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noviembre 23, 2024

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Mauricio Muñoz – Agente de cambio

Experiencia corporativa, en política, en emprendimiento y relación con inversionistas: todo se unió para dirigirlo en Monterrey Digital Hub.

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Soñaba con cambiar su entorno y en el camino encontró muchas maneras de lograrlo. Pero antes de todo, fue un joven de 17 años que llegó a Monterrey para estudiar su carrera profesional en el Tecnológico de Monterrey, con una beca del 90% por mérito académico.

Comenzó en Ingeniería Industrial, pero decidió cambiarse a Ingeniería en Negocios y Tecnologías de Información, de la que formó parte de la segunda generación.

Desde entonces, se involucró en puestos de liderazgo: fue presidente de la Federación de Estudiantes del Tec de Monterrey, Campus Monterrey.

Recuerda que el proceso fue como integrarse a un microcosmos de política dentro de la universidad, ya que ese era uno de los dos únicos puestos de elección popular. Se graduó en 2014 y obtuvo un puesto en el área de compras de Heineken. Esta etapa, aunque breve, es una de las que más felices lo han hecho profesionalmente.

Al cabo de un año, recibió su llamado a la política de su estado de origen y regresó a Chihuahua. Trabajó en el Congreso del Estado de Chihuahua como asesor, incidiendo directamente en las políticas públicas.

Recuerda que fue una experiencia interesante; sin embargo, se dio cuenta de que no era el camino que quería seguir, sino que quería encontrar otras maneras de incidir en mejorar su entorno.

En su búsqueda de nuevas oportunidades, había decidido irse a Ciudad de México cuando lo buscaron del Tec de Monterrey, precisamente por su experiencia como presidente de la Federación de Estudiantes. Le ofrecieron un puesto en el que trabajaría directamente con Salvador Alba, el entonces presidente del Tec de Monterrey, como coordinador de comunicación de presidencia.

Ese puesto le permitió aprender sobre transformación organizacional y desarrollo de talento. Además, participó con estudios e investigaciones que formaron parte del libro Un México Posible, que escribió Salvador Alba en conjunto con José Antonio Fernández Carbajal.

Esa experiencia sembró en él el sueño de transformar su entorno a través del emprendimiento.

EMPRENDER EL VIAJE

Así que un día llegó con su entonces jefe y le dijo que escuchar tanto de él sobre el poder del emprendimiento lo había impulsado a hacer lo propio. Un amigo suyo que vivía en Londres quería establecer un negocio de micromovilidad compartida en Monterrey. Lo acompañó a algunas juntas en el Tec, se enamoró del proyecto y su amigo le propuso asociarse.
Después de pasar un año explorando el proyecto, se convenció al 100%: su socio, quien también había sido su roomie, regresó a vivir a Monterrey y él renunció a su empleo en el Tec. “Le dije a Salvador que me iría a hacer lo que dice en sus conferencias que debemos hacer. Me fui a emprender a tiempo completo, con toda la carne en el asador”.

Mauricio Muñoz invirtió todos sus ahorros y vendió su carro, con mucha ilusión y muchos retos en el camino. El proyecto le apostaba a mejorar la calidad del aire y disminuir el tráfico vehicular a través de un servicio de motonetas que se compartían por medio de una aplicación.

Ya tenían un piloto en Distrito Tec y el plan era avanzar por distritos. Con el dinero de los inversionistas en el banco y a punto de “picarle el botón para detonar todo”, llegó la pandemia por Covid-19. Aún con nostalgia de lo vivido, Mauricio recuerda que, en marzo de 2020, decidieron poner el proyecto en el cajón y devolver el dinero a los inversionistas.

“Mi experiencia como emprendedor de tecnología fue difícil, pero positiva. Aprendí a darlo todo”, dice. El camino que recorrió con su socio, aunque no eran los planeados al inicio, les dio sus frutos. Algunos de los inversionistas que habían tenido en su proyecto los invitaron a formar parte de Privauto, un negocio de renta flexible de vehículos, enfocado principalmente en conductores de plataformas de movilidad.

Los inversionistas tenían concesiones de taxi, y Mauricio y su socio aportaron la plataforma y el conocimiento de movilidad compartida. “Vimos una solución viable para conductores que necesitan un activo productivo para generar. Está todo incluido, desde el seguro hasta el ahorro de combustible, ya que están convertidos a gas natural vehicular”. Hoy, Mauricio Muñoz participa como consejero y su socio opera al 100% el proyecto, con el apoyo de los inversionistas.

HUB DE EXPERIENCIAS

A unas semanas de haber tomado la decisión de poner en el cajón el proyecto de micromovilidad, Eduardo de la Garza, quien dirigía Monterrey Digital Hub, contactó a Mauricio Muñoz: necesitaba a alguien que pudiera navegar en el mundo empresarial y que tuviera la sensibilidad de un fundador de un negocio de tecnología.

El Digital Hub es un ecosistema que se compone de cinco actores principales: corporativos, startups, universidades, gobierno y fondos de capital de inversión. Así, el perfil de Mauricio cumplía cada uno de los aspectos: sabía del mundo corporativo por su experiencia en Heineken, del mundo del emprendimiento y de la relación con inversionistas gracias a su proyecto de micromovilidad, de universidades por su experiencia al lado de Salvador Alba, y de gobierno por su participación en el Congreso.

Cada uno de los espacios que recorrió, sin planearlo, lo dirigieron a donde está. Cuando se integró al Digital Hub, se encargaba del crecimiento del ecosistema al sumar a nuevos emprendedores y corporativos. Después de dos años, lo invitaron a quedarse Mauricio Muñoz, director general de Monterrey Digital Hub como director, en agosto de 2022.

Ahora, dirigirá a la organización para hacer un aceleradora para emprendedores B2B de tecnologías emergentes. La diferencia contra cualquier otro acelerador es que realizarán una prueba de concepto o piloto con uno de los corporativos que componen la comunidad.

Además, empezarán un fondo de inversión para startups y scaleups. Será un fondo multicorporativo. Para finalizar, Mauricio mencionó que la misión de Digital Hub está muy alineada con su propósito de vida, por lo que se siente muy afortunado.

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