Hay una empresa que endulzó a Guadalajara durante décadas: Helados Bing, heladería con gran esencia tapatía que tuvo una gran historia por su fundador Adolf Horn.
Helados Bing vivió años de gloria no solo en Guadalajara, pues a nivel nacional marcó un antes y un después en el concepto de franquicias, siendo pionero de este modelo de negocio que rápidamente enamoró a los mexicanos.
¿Te acuerdas de las nieves y malteadas de fresa, cereza, espuma de ángel o chicochip? ¿Qué bellos recuerdos tienes con Helados Bing, con tu familia, con tu infancia? Checa los orígenes e historia de Helados Bing.
El rosa y el blanco fueron los colores que identificaron por año a Bing, en sus sucursales y uniforme.
¿Cómo Adolf Horn ideó a Helados Bing? La historia del más puro amor
Si bien Adolf Horn no era tapatío, su legado y visión empresarial y diplomática lo consolidaron como una de las figuras más importantes de Guadalajara, Jalisco y México. Hoy, uno de los galardones empresariales más destacados de México lleva su nombre.
Helados Bing: un negocio legendario de Guadalajara
El profundo amor y admiración que Adolf Horn tenía por su esposa, Lina Bingham Horn, fue el génesis de Helados Bing, al menos en su mítico y legendario nombre que perduró hasta la entrada del nuevo milenio.
El empresario Adolf Horn y su esposa Lina Bingham, fundadores de Helados Bing en Guadalajara.
La primera sucursal de Helados Bing abrió sus puertas con su icónico color rosa pastel y combinación con blanco en 1965. El nombre de la novedosa heladería fue en referencia al cariñoso diminutivo del apellido de la esposa de Horn, Lina Bingham.
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“Estás en edad de Bing…” Los helados costaban 1.20 pesos
Esta heladería tapatía, más allá de su modelo de negocio, fue un despertar para la sociedad tapatía en cuanto a desarrollo de estilo de vida. Con el crecimiento de las sucursales, Helados Bing llegó a tener 600 en su historia a nivel nacional, las familias modificaron sus actividades. ¡Todos querían un helado o una cremosa malteada Bing y salir a pasear por las tardes!
Para el inicio de la década de los años 90’s, Bing incluso llegó al mercado español con la apertura de su primera sucursal en el país ibérico en 1992.
Además, desde la heladería también se apoyaba al comercio local con la compra de sus ingredientes y proveedores como los congeladores y cámaras frigoríficas de FRIOTERMICA, que se fabricaban en Guadalajara.
Más allá de lo familiar, Bing y sus sucursales, con mesas y algunas con terraza, eran la cita ideal para los enamorados de la época. ¡Que te llevaran a Helados Bing era el sueño, la cita perfecta!
Aunado al relajado ambiente familiar y juvenil que ofrecía el negocio de Adolf Horn, las nieves de Bing tenían un menú único en su tipo para su época. Su barra de helados tenía 17 sabores –una verdadera novedad en México- y costaban un 1.20 pesos, un peso con 20 centavos.
Su popularidad creció gracias a estrategias clave en su marketing y comunicación llevando su también icónica frase “Estás en edad de Bing” a la radio y televisión.
¿Qué vendía Helados Bing? Además de sus clásicas bolitas de nieve de crema o agua, tenía banana Split, malteadas de chocolate o vainilla, sundae o su copa Bing Special, que era el lujo de los lujos del menú.
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¿Qué pasó con Helados Bing y por qué cerró? El ocaso y transformación en Dolphy
Aunque las heladerías estaban en su auge y era la firma nacional líder en su nicho, Adolf Horn decidió delegar la dirección del negocio. Razones personales y de salud, lo animaron a poner en venta su gran emprendimiento.
Para 1983, el empresario José Luis González González, entonces presidente de Coca Cola en México y posterior dueño de Helados Holanda, aceptó la oferta y llevó la batuta de Bing. No obstante, solicitó a Horn que siguiera como consejero de la empresa.
Para mediados de los años 90’s, Helados Bing consolida su fama con 600 tiendas en México. en esta época, la implementación del Tratado de Libre Comercio, Bing recurre a la empresa Uniliver. Las nuevas políticas comerciales y desafíos económicos, detonaron el ocaso de Bing y para 1998 la que fue la flamante empresa mexicana, se vio reducida a 30 tiendas.
Quizá visualizando los retos de mantener a Bing en pie y las tendencias que llegaban a México en postres y conceptos de helado, José Luis González y Adolf Horn optan por refrescar su negocio dando paso a Helados Dolphy.
Finalmente, entrando al nuevo milenio, en el año 2000, Helados Bing cierra totalmente por el grupo empresarial Uniliver.
¿Quién fue y qué hizo el empresario Adolf Horn?
Adolf Horn fue un empresario y diplomático de origen cubano-estadounidense. Nació en La Habana, Cuba, en 1911. Su padre fue alemán y su madre estadounidense.
La familia Horn se dedicaba a la operación de ferris en Florida y Cuba, este negocio fueron las bases empresariales de Adolf. Con el fallecimiento de su padre, en 1936, Adolf toma la batuta del negocio familiar.
En Guadalajara vivió la apertura de la Agencia Consular de Estados Unidos en 1881. Posteriormente, en 1908, se transformó en consulado, estableciéndose finalmente en 1960 en Consulado General.
Adolf Horn llegó a Guadalajara en 1958 y fue el primer cónsul general.
A la par de su icónico negocio con Helados Bing, la historia de Adolf Horn fue más allá al ser clave en el desarrollo empresarial de la Perla Tapatía y de Jalisco, impulsando a muchos emprendedores que, con el tiempo, se convirtieron en destacados empresarios locales, nacionales e internacionales. Fue clave en la vinculación comercial y diplomática entre Estados Unidos y México.
Entre sus máximas aportaciones, fue el posicionamiento y proyección de la Cámara de Comercio de Guadalajara, además de ser pionero del programa de Desarrollo Empresarial Mexicano.
En 2007, Adolf Horn falleció a los 95 años de edad. Una de las avenidas más importantes al sur de la metrópoli tapatía, lleva su nombre.