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La Cantinta
La ópera “Madama Butterfly” es, quizá, la pieza artística más célebre del compositor italiano Giacomo Puccini, un autor intenso que gracias a su genio ha logrado conmover a los públicos de todos los tiempos. Puccini, además de arrogante según sus biógrafos, también era un hombre taciturno, una muestra inequívoca de las transformaciones estéticas de su época (1858-1924) donde se enfrentaron con garra la ternura y el horror, la belleza y el caos.
Correspondiendo a su vocación artística, el Conjunto Santander de Artes Escénicas impulsa la producción de esta ópera en la ciudad: una tragedia poética que nos narra, con infinita belleza, los conflictos (el amor y el odio) de una civilización. “Madama Butterfly” se presentará los días 9, 12 y 15 de Julio.
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La propuesta es magnífica para el público de México por varias razones. El reparto es encabezado por la gran soprano María Katzarava y en ella me detengo. Katzarava, quien actualmente es directora del EOBA, es una mujer que da voz y presencia a las nuevas generaciones con su talento y trabaja con pulcritud y ética, en la formación del bel canto. Es dueña de un instrumento privilegiado y portadora de una fuerte presencia escénica.
Esta mexicana inició su carrera muy joven y en una charla con la periodista Cristina Pacheco destacó la importancia de figuras como Ramón Vargas y Plácido Domingo en su trayectoria. También dijo que ganar el primer lugar en Operalia, en 2008, marcó un hito en su carrera.
La soprano, que interpretará el rol de Cio-Cio-San en “Madama Butterfly” aquí en Guadalajara, ha cantando en el Teatro alla Scala di Milano, el Royal Opera House en Covent Garden, la Opera de Lausanne, el Teatro Filarmónico de Verona, por mencionar algunos. Sin olvidar que interpretó a Elisabetta en “Don Carlo” en el Palau de les Arts Reina Sofía en Palermo cantando pues al lado de Plácido Domingo. Es una de las voces verdianas más jóvenes e importantes del siglo XXI.
Debo subrayar en el reparto la presencia del artista tapatío César Delgado, quien interpreta el rol de B.F. Pinkerton. Delgado se ha consolidado como el tenor mexicano joven con la carrera más importante actualmente.
Y sin más, el director concertador es ni más ni menos que el maestro Enrique Patrón de Rueda, una verdadera gran figura de la música en México, con más de 40 años de trayectoria y quien profesa, de manera casi mística, un profundo amor a la ópera. Según señala la organización Pro Opera: “Nadie ha dirigido más funciones en la historia del Palacio de Bellas Artes que él”.
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Participa también la Orquesta Solistas de América, el Coro Municipal de Zapopan y magníficas figuras como Tomás Castellanos (Sharpless), Vanessa Jara (Suzuki), Ricardo Calderón (Goro), Jesús Ibarra (El Bonzo), Mario Tenorio Guiot (Príncipe Yamadori/Comisario), Mireya Ruvalcaba (Kate Pinkerton).
Me encuentro, con mucho orgullo en el programa a Luis Manuel Aguilar, “Mosco”, quien está al frente de la dirección escénica, un creador referencial en el universo escénico de Jalisco y, portador de una sensibilidad exquisita, también a la bailarina Sandra Soto en el área coreográfica, a los talentosos vestuaristas Gerardo Neri y Alex Núñez, la señora Rosa María Brito -con su profunda sensibilidad- realizó el diseño de iluminación y la cineasta Rita Basulto -ganadora del Ariel- es la creadora de los contenidos plásticos.
En la dirección del proyecto lírico se encuentra César Barajas de la Lama y en el maquillaje y caracterización, Vannia Cárdenas. Guadalajara contribuye con su enorme talento a esta producción a través de Mario Montaño, Meztli Robles, Maetzin Vázquez y Karolina Ramos como titiriteros, sin olvidar a Guyphytsy Aldai, como bailarina de butoh. En toda esta secuencia de nombres podría enumerar años de trabajo e impecable trayectoria.
El trabajo de producción que realiza Conjunto Santander, uniendo el talento de Jalisco y de México para el público tapatío, es una apuesta estética arriesgada en un momento donde nadie produce ópera en este territorio.
También por la constelación de artistas de distintas disciplinas que unen sus años de oficio y talento para contar una obra histórica y culturalmente referencial en el mundo. Puccini deja a la posteridad una pieza maestra que debe reinterpretarse en cada una de sus épocas, tejerse con bordado fino para contarnos una historia que nos habla de tres arquetipos ineludibles: el amor, la muerte y el honor.
El estreno será la noche del 9 (18:00 horas) de julio en la Sala Plácido Domingo. Habrá dos funciones más: el 12 y 15 de julio (20:30 horas).