones que vieron desaparecer sus empleos en ciudades del Rust Belt como Pittsburgh, Cleveland, Detroit, Buffalo y Milwaukee, como consecuencia de la globalización.
No obstante, una vez en el poder, la administración de Trump optó por renegociar el tratado, consciente de que era más conveniente integrar las cadenas de producción estadounidenses en una región geográfica cercana, lo que además les permitiría aprovechar el importante desarrollo de la industria manufacturera mexicana integrando centros regionales de producción.
El creciente poder económico de China y la expansión militar de Rusia han amenazado la posición dominante de Estados Unidos como potencia mundial. Además de esto, la pandemia global y la crisis de los contenedores han acelerado el fenómeno del “nearshoring” o relocalización, beneficiando enormemente a México en términos de inversión extranjera directa. De hecho, el año pasado se registró un récord histórico de 35 mil millones de dólares en IED, y se espera que este año esa cifra sea superada una vez más.
Este fenómeno de relocalización abre un mundo de oportunidades para las empresas mexicanas que estén dispuestas a integrarse a las cadenas de suministro de estas corporaciones internacionales. Es por ello que el mismo tratado, en su Capítulo 25 incluye un apartado específico sobre las PYMES (recordemos que 90% de las PYMES en México son empresas familiares).
Específicamente, el TMEC establece, entre otras cosas que los tres países deberán:
“promover la cooperación entre la infraestructura de apoyo a pequeños negocios de las Partes, incluidos centros dedicados a las PyMEs, incubadoras y aceleradoras, centros de asistencia a la exportación y otros centros, según sea apropiado, para crear una red internacional para compartir mejores prácticas, intercambiar investigaciones de mercado y promover la participación de las PyMEs en el comercio internacional, así como el crecimiento de negocios en los mercados locales”
¿CÓMO INTEGRARSE A LAS CADENAS DE VALOR?
Tomemos como ejemplo el Código de Proveedores de Tesla, (CPT, en lo sucesivo). Su simple lectura nos deja claro que solo podrán ser proveedores de Tesla aquellas empresas que cuenten con Gobierno Corporativo y prácticas ESG.
La integración económica de Norteamérica está transformando el panorama empresarial y, para ser parte de este mercado, es necesario que las empresas familiares mexicanas entiendan el cambio de juego. La sostenibilidad se ha vuelto crucial en la relación con los stakeholders, empleados y el medio ambiente, y las empresas que no la integren, quedarán sin opciones en esta nueva economía.
Puede una empresa familiar pensar que las normas del TMEC o de Tesla no les son aplicables porque no son proveedores de esta trasnacional. Sin embargo, el mismo Código de Proveedores de Tesla establece claramente que cualquier proveedor deberá solicitar a su vez los mismos requisitos a su cadena. Esto genera un efecto multiplicador en nuestra economía y una obligación de respuesta urgente.
El TMEC se erige como el nuevo acuerdo para este siglo XXI. Los cambios legislativos se han venido dando ya, armonizando nuestra legislación al Tratado. Por ello, es crucial que las empresas familiares tomen medidas para profesionalizarse y estar preparadas para enfrentar estos retos. De lo contrario, quedarán fuera de un mercado altamente competitivo y dinámico.
La invitación es clara: las empresas deben tomar en serio la sostenibilidad, la profesionalización y la dirección operativa. Este es el camino para enfrentar con éxito el futuro y tener un papel relevante en el mercado de la integración económica de Norteamérica.
RECOMENDACIONES PARA EMPRESAS FAMILIARES
Adoptar prácticas sostenibles ESG: La sostenibilidad es un factor clave en la integración económica de Norteamérica y, por lo tanto, las empresas familiares deben adoptar prácticas sostenibles en su operación, que les permitan cumplir con los estándares ESG. Estos incluyen prácticas medioambientales, de responsabilidad social y de gobierno corporativo, y son fundamentales para la relación con los stakeholders y el medio ambiente.
Profesionalizar la empresa: Las empresas familiares deben tomar medidas para profesionalizarse y estar preparadas para enfrentar los retos que plantea el TMEC. Es importante tener una estructura de gobierno definida que les permita ser empresas sostenibles, con un enfoque en la dirección operativa y la gestión de los recursos humanos. Esto les permitirá ser más competitivas y preparadas para un mercado altamente dinámico y competitivo.
Conocer y cumplir con los estándares del TMEC: Es importante que las empresas familiares conozcan el contenido y alcance del TMEC. Al estar al día con estos estándares, podrán estar preparadas para integrarse a este mercado altamente competitivo y dinámico y tener un papel relevante en la integración económica de Norteamérica.