Calaverandia se consagra como uno de las experiencias más buscadas en Guadalajara, no solo por su belleza visual, sino por toda la producción que conlleva, lo que hay tras bambalinas y este parque temático, durante su operación requiere del talento de cientos de personas aproximadamente, y Julio Limón es uno de los tapatíos clave para que la producción de este atractivo de Día de Muertos salga a la perfección.
Actualmente, Julio Limón es Production & Marketing Manager, y en proyectos como Calaverandia, muestra la experiencia que ha forjado en el camino de la comunicación y la producción de eventos de lujo, que más allá de su prestigio, son un verdadero deleite sensorial y de belleza visual único en su tipo en una metrópoli como Guadalajara.
Julio habla tanto de aspectos técnicos, como del talento que cada uno de sus compañeros imprimen en proyectos de estas dimensiones. Recuerda con orgullo los primeros pasos que dio al seleccionar a la comunicación y sus diferentes campos creativos como vocación profesional.
“Me llena muchísimo de orgullo ser parte de un equipo tan espectacular. Solo soy una pieza chiquita de todo lo que representa Altea”.
Fotografías cortesía Julio Limón
Abrir camino y oportunidades, claves en Julio Limón
Altea es la empresa tapatía detrás de proyectos como GDLUZ, Calaverandia y Navidalia, enfocada en festivales y parques temáticos con aplicación de tecnología, iluminación y arte. Desde hace seis años, Julio forma parte de esta maquinaria creativa.
Previo a integrarse a Altea, Julio tuvo a la Ciudad de México como residencia, en donde llevó la coordinación e integración para diversas marcas enfocadas al mercado del lujo. Así tomó experiencia en destacadas firmas como Rolex, Bvlgari o Chanel, por ejemplo.
“Desde que estaba en Ciudad de México empecé a ver que Altea hacía cosas diferentes. Me llamó la atención, eran cosas diferentes a las que estábamos acostumbrados a ver en Guadalajara”. Con esta idea, Julio no dudó, en un corto plazo, en regresar a su ciudad natal y empezar una nueva historia con esta compañía.
Decidido a emprender proyectos diferentes, Julio envió un correo a Altea para exponer su talento. Suerte o coincidencia, las puertas se abrieron en el momento justo.
“A la hora me contactaron”, recuerda con humor y al referir que para ese momento, Altea ya había desplegado en el Centro Histórico de Guadalajara la producción de GDLUZ en coordinación con el gobierno municipal y estatal. Proyectos como Calaverandia estaban en el horno ya casi listos para debutar.
“Cuando me presentaron Calaverandia en renders, no sabíamos cómo quedaría, si sería posible. Me convencí yo mismo y regresé a Guadalajara para llevar la gerencia de producción y marketing. Estoy contento, han sido seis años de muchísimos retos, de emociones. De tocar la puerta con una primera edición en la que nadie creía, con esta magnitud, que esto fuera posible”.
El diseño gráfico, el inicio de todo
Desde la preparatoria Julio Limón determinó que la creatividad sería su camino. Egresado como diseñador gráfico, este joven tapatío tuvo un primer proyecto espectacular: ser coordinador general de diseño de la golfista Lorena Ochoa en Ochoa en Ochoa Sports Management.
“Siempre me llamó muchísimo la atención el impacto de una marca en eventos. Siempre dije que trabajaría en eventos y al final se dio. Empecé a hacer la imagen de los torneos de Lorena, de los eventos. Es algo que me apasionó muchísimo”.
Paulatinamente decidió migrar a Ciudad de México y además de diseñar, Julio también mostró otras facetas al llevar comunicación, marketing y producción hasta cautivar a firmas de lujo como Rolex.
“Todo este aprendizaje, esta curva que he tenido en más de 10 años, me lleva hoy aquí, con Altea, en proyectos como Calaverandia, en donde he tratado de implementar, junto con un equipo maravilloso, todos estos recursos que he adquirido. Siempre ha sido en el entretenimiento, la producción”.
TOMA NOTA: Durante el mes de octubre, Guadalajara tendrá una movida agenda temática a la temporada con Calaverandia, Scream Park, conciertos como Festival Xantolo y Candlelight, así como la Feria del Cartón y Día de Muertos. Da click a cada evento y descubré de qué se tratan.
“Este trabajo no es para todos”: ¿Qué implica ser un creativo en comunicación y producción?
Julio retoma esta frase y señala que los esfuerzos que implica esta vocación no es para todos. No solo se trata de creatividad, pues las jornadas y temporadas laborales pueden ser altamente demandantes en horarios, fines de semana y, desde luego, en la vida personal.
Si bien esta profesión se ha fortalecido como una industria y las especialidades cada vez son más frecuentes, hace una década el panorama y oportunidades en Guadalajara no eran tan alentadoras como lo vive hoy Julio y su gremio.
“En Guadalajara hace 10 años no había esta apertura y para mí ha sido interesante, un reto muy cool, el poder abrir y exponer que la ciudad está lista para eventos de clase mundial con todo este impacto de marca”.
Teniendo como ejemplo a Calaverandia, a Julio no solo se sorprende que cientos y cientos de extranjeros acudan al parque buscando una experiencia de sello mexicano. También se maravilla saber que los visitantes foráneos y hasta locales piensen inicialmente que este tipo de producciones son hechas por extranjeros ante la calidad que presentan. El orgullo se reafirma cuando Julio presume que este tipo de iniciativas están hechas por tapatíos.
“El sector del entretenimiento tiene una ventana de oportunidad enorme y que se convierta en una exponenciador de talento, creatividad, de marca, de impacto turístico, económico, es impresionante. Me da mucho orgullo ser parte de un equipo que está en esa transformación del entretenimiento local con calidad de exportación”.
Dirección y responsabilidad, la otra cara tras bambalinas
Llevar la batuta de un departamento clave en la producción y posicionamiento de un proyecto, marca o evento no se toma a la ligera, puntualiza Julio al recalcar el compromiso y responsabilidad que un puesto como el que comanda implica. Trabajar en equipo, resolver, direccionar, es lo que el público no suele ver cuando un proyecto finalmente inicia.
“Cuando estás en la marcha para que las cosas sucedan, traes la adrenalina al 100. A lo mejor piensas que ya no aguantas, que ya no quieres seguir, te llega el cansancio. Pero cuando llega la apertura del parque, ves a la gente sonriendo, todo pasa. Vuelves a tu centro, a entender por qué estás en esta industria”.
“Al final tengo una responsabilidad de cierto nivel, pero soy siempre muy consciente que sin el equipo que tenemos alrededor, esto no sería posible. De cada persona de cada departamento siempre aprendes y tengo un lema: cuando dejas de aprender, es tiempo de moverse. Esto es motivación para todos los días”.
