Por Alberto Ruiz
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Santos Laguna vino de atrás para vencer a Rayados de Monterrey en el partido de ida de la ronda de cuartos de final efectuado en el Estadio Corona. Fue una gran noche para los Guerreros y los más de 9,000 aficionados que presenciaron el triunfo de su equipo desde las tribunas de la llamada “Casa del Dolor Ajeno”.
El mérito de los locales fue el de no bajar el ritmo de juego y buscar constantemente hacer daño en la portería de Hugo González a pesar de haberse visto en desventaja con el gol del holandés. Vincent Janssen, quien, a los 18 minutos del primer tiempo, aprovechó un error de Carlos Acevedo para abrir el marcador.
Lo cierto es que la pelota, caprichosa, se negó a entrar en la meta rayada y, para el descanso, Santos se fue al vestidor con la derrota parcial.
Pero para el complemento la historia cambió y la pelota cedió; tras varios intentos fue el sampetrino, Eduardo “Mudo” Aguirre, el encargado de poner el primero para la causa albiverde con gran jugada individual y empatar los cartones a una anotación por bando.
Santos se adueñó por completó del encuentro, echó atrás a los regiomontanos hasta que les volvió a asestar uno más; el ecuatoriano, Ayrton Preciado, marcó el segundo a los 62 minutos luego de encontrarse con el balón en el área chica tras una gran jugada del uruguayo, Fernando Gorriarán.
De ahí el partido se tornó más emocionante, los del Vasco Aguirre quemaron sus naves y metieron gente a la ofensiva, obligando a los laguneros a replegar sus líneas para aguantar los embates enemigos.
Se silbó el final del juego, se apagaron las luces y se encendieron los teléfonos, dando lugar a un momento mágico en el que, entonando el himno del Santos, la afición despidió a sus jugadores, cerrando así una maravillosa noche en el Territorio Santos Modelo.
