Andrea Aguilar y Ricardo Gutiérrez han tenido un dulce inicio como emprendedores al apostar por el gelato como producto estrella de ANDRA, un nuevo recinto gastronómico en Guadalajara que buscar marcar una experiencia diferente en los sentidos de los tapatíos.
Desde hace 2 años, Andrea y Ricardo pusieron en marcha el paso a paso para que ANDRA viviera la inauguración de su primera sucursal en la calle Morelos 2191, en la colonia Arcos Vallarta.
Tras un detallado proceso que implicó diseñar y armar desde cero cada una de las características de este espacio, hoy ANDRA vive su primera etapa como negocio emergente con un menú bastante nutrido con el gelato hecho artesanalmente con nitrógeno líquido hasta una barra de café de alta especialidad.
Andrea Aguilar Suárez, de 25 años, egresada de Administración y Estrategia de Negocio del Tec de Monterrey, quien también se ha especializado en mercadotecnia y retail, es socia fundadora de ANDRA y en entrevista para Players of Life Guadalajara, nos relata cómo ha sido el desafío de emprender con uno de los postres más fascinantes en historia, técnica y presentación.
“Siempre me han gustado las cosas diferentes, los negocios. Empecé a trabajar desde muy chica en diferentes cosas hasta que ahora, con mi socio Ricardo, decidimos emprender un negocio. No sabíamos bien por dónde empezar, teníamos muchas ideas, pero con esas ganas de hacer algo diferente”.
De ser una idea, el anhelo de hacer algo tangible y cautivador para los tapatíos, Andrea y Ricardo han conformado un equipo de trabajo especializado en brindar a los tapatíos no solo sabores e ingredientes de calidad, sino ir más allá con una narrativa de inspiración y estética para enamorar a primera vista.
Fotografía: Players of Life Guadalajara – Claudio Jimeno
Cuándo empezaron a definir cuál podría ser el concepto, el producto estrella ¿Cómo analizaron el mercado de Guadalajara, qué los animó a dar el paso?
“Siempre me ha gustado el gelato, en general del helado, soy amante de todo lo dulce. Ya traía la espinita de encontrar un helado o gelato que realmente me gustara, pero no había encontrado alguno en Guadalajara que me gustara.
En un viaje probamos helados con una textura increíble que nos gustaron. Nos dijimos: ‘¿Por qué no traer algo así en Guadalajara, pero en lugar de un helado, mejor un gelato?’. Analizamos en la zona cuáles eran las gelaterías que pudieran tener este enfoque, que utilizaran esta terminología, por un gelato es muy diferente a un helado duro o suave.
Nos dimos cuenta que realmente no había muchas opciones. Ricardo también tenía la idea de una cafetería de especialidad y así unimos las dos cosas. El gelato es europeo, trae esa variante que también va muy de la mano de un café, el ejemplo claro es un affogato, que es una combinación de un helado de vainilla con un espresso.
Fotografía: Michelle Freyría
Cuéntanos de la estética y técnica que desde el inicio pensaron para el menú de Andra… ¿Cómo participa el nitrógeno líquido en los gelatos?
“El nitrógeno líquido es algo increíble. Este componente está a menos de 100 grados y lo padre es que al momento en que entra en contacto con el medio ambiente, desaparece, pero cuando lo mezclas con una materia prima de muy buena calidad y a una velocidad exacta, puedes crear algo asombroso.
El nitrógeno no te cambia el sabor ni te añade algo extra, te ayuda a que tengas esa cremosidad increíble, que a lo mejor lo no puedes conseguir una máquina tradicional de un gelato. Al hacerlo al momento te ayuda mucho a no tener esa porción de conservadores, que quizá en uno tradicional puedes tener.
Por eso nosotros lo hacemos al momento, tenemos nuestra base y al momento en que un cliente quiere un gelato, por ejemplo, de vainilla, se hace el momento, para lograr esa calidad y reducir los conservadores, aludir a la experiencia y el sabor”.
Fotografía: Players of Life Guadalajara – Claudio Jimeno
Al tener claro cuál sería la apuesta con ANDRA, ¿Qué ha sido lo más complejo de emprender con el gelato hasta abrir las puertas del negocio en Guadalajara?
“Muchas veces no sabemos por lo que pasa un emprendedor hasta que no lo vivimos. Quizá, en la escuela te dicen mucha teoría, pero no hay nada como en la práctica.
Una de las primeras cosas para dar el paso y darle sí al proyecto, fue tener el apoyo de una persona que queremos muchísimo, Miriam Bretón, maestra del Tec de Monterrey, especializada en todo el tema de marcas. Ella fue clave para aventarnos y dar el primer paso, hacer de nuestra idea algo tangible.
Nosotros empezamos con marca nueva, concepto nuevo, nuestras ideas de producto. Nos quisimos aventar a que todo fuera nuevo”.
Fotografía: Michelle Freyría
¿Cómo se definió el menú de ANDRA, su carta de presentación para los tapatíos?
“En el gelato seleccionamos 12 sabores tradicionales, 12 sabores de gelato al plato y 6 sabores de pay de gelato. Si nos vamos a otro producto, que también tienen gelato, están las malteadas en las que tenemos 5 sabores diferentes.
En los tradicionales y al plato, tenemos una variedad de opciones robusta, desde saludables que no contienen ni lácteo ni azúcar como el matcha o chocolate healty. Tenemos otras opciones muy dulces, intermedias, así como a base de agua como peras al vino tinto o mango con arándano, y hasta maracuyá con mezcal.
En el pay de gelato tenemos otras opciones, porque 2 de los pays tienen doble relleno. También tenemos un sabor originario de Querétaro con el mantecado”.
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Como comensales, ¿Cómo descubrimos esa narrativa e inspiración detrás de cada gelato de ANDRA?
“El gelato al plato es un poco más complicado, tiene un nivel más exigente (de praparción). Al cliente no le damos la típica bolita. Le contamos una historia por medio del platillo, es una experiencia gustativa con los diferentes ingredientes y texturas que puede tener el gelato.
Por ejemplo, el tropical está inspirado 100% en un cóctel de mixología. Lo podemos ver desde la presentación como si fuera una bebida de cóctel, está el gelato de maracuyá con mezcal, bizcochos y gelatina pura de mezcal aludiendo a los hielos que puede llevar una bebida de mezcal, además se hace la quema de un romero para incentivar el olfato y las hojas fuego como complemento en la decoración”.
Fotografía: Michelle Freyría
¿Qué significa ANDRA, cómo da identidad al concepto que buscaban?
“Trabajamos con una empresa para que nos ayudara en la creación de un nombre. Nosotros queríamos un nombre que fuera fácil de recordar, que no tuviera nada relacionado al tema de gelato, café o de restaurante.
Queríamos un nombre muy moderno, minimalista. Entre las opciones salió ANDRA y nos gustó muchísimo. Para nosotros no es solo el nombre de nuestra marca, le hemos dado otro significado: servir y consentir a todos nuestros clientes.
Nos encanta que los clientes puedan vivir esa experiencia de sabor, de textura y lo que es estar dentro de nuestro local, que también quisimos hacerlo muy cómodo y acogedor”.
Con todo lo que vivieron en el emprendimiento de ANDRA ¿Repetirían la experiencia? ¿Cómo ves ahora el proceso que implica echar andar un negocio como el de ustedes?
“Sin dudarlo lo volvería a vivir. Es una experiencia muy retadora, que te pone a prueba en todos los sentidos, que te lleva hasta el límite. Justo aquí es donde puedes medirte en cuestión de carácter, de tu perseverancia. Mi socio Ricardo Gutiérrez y yo hemos crecido como personas.
Ahora con la experiencia podría corregir muchos errores que tuvimos al principio y que a lo mejor vamos a seguir teniendo. Con el tiempo se va aprendiendo, pero es una experiencia padrísima”.
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