En 1864, Benito Juárez y Maximiliano de Habsburgo tuvieron un enfrentamiento crucial que cambió el rumbo de México, pues pasó de ser un país monárquico a una República.
En conmemoración del natalicio de Benito Juárez, recordamos uno de los momentos más importantes en la historia de México y a la par, de la historia política.
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Conflicto entre Benito Juárez y Maximiliano
A continuación, te desglosamos la historia en cuatro puntos clave:
- Contexto:
- Maximiliano, un archiduque austriaco, fue instalado como emperador de México por el Imperio francés en 1864.
- Benito Juárez, presidente de México, lideraba el bando liberal y defendía la soberanía nacional.
- Segundo Imperio Mexicano:
- Maximiliano estableció el Segundo Imperio mexicano con el apoyo de Francia.
- Juárez, en cambio, mantuvo su gobierno en el norte de México.
- Lucha y Triunfo:
- Tras una prolongada lucha contra las fuerzas europeas, Juárez regresó triunfante a la Ciudad de México el 15 de julio de 1867.
- Antes de su regreso, Juárez ordenó el fusilamiento de Maximiliano, así como de los generales Miguel Miramón y Tomás Mejía en Querétaro.
- Motivos del Fusilamiento:
- Juárez justificó la ejecución de Maximiliano en su Manifiesto Justificativo de los Castigos Nacionales en Querétaro.
- Su principal motivo fue demostrar al mundo que ninguna casa imperial podía socavar la soberanía de México.
- Así, Juárez dejó claro que las consecuencias serían firmes para quienes atentaran contra la democracia y el sistema político mexicano.
¿Quién fue Maximiliano de Habsburgo?
Maximiliano de Habsburgo, cuyo nombre completo era Fernando Maximiliano José María de Habsburgo-Lorena, fue una figura emblemática en la historia de México. Nació el 6 de julio de 1832 en el Palacio de Schönbrunn en Viena, Austria.
Aunque no era el primogénito, recibió una educación militar rigurosa y dominaba varios idiomas, incluyendo el alemán, húngaro, francés, inglés, polaco e italiano. Además, tenía una pasión por las bellas artes, la literatura, la historia, la poesía y la pintura.
En 1852, mientras servía en la Armada, conoció a la princesa Amalia en Portugal. Su relación se convirtió en amor, pero la tragedia golpeó cuando Amalia murió de tuberculosis a principios de 1853. Maximiliano llevó el recuerdo de su primer amor hasta su muerte, incluso portando su anillo.
En 1863, Maximiliano aceptó el trono de México como emperador. Se casó con Carlota Amalia de Bélgica, hija del rey belga Leopoldo I. Sin embargo, su reinado estuvo marcado por desafíos y circunstancias difíciles. A pesar de sus esfuerzos, Maximiliano no logró establecer un gobierno sólido y enfrentó la oposición de los liberales mexicanos.
