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noviembre 26, 2024

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RETROVISOR: Pan Mena, un legado que alimenta el alma de Saltillo desde 1925

En el corazón de Saltillo, la tradición y el sabor tienen nombre: PAN Mena, la más antigua productora de pan de pulque en la ciudad.

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En el corazón de Saltillo, la tradición y el sabor tienen nombre: Panadería (PAN) Mena, la más antigua productora de pan de pulque en la ciudad.

Este icónico establecimiento, fundado en 1925, no solo representa una herencia familiar, sino también un testimonio viviente de la evolución de Saltillo y su gente.

Don Jesús Carlos Mena Suárez, actual custodio de esta tradición y de la historia, una historia que comenzó con su abuela Dolores Guzmán viuda de Suárez, quien se atrevió a desafiar las voces de escepticismo.

En aquel entonces, establecer la panadería en lo que hoy es la Calzada Madero parecía una locura, pues el área era poco más que un monte. Sin embargo, con determinación y amor por su oficio, sentó las bases de lo que sería un emblema de la ciudad.

Pan Mena de hornos de calabaza al modernismo sin perder la esencia

En sus inicios, Panadería Mena utilizaba el tradicional horno de calabaza. No fue sino hasta 1959 que incorporaron un horno giratorio de diésel, marcando un punto de inflexión en sus procesos.

Aunque las técnicas se modernizaron, Don Carlos cree que la esencia del pan de pulque, con su aroma único y textura inconfundible, se ha mantenido intacta.

El arte de hornear: una rutina diaria y un legado en cada pieza

Desde el amasado hasta la cocción, cada pieza de pan pasa por un meticuloso proceso que culmina alrededor de las ocho de la noche.

En un solo día, producen miles de piezas: 2,000 empanadas, 2,500 molletes, 1,200 semitas y más, adaptándose a la demanda diaria.

Un futuro con raíces firmes

Más que una panadería, Panadería Mena es un símbolo de perseverancia y amor por el oficio. Cada pieza de pan lleva consigo no solo el sabor inigualable del pulque, sino también un pedazo de historia y cultura saltillense.

Actualmente, don Carlos y sus cuatro hijos mantienen el futuro con buena vista. Sirviendo como cultura para los saltillenses y como símbolo de unión en cada casa.

Al visitar este lugar, no solo se disfruta de un delicioso producto; se experimenta el alma de Saltillo, amasada y horneada desde hace casi un siglo.

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