Fotos por Eduardo Corrales
Su liderazgo ágil, valores familiares y visión estratégica redefinen el comercio detallista con una propuesta digital, humana y adaptable a las tendencias del futuro
Nacido en Eagle Pass, Texas, y formado en ingeniería industrial, Mario Enrique Diego López nunca pensó que terminaría liderando operaciones en una startup de supermercado digital. Hoy, como Director de Operaciones de Calii, con más de tres años en la empresa, es uno de los pilares de un modelo de negocio que busca transformar la forma en que los mexicanos hacen el súper.
Con presencia ya en cinco ciudades del País, la ambición no es discreta. “Visualizo a Calii con presencia en más de 10 ciudades del País en los próximos cinco años”, asegura con naturalidad.
Raíces firmes
El momento de inflexión en su carrera llegó antes de los 30, durante su maestría en administración de empresas en la Universidad de Texas en Austin. “Ese periodo me permitió entender a fondo áreas como operaciones, marketing y finanzas”, explica. Aquella visión integral lo empujó a dejar atrás el camino tradicional de la ingeniería industrial y a atreverse con la consultoría estratégica en PwC, experiencia que le permitió conocer industrias diversas y manejar retos complejos.
No obstante, el gran salto vino con Calii. Entrar a una empresa joven con un modelo aún en validación no fue fácil. “Mi forma de afrontar ese miedo fue ir paso a paso; dividir el problema en partes y resolverlo por etapas”, menciona.
Una fórmula operativa
Uno de sus sellos más distintivos como líder es la autonomía. “Me enfoco en que mi equipo conozca bien la estrategia y luego dejo que trabajen a sus tiempos y formas”, define. Esa independencia es clave en una empresa que se mueve con agilidad: “Estamos dispuestos a probar estrategias nuevas y lanzarlas en cuestión de días si eso mejora la experiencia del cliente”.
En Calii, el espíritu emprendedor no es un eslogan, es un modus operandi. Su obsesión: hacer de cada decisión una oportunidad para optimizar procesos y sorprender al cliente. El verdadero punto de validación para la empresa no fue la pandemia, sino el regreso a la normalidad: “Ahí vimos que las personas realmente valoraban su tiempo y no querían volver a pasar dos horas en el súper”, recuerda.
Contra mitos y grandes retos
El desafío no es menor: competir contra gigantes del retail. Pero López lo tiene claro: “El mito de que no se puede competir contra supermercados tradicionales está caduco. Lo hacemos a través de una propuesta ágil y orientada al cliente”.
Con entregas en menos de dos horas y un surtido que pasó de frutas y verduras a despensa completa, Calii ha ganado tracción en un mercado exigente.
Más allá del negocio
Fuera del entorno profesional, Mario encuentra equilibrio en la bicicleta estática por las mañanas, el pádel semanal y el golf en familia. “Mis hijos me distraen del trabajo, son mi motor”, dice. Su esposa Valeria también es un apoyo crucial, involucrada en la administración de otros negocios familiares.
Con una combinación de intuición operativa, mentalidad de cambio y valores familiares profundamente arraigados, Mario Enrique Diego López representa a una nueva generación de líderes que no solo entienden el negocio, sino también a las personas detrás de cada decisión.
Su capacidad para adaptarse, construir equipos resilientes y escalar procesos con propósito ha sido clave en la evolución de Calii como una alternativa viable y deseable frente al comercio detallista tradicional. Desde Saltillo, Mario no solo optimiza rutas de entrega o catálogos digitales: redefine la manera en que consumimos y vivimos.
“Mi modo de afrontar cualquier problema es en partes. Atacando en pasos incrementales; no todo al mismo tiempo”
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