Para cerrar sus tratos, como vendedor de acero de exportación en la zona noreste de Estados Unidos, Humberto llevaba a sus clientes a comer a restaurantes sofisticados, que ellos elegían, mientras que él se encargaba de la selección del vino. Esto lo llevó a adentrarse en un nuevo mundo y a conocer sobre la cultura gastronómica probando platillos con ingredientes como trufa, foie gras y percebes, algo con lo que no estaba familiarizado y que lo llevó a vivir experiencias que le provocaron gran incomodidad, “Cometí muchos errores, pedía vinos espumosos o de postre, me equivocaba mucho en la selección. En la mesa siempre había bromas al respecto que yo me tomaba muy a pecho. Me sentía muy impotente de no saber escoger”, recordó. Durante 2 años vivió constantemente situaciones similares hasta que un día decidió que tenía que aprender sobre el mundo del vino.
Después, todo se fue dando y al poco tiempo, Juan B. Morales, de Vinoteca, lo invita a trabajar en un proyecto para lanzar un nuevo tequila en Estados Unidos, por lo que tuvo que tomar una decisión fundamental para su futuro, “Tenía coche de la empresa con logos en las puertas y ya viajaba. A mis 24 años me sentía miembro del Consejo. Me cambié cuando se vislumbraba un futuro ejecutivo muy padre”, compartió. Este movimiento en su carrera lo hizo únicamente con la premisa de lograr su objetivo: aprender sobre vino y gastronomía.
De trabajar en una compañía gigante, inició desde cero en un pequeño proyecto en el cual únicamente trabajaban una secretaria y él. Por un año viajó por el país vecino en función de distribuir el destilado por distintas ciudades. Después de este periodo se incorporó a Vinoteca para encargarse del área de vinos y 2 años después se encargó del área comercial de la empresa, en la que trabajó por 10 años.
De aficionado a emprendedor
Como parte de sus actividades en el área de vinos, Humberto visitaba restaurantes para, en conjunto con el restaurantero, elegir las mejores etiquetas para su carta. Fue así como en 1999 conoció a quien se convertiría en su partner in crime, el chef Guillermo González Beristáin, fundador de Pangea, con quien inició una profundaamistad. Comenzaron a reunirse para comer y probar vino por trabajo, después por gusto.
En 2001 viajó a Borgoña para capacitarse en enología y regresó enamorado de la vida de este pueblo alrededor de los viñedos y la gastronomía para darse cuenta de que en nuestro país se vivía algo similar, pero de manera diferente, cuando asistió a las fiestas de la vendimia en Valle de Guadalupe, Ensenada, “Ahí me enganché con el tema del vino mexicano, después de eso siempre llevaba vino mexicano a nuestras reuniones en Pangea”, afirmó. Dos años después de esto, González Beristáin le propuso hacer un vino titnto como hobby, a lo que su respuesta se convirtió en una obviedad. De pronto, ya se encontraban en Ensenada buscando lo necesario para elaborar su ensamblaje, la idea era producir una barrica y terminaron con 19, así nació Mariatinto, “Guillermo me dijo que no habría problema con la cantidad ya que él podría vender el vino en su restaurante, mientras que estuviera balanceado y fuera maridable con la comida”. Adicional a esto, también presentaron su vino a varios restaurantes de la Ciudad de México con sus amigos cocineros, quienes los apoyaron para darlo a conocer y vaya que fue muy bien recibido, incluso se convirtió en el primer vino mexicano en muchas cartas, “Ahí nos dimos cuenta de que teníamos que seguir con el proyecto”, compartió.
Al paso de unos años, el apasionado por los vinos partió a Valle de Guadalupe, Ensenada para estudiar enología y así tener un conocimiento profundo sobre esta bebida ancestral.
MARIATINTO: EL NOMBRE
Al aceptar embarcarse en la travesía de elaborar el vino, su única petición fue que se llamara “María”. Esto porque años antes, cuando estuvo trabajando en la distribución de tequila en Estados Unidos se enfrentó a un sinfín de comentarios y cuestionamientos por parte de los estadounidenses con respecto al trato de la mujer en México debido a que en esa época se vivía una situación delicada en relación a múltiples feminicidios en Juárez, Chihuahua, por lo que deseaba regresar con aquellos contactos para presentarles su homenaje a la mujer mexicana y mostrarles el lugar que ocupa género femenino en nuestro país. Sin embargo, al intentar registrar el nombre, su propuesta fue denegada, así que en una sesión de lluvia de ideas, y de mucho vino, junto con su socio, surgió el nombre con el que permanecen en el mercado desde hace más de 15 años.
UN RINCÓN PARA EL VINO
Después de 6 años más de continuar con la realización de su vino, terminó su ciclo en Vinoteca para enfocarse de lleno a la marca. Sin embargo, no quiso dejar su gusto de viajar a Europa para conocer productores y vinos, así surge su otro proyecto, la importadora de vinos Bodegas de Culto. En un inicio, su esposa Sandra y él cocinaban cenas en una casa en la colonia Del Carmen para presentar sus vinos, tiempo después a causa de los desastres del el Huracán Alex tuvieron que cambiar de ubicación y fue así como abren la tienda The Little Wine Market, en sociedad con Adrián B. Lozano, otro de sus grandes amigos, en donde cuentan con vinos de bodegas familiares de poca producción de países como España, Francia, Italia y Portugal, principalmente, así como también con una amplia variedad de vino mexicano. Es un lugar que ofrece toda una experiencia de compra con catas y asesoría para que sus clientes encuentren la botella ideal para ellos, pues la compra de vino puede llegar a considerarse intimidante.
Su principal objetivo es que este espacio sea consolidado como un ícono de la cultura regia, como un lugar es en donde se aprende a tomar vino, “Ojalá que a nuestros hijos les guste, lo disfruten y le sigan, eso sería lo más padre, que el negocio se quede en la familia y que siga por muchos años”, dijo.
EL FUTURO
Con Mariatinto lleva 15 años produciendo la uva, haciendo el vino, criándolo en barrica y haciendo los ensamblajes, algo que junto con Guillermo llevó al siguiente nivel ya que en 2008 adquirieron un rancho en el Valle de Guadalupe, Ensenada, donde buscan continuar con su marca y creciendo su proyecto, además, en donde le gustaría vivir de lleno otra etapa de su vida “Quisiera terminar mis días relajado, pegado al vino, viviendo el sueño de despertarme y trabajar el viñedo y la bodega, de recibir visitantes y cocinarles, como empezamos mi esposa y yo, pero en otro contexto”, externó.
Balero
Vino que busca ser enlace con los jóvenes que adoptan el vino tinto como bebida cotidiana
Madame Babette Y Sang Bleu
En 2009 adquirieron un viñedo en Roussillon, Francia donde producen estas etiquetas, 2 mil y 4 mil botellas respectivamente
M de Mariatinto
Conmemora los primeros 15 años de socios de González Beristáin y Falcón, es un selección de barricas
PLAYERS Brief
Vino: Château Haut-Brion
Viñedo: Castillo de Cuzcurrita
Libro: Las Cepas de San Lorenzo, de Edward Steinberg
Filme: Sideways, de Alexander Payne y Jim Taylor
App: Delectable
