Ubicado en el corazón del Centro Histórico de Oaxaca, el hotel Boulenc Bed & Bread nació de la evolución natural de un sueño gastronómico de orígenes saltillenses.
Juan Pablo Hernández Padilla, Bernardo Dávila Recio, Daniel López González y Ana Paulina García Hernández, comenzaron con una panadería artesanal que pronto se convirtió en un referente.
“Buscamos que nuestros huéspedes valoren cada detalle y experimenten un espacio con alma y significado”,
Juan Pablo Hernández, Cofundador y Propietario
Un oasis de hospitalidad y arte
Caminar por los pasillos de Boulenc Pan & Posada es sumergirse en un espacio donde cada rincón cuenta una historia. La calidez de la madera recuperada, el arte de talentosos creadores locales y la luz dorada que se filtra por las ventanas crean una sensación de hogar inmediato.
En este pequeño hotel de siete habitaciones, cada detalle ha sido cuidadosamente seleccionado para envolver al visitante en una experiencia sensorial donde el diseño y la hospitalidad son protagonistas.
Más allá de la estancia
Lo que comenzó con una panadería artesanal, pronto se convirtió en un referente en la ciudad y con el tiempo, la necesidad de expandirse los llevó a transformar un edificio vecino en un hotel donde la hospitalidad se vive con la misma pasión que el pan recién horneado.
“Nuestro crecimiento fue orgánico y, en el año siete, necesitábamos más espacio. Rentamos el edificio de al lado y, inspirados por el arquitecto Guillermo de La Cajiga, convertimos la planta baja en una tienda y almacén, mientras que los pisos superiores reflejaron su enseñanza, como un homenaje tras su fallecimiento”, explicó Juan Pablo.
Inspirados en el estilo del arquitecto, cada cuarto ha sido decorado con una mezcla de muebles antiguos restaurados y piezas de arte de distintas disciplinas. Los baños invitan al descanso y los textiles, elaborados por manos locales, otorgan un sentido de arraigo y respeto por la cultura oaxaqueña.
Experiencia completa para los sentidos
El punto clave en Boulenc es su panadería y cocina, donde los huéspedes pueden disfrutar de una mesa repleta de panes de masa madre, conservas hechas en casa, fruta fresca y café de la casa. La oferta gastronómica no es un simple acompañamiento; es un pilar de la filosofía del lugar.
“Lo que más representa nuestra filosofía es la panadería”, comentó Bernardo. “Elaborar pan de masa madre es un arte que conecta con los elementos esenciales de la vida”.
El compromiso con la sustentabilidad también es evidente en cada elección. Su modelo de “negocio circular” busca minimizar el desperdicio, reutilizar materiales y trabajar con pequeños productores locales. La composta de residuos orgánicos, la captación de agua y la selección cuidadosa de ingredientes reflejan una visión de respeto por el entorno y la comunidad.
“Desde el inicio supimos que queríamos cuidar el planeta y aprovechar los recursos de manera responsable”, explicó Daniel. “Por eso, colaboramos con productores que comparten nuestra filosofía y nuestra visión de sustentabilidad”.
Vistas inolvidables y un servicio excepcional
Subir a la terraza de Boulenc Pan & Posada es encontrar un respiro con vista a las siete cúpulas más icónicas de Oaxaca. Es el lugar perfecto para contemplar el atardecer con una copa de vino natural o una cerveza artesanal del Honesty Bar, donde los huéspedes simplemente anotan lo que disfrutan.
Para quienes buscan explorar la Ciudad, el concierge del hotel está siempre dispuesto a asistir con recomendaciones, reservas en restaurantes o la organización de tours locales. Además, el servicio de limpieza diario garantiza que cada detalle de la estancia se mantenga impecable, con la opción de contribuir al ahorro de agua al solicitar cambios de toallas y sábanas solo cuando sea necesario.
Un destino que deja huella
Boulenc Pan & Posada no es un simple lugar para dormir; es una experiencia en sí misma. Su enfoque en la hospitalidad, la gastronomía y la sustentabilidad lo convierte en un refugio ideal para quienes buscan autenticidad y calidez en su viaje a Oaxaca.
Los socios tienen claro que su misión no es solo ofrecer un lugar de descanso, sino crear un espacio donde cada huésped se sienta en casa. Como lo describe Ana Paulina, “queremos que nuestros visitantes recuerden que venir a Boulenc es sentirse cálido, como estar en casa. Que regresen con ganas de seguir explorando, pero también de descansar en nuestro espacio”.
“Queremos que venir a Boulenc sea tan cálido como estar en casa. Que cada vez que nuestros huéspedes salgan a recorrer la Ciudad y los pueblos cercanos, regresen con el deseo de descansar y recargar energía en nuestros espacios”