Lulú Andonie es egresada de la carrera de Mercadotecnia del Tecnológico de Monterrey, trabajó con su padre en bienes raíces, sin embargo, su pasión siempre ha sido cocinar, algo que aprendió desde pequeña.
Su gusto por el chocolate la llevó a estudiar en la Chicago Chocolate Academy y la Dubai Chocolate Academy, además de tomar un diplomado en Miami.
De regreso a Monterrey, abrió su chocolatería, más estilo artesanal, con diseños únicos y glamorosos. Al principio le fue muy bien, porque más que un dulce era un detalle lujoso, sin embargo, considera que las personas no valoraban el esfuerzo en cada pieza, y aunque consiguió vender en algunas empresas, finalmente decidió cerrar el negocio.
Tras ello, Lulú intentó retomar el emprendimiento vendiendo productos coreanos, pero sabía que no era lo suyo, y a la par montó un taller de cocina.
Fue en ese momento cuando llegó la oportunidad de Master Chef, en la que adicionó y logró quedarse entre decenas de cocineros.
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¿Cómo fue la experiencia en Master Chef Latinos?
“Estuvimos en Ciudad de México encerrados para no contagiarnos de COVID. Grabamos todos los días y la verdad es que aprendes a valorar la tele, ya que ves todo este show que hay detrás, porque la verdad para hacer un capítulo tardas demasiado tiempo. Entonces bueno, más que nada tienes que tener paciencia.
“Son jornadas muy largas y sí es de que cocinas todo el día. Si te dicen 60 minutos, son 60 minutos y manos arriba, entonces sí es difícil, o sea lo que ven, sí es real”.
¿Cuál fue el mayor aprendizaje que te dejó?
“Salirme de mi zona de confort, creo cocinar cosas que en mi vida había cocinado, a lo mejor cosas muy básicas de la Ciudad de México, como el huitlacoche, yo ni siquiera lo había probado, la verdad y luego pues ponte a cocinarlo”.
Después de su paso por el reality, Lulú buscó enfocarse en la cocina, pero también en sus redes sociales, compartiendo recetas o colaborando con marcas. Hoy en día tiene una gran audiencia en diferentes plataformas. Sin embargo, comenta que no se siente lista para tener un restaurante.
Un chocolate bonito
Uno de los proyectos más recientes de Lulú fue el retomar el chocolate y junto con una socia, lanzaron un chocolate fit, que por el momento solo se vende en Estados Unidos.
¿Cuál fue el reto para lanzar este producto?
“El tema de entrar a Estados Unidos, yo creo que eso lo vi como lo más difícil, es como el mercado. En México vamos un poquito más despacio, pero en Estados Unidos hicimos unos estudios que dicen que todo lo saludable orgánico se va para arriba.
“Tuvimos muy buena respuesta en Amazon, tuvimos suerte o no sé cómo le quieras llamar que vendimos muy bien, entonces ahí vamos en el camino”.
¿Un sueño?
“Me encantaría vender mi chocolate a nivel mundial, obviamente es el reto de aquí a 10 años o de aquí a 5 años, que se haga, que lo puedas encontrar en todo el mundo, pero me gustaría mucho que lo vendieran en Dubai”.
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