PLAYERS_OF_LIFE_LOGO_22
abril 26, 2024

, ,

México y el Óscar

Por

Por: Pepe Ruiloba

Crítico de cine en Grupo Reforma y Coordinador/ Programador de Premio Maguey en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara

Facebook: peperuilobablog

Instagram: @peperuiloba

México, o más bien, mexicanos, han ganado el Óscar en 23 ocasiones antes de que llegara la Roma de Alfonso Cuarón.

Estas victorias han sido repartidas entre 14 personas en diversas categorías, destacando diseño de producción, director, fotografía, película y actor de reparto.

De estas victorias, 8 se reparten entre Alfonso Cuarón, Alejandro González Iñárritu y Guillermo del Toro, conocidos coloquialmente como “Los 3 amigos”, y cuya hegemonía en el marco internacional es indiscutible.

De 2013 a la fecha, puros directores mexicanos se han alzado con el Óscar como mejor director a excepción de Damien Chazelle (La La Land), en 2016. Esta racha no tiene precedente y llama aún más la atención dado el clima político entre México y su país vecino.

Pero hay un Óscar que se le ha negado al país hasta ahora: el de mejor película en lengua extranjera. Esta categoría existe desde 1956 y hasta antes de este año México había inscrito 50 películas a la competencia. Estas son elegidas por una votación interna de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas y solamente 8 llegaron a ser nominadas.

Los primeros años de la categoría vieron mucha presencia mexicana, con nominaciones consecutivas para Macario (Roberto Gavaldón, 1960), Ánimas Trujano (Ismael Rodríguez, 1961) y Tlacuyan (Luis Alcoriza, 1962). Macario es, además, una de casi 40 películas mexicanas que han competido en la Selección Oficial del Festival de Cannes, y Ánimas Trujano es emblemática por tener al legendario actor japonés Toshirō Mifune interpretando a un indígena oaxaqueño.

La siguiente nominación al Óscar fue para Actas de Marusia (Miguel Littín, 1975), que cuenta la vida de trabajadores chilenos en “La era del salitre”. La película fue producida y filmada en México, lo que da fe de la flexibilidad en las reglas para asignar la nacionalidad a una película.

Tendrían que pasar 25 años para que México volviera a tener presencia en la terna, esta vez de la mano de Amores Perros (González Iñárritu, 2000), considerada un hito en la cinematografía del país y derrotada por otro suceso mundial cortesía del maestro Ang Lee, El Tigre y el Dragón.

2 años después llegaría una nominación para El Crimen del Padre Amaro (Carlos Carrera, 2002), un éxito que causó mucha polémica y que dio pie a la inolvidable imagen de Salma Hayek abriendo el sobre en la ceremonia para leer el nombre de En algún Lugar de África (de Alemania) con un visible desgano en su ceño.

En 2006, la coproducción española El Laberinto del Fauno (Del Toro) recibió 6 nominaciones al Óscar y es probablemente lo más cercano que se ha estado de obtener el premio, siendo una de las mayores sorpresas de aquel año cuando Alemania una vez más se lo llevó, esta vez con La Vida de los Otros.

Finalmente, González Iñárritu volvería a la contienda en 2010 con Biutiful, que le daría al español Javier Bardem muchos reconocimientos a nivel mundial, pero que en los Óscar se iría con las manos vacías. ¿Cambiará Roma el rumbo de esta tendencia?

+DESTACADO