Lo que comenzó como un hobby para Ana Pau Llerenas se ha convertido no solo en un exitoso negocio de joyería con la firma ANNSTONE Jewelry, sino también en una plataforma para animar a más mujeres a tomar el emprendimiento como un estilo de vida.
Ana Pau Llerenas es una joven emprendedora, quien nacida en Tlaxcala y radicada en Guadalajara desde pequeña, hoy es un referente de cómo las mujeres han impulsado la vida empresarial con liderazgo creativo.
“No me quedo quieta, soy medio hiperactiva. Considero que esa es una habilidad que me ayuda a tener un negocio. Siempre estar viendo qué hacer, qué más. Es algo que siempre he tenido, esa chispita, por eso emprendí”.
FOTOGRAFÍAS: Players of Life Guadalajara – Carlos Zepeda
De manera independiente, Ana Pau labró a sus 18 años de edad los cimientos de lo que hoy es ANNSTONE, firma de joyería que progresivamente se expande en México, marcando presencia en Guadalajara, Plaza Satélite en Estado de México, Oceanía en Ciudad de México y Monterrey.
“Siempre mis sueños han sido más grandes que el miedo. Desde esa perspectiva, siempre digo que el miedo nunca se va a ir. Si abro otra sucursal me volverá a dar miedo, pero creo que el voltear a ver que hay otras mujeres para inspirarte de esos casos de éxito, como Marisa Lazo, a otras empresas grandes que también empezaron desde cero, es darte cuenta que si ellas puedan yo también puedo”.
El primer paso de Ana Pau Llerenas con ANNSTONE
La idea de impulsar un proyecto propio siempre ha estado latente en Ana Pau. Esa visión también la ha compartido con éxito a cientos de mujeres a través de su faceta como coach y sus cursos que año con año convocan a jóvenes talentos que buscan transformar sus sueños en negocios.
Ana Pau conoce la ruta de las tendencias como la propia palma de su mano. Y aunque su formación académica nada tuvo que ver en un inicio con el diseño, su estudio en Administración y Mercadotecnia en la Universidad Panamericana, ha sido un aliado para concretar el sueño que siempre tuvo en la mira: crear su propia empresa.
Mientras estudiaba, Ana Pau comenzó a diseñar su propia joyería. Su atractiva propuesta rápidamente llamó la atención de sus compañeros de escuela que no dudaron en solicitarle tenerlos a la venta.
“Empezó como un hobby, yo armaba la joyería en mi casa, para uso propio. Me empezaron a pedir en la escuela. Poco a poco me lo tomé más en serio. Las clases en la universidad sí me abrían el panorama para emprender”.
Animada por las ventas que crecían en su círculo de amigos, los bazares abrieron una nueva posibilidad de posicionamiento en la ciudad. No obstante, este formato no compaginó del todo con la libertad que Ana Pau buscaba para su emprendimiento.
“Yo veía lo que le gustaba a mis amigas. Luego empecé a vender en bazares, fue la manera en ese entonces que yo veía que se vendían este tipo de joyas. Había mucha competencia, para mí era muy pesado estar en los bazares. Ahora mis fines de semana son sagrados y sacrificarlos no me gustaba”.
Ir más allá y hacerlo tangible
Con el boom del e-commerce y la creciente confianza para comprar con seguridad en línea, ANNSTONE abrió su plataforma web para ventas. Y si bien la pandemia significó un reto mayúsculo para todo tipo de negocios, el proyecto de Ana Pau encontró en este momento el empuje necesario para crecer sus ventas contra todo pronóstico.
“Siempre he sido de la idea de ‘hazlo’ y después ves qué aprendes. No tengo que saber yo absolutamente todo o tener todo perfecto para emprender o crecer mi negocio. Fui aprendiendo en el camino, eso fue lo que me enseñó”.
A raíz de esto, Ann Stone apostó por llevar el negocio a lo físico nuevamente bajo su propio formato y reglas de operación: puntos de venta en centros comerciales. Así nació la primera isla de joyería de ANNSTONE en Guadalajara.
“Una vez fui a la una plaza y estaba llenísima y dije: ‘¿por qué yo no estoy aquí vendiendo mi joyería? Sería un éxito’. Nadie lo estaba haciendo, solo había visto que lo hacían en Estados Unidos. Me metí a investigar plazas y así abrí mi primera isla”.
“Una parte fundamental es el equipo que tengo. Sin mi equipo no pude haber crecido. Tengo un equipo de gerentes, supervisoras, de vendedoras, con quienes me he esforzado porque todas tengamos esa misma idea, ese mismo propósito y esencia. Hacer que las mujeres se sientan bonitas con lo que usan y cómo se ven. Cuando a un cliente le das un buen servicio, eso es mucho más grade que cualquier programa de fidelidad que puedas tener”.
Ser inspiración para formar a más emprendedoras
La visión de Ana Pau no solo se conformó con el éxito gradual de ANNSTONE. Viendo cómo eran constantes las preguntas sobre su fórmula de éxito, cómo lograba impulsar su negocio, esta joven empresaria decidió encausar su conocimiento con su plataforma de cursos anuales y la membresía “El club de empresaria”, en el que cada semana comparte una clase con un tema en particular.
“En ayudar a otros emprendedores he encontrado un propósito muy diferente. Cuando empecé a crecer muchas personas me preguntaban cómo le haces con esto, no tengo ventas, tengo miedo, no sé cómo hacer redes sociales.
Si yo pude tener esta vida que construí, que siempre había querido, por qué no ayudar a otras mujeres a hacerlo”.
Ana Pau reflexiona sobre cómo aún persiste un poco la idea de qué los negocios o temas relacionados son enfocados a los hombres, y cómo esto puede ser una limitante a tan solo dar el primer paso de focalizar ese sueño, esa idea de emprender.
“También somos súper capaces de crear todo lo que queremos, que somos creativas. Tal vez no hacemos negocios como los hombres, pero hacemos negocios como las mujeres y eso tiene un alto valor. No tenemos que hacer negocios como alguien más, sino hacerlos como nosotras somos. Eso es lo que diferencia a una marca, la personalidad de la persona que está como líder”.
También, a través de su podcast “Piensa como empresaria” puedes conocer más sobre la experiencia de Ana Pau Llerenas y su forma de hacer negocios.
Lo que sigue
Los planes de expansión para llevar a ANNSTONE a más ciudades de México están presentes. Ana Pau analiza nuevas posibilidades no solo para diversificarse en el país, también tiene en la mira el sueño de incursionar en el mercado de Estados Unidos.
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