La pasión del abogado y servidor público Javier González-Alcántara por el automovilismo comenzó en el 2000, cuando tenía 10 años. Su padre, a quien considera su mejor amigo y con quien comparte afición y profesión, influyó desde pequeño al llevarlo a talleres para ver cómo restauraban autos. En una de esas veces, se toparon con un ‘go kart’, muy sencillo, que estaban pintando. Estaba a la venta. Lo compraron y con ello comenzaron a ir al Autódromo. “Empezamos juntos. Teníamos solo un vehículo, así que lo compartíamos; 15 minutos cada quien”, recuerda el deportista, quien está listo para representar a México en el CIK-FIA Karting World Championship, a celebrarse en noviembre en Portugal.
DEPORTE EN LAS VENAS
El siguiente paso fue entrar en competencia, por lo que fue necesario adquirir otro automóvil. Al año, Javier ya había logrado su primer triunfo sobre la pista. “Siempre me ha gustado mucho el deporte. En la prepa, quedé campeón nacional de atletismo, corría muy rápido y eso lo aprovechaban mis entrenadores para ayudar al equipo de futbol”. Sin embargo, su destino deportivo estaba marcado sobre el asfalto. Guillermo Dávila y Jesús “El Güero” León fueron las personas que formaron parte su primer equipo en el automovilismo. Y aunque en un principio a Javier solo le interesaba ganar los campeonatos locales, poco a poco se fue involucrando de manera que encontró motivación para asistir a nacionales. “Me di cuenta que al ser campeón de esos torneos, formabas parte de la selección mexicana y de ahí, a representar a México en el Mundial de Kartismo”.
“No basta con hacer las cosas bien. Tienes que dar todo el tiempo la mejor vuelta posible”.
CAMINO AL ÉXITO
El hoy abogado y servidor público habla con pasión cuando de automovilismo se trata. Asegura que es un deporte muy completo, no solo se trata de tener una buena preparación física, sino que hay que saber de ingeniería, química y hasta física. Y por supuesto, tener un buen control de las emociones. “De nada te sirve saber la técnica de manejo, si tu cuerpo no va a aguantar”. A veces, la diferencia entre tú y el piloto de atrás son milésimas de segundo, hay que tener buena resistencia cardiovascular y buena técnica de manejo. “El buen piloto sabe administrar su energía a lo largo de los 26 minutos que dura una carrera. Debes estar concentrado en tu estrategia, que involucra el combustible, gestión de neumáticos, saber que no puedes usar toda la energía al principio, estar al pendiente de los demás pilotos… También se requiere de una buena preparación mental; es un deporte en el que controlas mucho tus emociones”.
HISTORIA EN LA PISTA
Aunque para González-Alcántara el kartismo es un ‘hobby’, es algo que toma con mucha seriedad. Actualmente, está por concluir la competencia nacional en primer lugar, para luego representar a México en el Mundial, donde se enfrentará a pilotos que ya fueron parte de la Fórmula 1, como Rubens Barrichello (Brasil, ex compañero de Schumacher en Ferrari) y Antonio Pizzonia (Italia, ex del equipo Jaguar). Una de las grandes satisfacciones del piloto regio ha sido compartir pista con pilotos que hoy tienen renombre en el plano internacional, como Checo Pérez, Danny Suárez (NASCAR), Noé León (Fórmula 3 con Red Bull), Pato O’Ward y Esteban Gutiérrez. “Somos un grupo de pilotos que hemos crecido juntos, aprendimos a correr y nos hemos desarrollado. Yo tuve que decidir a los 15 años si me dedicaba a esto profesionalmente. Mi mamá me inculcó que había que ayudar a la gente y por eso elegí estudiar Derecho. Sentí que tenía que hacer otras cosas”. A través de los años, Javier ha construido una trayectoria de éxito al haber sido campeón nacional en cinco ocasiones, en 2006, 2008, 2009, 2016 y 2017; así como competido en los mundiales de 2006 en Portugal, 2008 en Italia, 2016 en Italia y 2017 en Portugal representando a nuestro país.
EMOCIÓN Y ADRENALINA
Para practicar su deporte, Javier asegura que se necesitan tres principales cualidades: disciplina, autocrítica y saber controlar las emociones, mismas que lo han conducido hacia el camino del éxito. Su mayor orgullo, recuerda, fue la primera vez que quedó campeón nacional en Zacatecas, en 2006. “Fueron siete años de trabajo para lograrlo y no fue solo trabajo mío, fue entrenar junto a mi papá y al equipo. Quedar campeón a los 16 años… el esfuerzo vale la pena. Lo demás ha sido mantenerme entre los mejores”, puntualiza.