Por Armando Castaño, presidente de Jóvenes Empresarios de Coparmex Jalisco
¿Se nace siendo emprendedor o se hace en el camino? Con frecuencia me preguntan cómo nace un emprendedor, y muy a título personal creo que se nace y se hace. Desde pequeño siempre me apasionó comercializar lo que fuera, comprar y vender. Así lo hacía en mi escuela vendiendo dulces, no siempre había ganancias, pero eso me permitió identificar donde estaba la pérdida.
A los 16 años, en conjunto con mi prima, arranqué mi primer emprendimiento formal que se llamaba “Party Express”, una empresa de servicios para fiestas, cerramos. Después, en el último grado de preparatoria, desarrollé e industrialicé una receta familiar de salsa de chile de árbol 100% de Yahualica, “Salsa de la Abuela Chapis”. Esto con ayuda de mi abuela y mis maestros de la prepa; ahí nació mi segundo emprendimiento, que poco a poco fue abriendo camino en el mercado.
Confirmo que yo nací con ciertas inquietudes por el emprendurismo, pero me sigo construyendo y haciendo como emprendedor, identificando necesidades, gustos y actualizándome sobre la innovación en la industria alimenticia, que es donde actualmente desarrollo mi empresa.
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¿Cómo emprendo?
En el camino me han dicho que más vale un mal negocio que un buen empleo, y es que emprender no es sencillo, pero tampoco es imposible. Y si me aceptas un par de consejos, me gustaría compartirte algunos que por lo menos a mí me funcionaron.
Estructúrate. De acuerdo a estadísticas, 80% de los emprendimientos quiebran en los primeros cinco años, por ello la importancia de saber en dónde te encuentras al momento de arrancar tu proyecto, así como los recursos con los que cuentas. Te invito a realizar un plan de negocios, un plan de marketing, elabora un presupuesto financiero y punto de equilibrio. Estas herramientas te darán una buena señal de en donde estás, hacía donde vas y cómo puedes manejar los recursos con los que cuentas a la hora de arrancar.
Ejecuta. Todos sabemos que el tiempo pasa increíblemente rápido, no basta con soñar. Genera un cronograma de trabajo, establece metas en corto, mediano y largo plazo, usa una agenda o calendario, estas herramientas serán tu mejor aliado para que el tiempo y los recursos no te coman.
Presupuesta. Muchas veces el factor que desmotiva a los emprendedores a emprender es pensar que se necesita una gran cantidad de dinero para comenzar, es claro que no todos los negocios son iguales pero mi recomendación es: ajústate al menor costo posible, maquila si es posible, siempre y cuando la calidad sea la deseada y no ponga en riesgo la propiedad intelectual de tu idea, busca equipos y maquinaría usados en buen estado, conforme el proyecto vaya avanzando iras adquiriendo nuevos y con mayor capacidad.
Capacítate. Mantén ese espíritu de estar actualizado e informado en tu giro y en otros que indirectamente puedan influir en el desarrollo de tu negocio, innova, arriésgate y haz propuesta. Y como dicen: “detrás de una necesidad, hay un cliente y un mercado por explorar”.
