Por Fernando Todd CEO en Todd Empresas de Familia, SC www.empresasdefamilia.mx
La empresa familiar, con su fusión única entre lazos de sangre y negocios, representa un entorno enriquecedor pero desafiante. Mientras la cohesión y el compromiso pueden impulsar un crecimiento sostenible y una cultura fuerte, la falta de alineación y profesionalización puede llevar a disputas internas y dificultades operativas.
Para garantizar el éxito y la continuidad en la empresa familiar, es fundamental abordar de manera proactiva y estratégica ciertos aspectos clave relacionados con el gobierno corporativo y la alineación de los miembros de la familia.
Alineación y Propósito Común: El fundamento del éxito
En la empresa familiar, es esencial que todos los propietarios estén alineados en torno a un propósito común y compartan una visión estratégica clara. Esto requiere una comunicación efectiva y un enfoque en los valores y objetivos que unen a la familia y a la empresa.
Al establecer metas compartidas y una dirección clara, se promueve la toma de decisiones coherente y se fomenta la sinergia entre los miembros. Además, la alineación contribuye a fortalecer la cohesión familiar, lo que a su vez favorece un ambiente de trabajo armonioso y motivador.
Profesionalización: La transformación hacia la eficiencia
Uno de los mayores desafíos en la empresa familiar es equilibrar las emociones personales con la lógica empresarial. A medida que la empresa crece y se expande, la profesionalización se vuelve imperativa para asegurar una gestión eficiente y efectiva.
La transición hacia una mentalidad más profesionalizada implica adoptar prácticas empresariales modernas y estructuradas, como la implementación de sistemas de planificación y control, la adopción de tecnologías de la información, y la contratación de talento externo con experiencia y conocimientos especializados.
Diferenciando la Propiedad, la Gestión y el Gobierno: claves para la Gobernanza
Uno de los desafíos más comunes en la empresa familiar es la confusión entre los roles de propiedad, gestión y gobierno. Comprender y diferenciar estos roles es fundamental para evitar conflictos y promover un ambiente de trabajo productivo.
Institucionalización: Garantizando la continuidad
En el ámbito empresarial, la Asamblea de Accionistas y el Consejo de Administración deben estar bien estructurados y contar con procesos de toma de decisiones claros y transparentes.
La Asamblea de Accionistas debe garantizar la representación equitativa de todos los propietarios, y el Consejo de Administración debe contar con una combinación de miembros internos y externos con experiencia y conocimientos relevantes.
En el ámbito familiar, la Asamblea Familiar y el Consejo de Familia desempeñan un papel vital. La Asamblea Familiar es un espacio donde los miembros de la familia pueden expresar sus opiniones y discutir temas importantes relacionados con la empresa.
Por su parte, el Consejo de Familia es responsable de establecer políticas, procesos y mecanismos para abordar asuntos familiares y promover una cultura de unidad y armonía.
Acuerdos Fundamentales: La base para la Confianza
La empresa familiar debe establecer acuerdos sólidos y consensuados para asegurar una convivencia armoniosa y una toma de decisiones efectiva. Estos acuerdos deben abarcar diversos aspectos críticos:
- Trabajo en la Empresa: Definir con claridad las funciones y responsabilidades de los miembros de la familia que trabajan en la empresa, evitando confusiones y estableciendo criterios claros de rendimiento y promoción.
- Gobierno de la Familia y la Empresa: Establecer procesos y protocolos para la toma de decisiones en temas familiares y empresariales, asegurando una representación adecuada de todos los miembros y promoviendo la participación activa.
- Política Económica del Grupo Familiar: Definir de manera consensuada la distribución de dividendos, préstamos y ayudas dentro del grupo familiar, asegurando la transparencia y la equidad.
- Sucesión y Transmisión de la Propiedad: Planificar la sucesión con antelación, seleccionar y preparar a los sucesores de manera adecuada, y acordar la transmisión de la propiedad para asegurar una continuidad sin sobresaltos.