La SAGARPA anunció que México ha desarrollado tecnología para la producción de biodiésel mediante el manejo de plantas y semillas de piñón. Esta es una de las mejores alternativas para desarrollo de biodiesel, debido a su alto contenido de aceite y calidad industrial.
A través de un comunicado, SAGARPA indicó que esto representa una respuesta viable ante la demanda de alternativas de producción de biocombustibles amigables con el medio ambiente.
El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), que depende de la SAGARPA, realizó una colecta en la que participaron más de 70 investigadores, con el propósito de producir el combustible a partir de biomasa y aceite de semillas de piñón. Las autoridades seleccionaron los clones “Gran Victoria”, “Doña Aurelia” y “Don Rafael”, que cuentan con un alto rendimiento de grano y contenido de aceite.
La entidad indicó que en la actualidad, el etanol y el biodiésel son los biocombustibles más usados.
El etanol sustituye a la gasolina y se produce a partir de plantas con azúcares y almidones como caña de azúcar, maíz o sorgo. Este combustible se produce con el aceite de semillas de plantas como piñón, higuerilla, soya y palma de aceite, los cuales se emplean en la mezcla con el diésel.
De acuerdo al Instituto Mexicano para la Competitividad y la Iniciativa Climática, México se encuentra entre los 15 países con más emisiones de dióxido de carbono, por lo que es altamente vulnerable a sus impactos, y con esto se busca utilizar combustibles más limpios para reducirlas.
El piñón es un producto originario de América tropical y representa una de las mejores alternativas para el desarrollo de biodiésel gracias a su alto contenido de aceite y calidad industrial, con la ventaja de que es un cultivo accesible, adaptable y de fácil manejo.
En México, la distribución del piñón corresponde a los estados de Chiapas, Guerrero, Quintana Roo, Hidalgo, Morelos, Oaxaca, Veracruz, Tamaulipas, Puebla, Sinaloa y Yucatán.