Hay historias que tienen un arranque difícil de asimilar y eso lo sabe bien el chef Óscar Ruiz Garza. Algunas inician con un hallazgo imposible, otras con años de esfuerzo y dedicación hasta que sucede algo que da el banderazo de salida. Hay otras, en cambio, como la de Bruna, que inician con unas papas.
Sí, las llamadas papas Bruna son, según Óscar Ruiz Garza, chef encargado de Bruna y Octo, uno de los mayores éxitos de una cocina que desde su aparición en la ciudad se ha convertido en uno de los must de la rica gastronomía de Guadalajara.
“Comencé con las papas Bruna. Era un menú muy corto, como de 10 platos cuando mucho: tres entradas, cuatro platos, dos postres, que todavía siguen en la carta. Las papas Bruna han sido como el signature del restaurante, lo que no te puedes perder. La misma gente dice: ‘Si vas a Bruna, pide las papas Bruna’”, explicó Óscar Ruiz Garza.
Apostar por lo propio
Pero, ¿qué llevó a este regiomontano, quien migró a Guadalajara deseando ser ingeniero, a estudiar gastronomía, para luego abrir uno de los restaurantes más reconocidos de la Ciudad?
“Vine a estudiar la carrera cuando Monterrey era una ciudad muy insegura. En esa época también conocí a Luis, mi pareja y socio. Yo no pensaba ser cocinero cuando vine a Guadalajara. Buscaba algo relacionado con lo que sabía hacer por mi formación como ingeniero industrial”.
“Los puestos que yo buscaba eran para que los ocupara gente con mucha trayectoria. Por más que buscaba, no encontraba algo que correspondiera con mi experiencia, así que un día Luis me dijo: ‘¿Y por qué no haces otra cosa? Tú cocinas bien… ¿por qué no te metes a estudiar la carrera de Gastronomía?’. Sus palabras me dejaron pensando”.
Bruna, el restaurante que marcó su historia
Antes de Bruna, el chef Óscar Ruiz Garza abrió el restaurante Fish and Shrimps, todavía como estudiante. Ahí adquirió cierta experiencia en el ámbito de la gastronomía. Y aunque sólo operó durante un año, fue suficiente para que empezara a germinar Bruna.
“Decidimos abrir Bruna en 2016. El proyecto fue pensado para 30 personas, así que nos instalamos en un lugar muy pequeño. Sin embargo, a la segunda semana de haber abierto ya era un boom. Recuerdo perfectamente cómo se fue dando el crecimiento, porque una página sacó una reseña que hablaba de los 10 nuevos restaurantes de Guadalajara que el lector no se podía perder, y Bruna estaba en el puesto número uno”.
“Conforme iba pasando el tiempo, tuvimos que ir adaptando más áreas de la casa, hasta que llegó un punto en que la señora que nos rentaba nos dijo: ‘Viene muchísima gente, me van a destruir mi casa… les recomiendo que busquen otro lugar’”, recordó el chef.
Tras su primera aventura en el local de Lope de Vega, los dueños encontraron un nuevo espacio para Bruna. La mudanza dio pie a que apareciera otro de sus sellos distintivos: la fusión de arte y gastronomía. Había nacido Bruna Vértice.
“Afortunadamente encontramos esta casa en Lerdo de Tejada, y también fue creciendo poco a poco. Primero el área dentro de la casa, luego hicimos una terracita y después una parrilla en otra parte. Hemos estado en constante evolución”.
Luego de esta colaboración, Bruna se afincó en su actual localización, en la cual sigue creciendo, con el objetivo de ofrecer, más que gastronomía de primera, toda una experiencia para los sentidos del visitante.
¿Dónde está el restaurante Bruna en la metrópoli tapatía?
Puedes visitar Bruna en Lerdo de Tejada 2418. De domingo a jueves, su horario es de 14:00 a 23:00 horas; viernes y sábado, de 14:00 a 23:30. Las reservaciones se pueden hacer con una anticipación de 10 días, en su página web: bruna.com.mx/reservaciones.php
El dato: Bruna y Octo se han sumado con creatividad a las temporadas clave en el paladar tapatío y muestra de ello fue su gran éxito en la reciente temporada de chiles en nogada en Guadalajara.
La voz de la experiencia
- “Parte de esa experiencia es que cuando la gente viene, siempre encuentra algo diferente”.
- “Vamos a tener la nueva cocina de humo, vamos a ser un parteaguas en la ciudad, una cocina que también se va a diferenciar de las demás”.
- “Hay que buscar tu esencia, ponerle tu cariño a la receta”.
- “Bruna fue una perrita que teníamos Luis y yo, y es un nombre que a Luis siempre le llamó mucho la atención”.
- “Bruna suena muy parecido en 24 idiomas. Significa ‘morena’, por eso aquí todo es blanco y negro”