“Quise cambiar al mundo y cambié yo” es una frase bastante conocida, encaminada a que todos podemos ser agentes de cambio en determinados temas. Lizeth Ayala decidió llevar a la práctica esta frase, combinándola con el emprendimiento sustentable. ¿El resultado? Corazón a granel. Platicamos con ella y esto nos contó.
Uno de los temas más sonados en nuestros tiempos es el cambio climático, un mal mundial producido por el ser humano. La parte “positiva” (o menos mala) del tema es que (aún) está en nuestras manos poder revertir la situación.
Lizeth Ayala Seceñas desde temprana edad demostró una personalidad inquieta. Estudió la carrera de Derecho y Finanzas en el Tec de Monterrey campus Chihuahua, pasando un tiempo en el extranjero, en Madrid. Volvió a México, a Chihuahua y posteriormente decidió situarse en Monterrey. Es en la capital neoleonesa donde se involucra con la vida laboral y en donde empieza mostrar interés por el emprendimiento, sobre todo, aquel que se relaciona con las cuestiones eco friendly.
Lizeth era una godínez feliz, tenía un muy buen trabajo, le gustaba y era buena en lo que hacía. Sin embargo, llegó un punto en que el gusto por todo eso se fue diluyendo, en parte por la monotonía que representaba. Dicen que la monotonía se puede comparar con estar atado y, parafraseando a Benedetti, uno tiende a liberarse cuando se siente amarrado.
La idea de emprender toma fuerza y comienza a tomar un papel protagónico en su vida. Hasta que decide llevarla a la realidad. Primero, pensaba en vender bolsas ecológicas, aquellas que se utilizan en el mercado. Le plantea la idea a su papá y él accede; sin embargo, dada su preparación profesional (banquero) no podía dejar de lado el análisis de lo que pretendía Lizeth. Entonces, le propone que si va a invertir diversifique los productos que ofrecerá. Es aquí cuando la lagunera amplifica su panorama y considera ya no solo bolsas, sino otros productos.
Empezó a visitar ferias de consumo responsable, de sustentabilidad y asistir a pláticas, a la par de que buscaba más y más productos con esa tendencia. Todo esto lo hacía mientras aún continuaba trabajando.
Las cosas cambiaron cuando su hermano y su cuñada la visitaron en la Sultana del norte. Lizeth los llevó a una de las tiendas con concepto de cosas a granel que le gustaba mucho. Después de eso, su hermano comenta que la idea de la tienda es relativamente fácil de llevar a cabo, además de que Lizeth tenía el respaldo de sus papás. Entonces, comienza a buscar proveedores, locales y dónde ubicaría su negocio. Define que sería en Torreón, debido a que no había una tienda zero waste y con venta de productos como los que pretendía a granel.
Después de 9 años de aventuras universitarias, de comienzos en la vida laboral, aventuras en el extranjero y una maduración como persona a raíz de todo lo vivido, Lizeth decide volver a la ciudad que la vio nacer con un firme objetivo: establecer su sueño emprendedor.
Con ayuda de su hermano y su cuñada, que fue indispensable, comenzó la aventura de emprender. Hizo los estudios de mercado correspondientes, las investigaciones necesarias. El sueño comenzaba a hacerse realidad.
Muchas veces nos quedamos en la zona de confort aunque estemos incómodos. Una de las cosas más complicadas para Lizeth fue renunciar a su trabajo y a esa quincena que le aseguraba ingresos sin incertidumbre. Pareciera que la zona de confort se aferra a nosotros, a pesar de que ya no nos motiva y no nos trae ningún beneficio. Lizeth logró romper esa barrera y salir de la célebre zona. Y entonces nació Corazón a granel.
Corazón a granel fomenta el reemplazo de los plásticos y el uso de productos que sean lo menos dañino posibles con el medio ambiente. Desde alimentos considerados super foods hasta artículos para el cuidado personal como desodorantes, pasta de dientes, etc. sin empaques. El nombre nació de una plática con su mamá. Buscaba algo que no fuera cursi (pero sí) y que tuviera que ver con la naturaleza. Y entre las 2 dieron con el nombre. Esta proyecto prioriza que todos sus proveedores sean locales, fomentando y haciendo que el impacto positivo en la región sea mayor.
Una de las novedades que ofrece Corazón a granel es que puedes comprar desde 1 o 2cosas hasta kilos de lo que quieras y, si llevas tu propio recipiente, recibes un 5% de descuento sobre el valor de lo que consumas.
El camino ha sido menos complicado de lo que esperaba, aunque eso no significa que no haya tenido momentos complicados. El miedo ante lo desconocido se ha presentado en muchas ocasiones. La idea de claudicar y volver a su antigua vida godínez muchas veces ha rondado por su cabeza, pero la valentía y perseverancia de Lizeth, además de priorizar su amor propio ante cualquier cosa, es lo que la ha hecho salir adelante y sobreponerse a las adversidades.
Para Lizeth, la definición de éxito es Corazón a granel. Éxito entendido como aquello que te hace feliz, como el realizar tus sueños y llevarlos a cabo, más allá de los miedos propios de la condición humana. El camino no ha sido fácil y es un proyecto que aún se encuentra en su etapa temprana y “agarrando vuelo”, pero ha tenido aceptación entre los laguneros y es algo que llegó para quedarse.
El apoyo de quienes nos quieren y a quienes queremos siempre es fundamental en este tipo de aventuras y con Lizeth no ha sido la excepción. Resalta el apoyo de sus padres, quienes viven fuera de la ciudad, lo que no ha impedido que siempre estén respaldándola en sus proyectos. De los amigos, esa familia elegida por voluntad propia y de su hermano y cuñada, así como de sus hermanas, quienes formaron ese respaldo cercano y alentador para poder desarrollar el sueño de Lizeth.
Regularmente, vamos por la vida rodeándonos de personas, de experiencias que nos hacen ser mejores y hacer mejores cosas, casi sin darnos cuenta. Pero la vida se encarga de demostrarnos para qué se han atravesado en nuestro camino. En el caso de Lizeth Ayala, la vida se lo demostró a través de emprender con Corazón a granel.
Quizá el punto está en aventurarnos, en salirnos de esa zona de confort que nos impide crecer. Vencer el miedo y pelear por lo que queremos, total, el miedo siempre estará, hagamos o no las cosas. Lizeth, sigue siendo ese agente de cambio a través de tu sueño; y nosotros, Players, seguiremos siendo un agente de cambio a través de contar historias que inspiren a que las personas persigan sus sueños.