Reliquia lagunera: un banquete de fe y tradición

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Entre sopas, asado y mucha fe, la reliquia lagunera demuestra que, en la región, la comida no solo se come, sino que también se comparte, se celebra y se agradece. 

Y es que este alimento, uno de los más representativos de La Laguna, combina el fervor religioso con el sabor profundo del asado rojo y las siete sopas que lo acompañan. 

Todo, en un platillo, tan festivo como simbólico.

Platillo de reliquia, preparado por la chef MaryLu Gidi.
Platillo de reliquia, preparado por la chef MaryLu Gidi.

Reliquia lagunera: un banquete de fe y tradición

De acuerdo con la chef MaryLu Gidi, propietaria de Mandil Rojo, la reliquia lagunera tiene raíces en la historia y en la devoción popular, y aún hoy conserva su carácter comunitario y gratuito, pues se prepara para agradecer un favor recibido y se reparte entre los feligreses después del rezo del rosario.

La chef explica que el origen de la reliquia se encuentra en un cruce de caminos entre Zacatecas y La Laguna. 

“Hay gente que dice que la reliquia viene de Zacatecas, y hay gente que dice que la reliquia es cien por ciento lagunera. Hay una mezcla ahí, porque se cuenta que el primer asado rojo, como lo conocemos, se hizo en Zacatecas y se le llamaba asado de boda o asado de novia”. 

-Chef MaryLu Gidi, propietaria de Mandil Rijo-

Con la migración y las costumbres compartidas, el platillo llegó a Torreón y se transformó, incorporando las sopas y adoptando un nuevo significado religioso.

El nombre mismo de la reliquia también está ligado a la fe. En la tradición católica, las reliquias son los restos o pertenencias de los santos; de ahí, dice la chef, surgió el término.

“Cuando traían reliquias de santos, la gente se juntaba para verlas y luego hacían comidonas. Como había reliquia, había comida, y se quedó el nombre”.

En La Laguna, preparar una reliquia implica más que cocinar, pues representa organizar una festividad completa. 

“Generalmente se hace una danza, se reza el rosario completo con sus letanías y todo, y después se pasa a la parte de la comida”, relata MaryLu Gidi

Las fechas más comunes son el 28 de octubre, día de San Judas Tadeo, y el 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe, aunque también se prepara para otras celebraciones marianas, como la Virgen de San Juan.

Ingredientes utilizados en la preparación de este icónico platillo.
Ingredientes utilizados en la preparación de este icónico platillo.

El sabor del asado rojo

Junto a las sopas, en el corazón de la reliquia lagunera se encuentra el asado rojo, un guiso de carne de puerco que combina sabor, tradición y un toque de dulzura. 

“Nosotros en Mandil Rojo lo hacemos con costilla y espaldilla porque nos gusta más el sabor que da”, dice la chef, añadiendo que la base del guiso es la carne de cerdo cocinada en una salsa espesa elaborada con chile pasilla y chile ancho, a los que a veces se suma el morita si se busca un toque más picante.

Su toque, luego, se enriquece con manteca de puerco, ajo, naranja y guayaba, ingredientes que equilibran lo dulce y lo amargo.

 “La manteca de puerco es básica”, asegura la chef, señalando que, “si no hay manteca de puerco, no va a saber igual de bueno”. 

Además, lleva una combinación de especias tradicionales, como tomillo, mejorana, comino, pimienta, hoja de laurel y orégano. 

Sin embargo, cada familia, aclara, tiene su propia versión del asado, ajustando las proporciones según el gusto.

“Hay recetas específicas, pero como todo en la comida mexicana, mucho se va dando al gusto de la familia”.

Platillo de reliquia, preparado por la chef MaryLu Gidi.
Platillo de reliquia, preparado por la chef MaryLu Gidi.

Significado de la reliquia lagunera

Adicional a su característico sabor, otro aspecto que también distingue a la reliquia lagunera es la presencia de siete sopas de pasta, que acompañan al asado y simbolizan las siete virtudes cristianas que ayudan a combatir los siete pecados capitales. 

Estas sopas, de caldillo de tomate con comino, se fríen con manteca para intensificar el sabor. Pueden incluir fideo, plumilla, estrella, tallarín y arroz rojo, este último considerado la séptima sopa.

En Mandil Rojo, la chef tiene una favorita, la cual “es una pasta mediana, plumilla, que se hace con caldillo de tomate y se le agrega un poco de la salsa del asado, chiles en escabeche y queso rallado”. 

“A mí, de las sopas de reliquia, esta es la que más me encanta”, dice, compartiendo que, tanto le gusta este platillo con queso y chiles en escabeche, que decidió ofrecerlo todos los martes en su restaurante, haya o no haya santo a quien agradecer.

Sopas para la reliquia lagunera.
Sopas para la reliquia lagunera.

Un banquete que se comparte

Más allá del sabor, por supuesto, la chef MaryLu Gidi recalca que la reliquia encierra un significado profundo de comunidad y gratitud, ya que se prepara para agradecer los favores recibidos y se reparte entre los presentes sin costo alguno. 

“Los laguneros somos de muy buen comer y nos encanta la fiesta, entonces no le vamos a decir que no a una buena comida”, afirma. 

Finalmente, en cuanto a la forma de comer reliquia, MaryLu Gidi recuerda que, en muchas casas, además, se prepara el famoso lonche de reliquia, consistente en una torta de pan francés rellena con asado y sopa, que se ha vuelto una tradición por sí misma: 

“El pan francés lagunero es único, en ningún otro lado lo consiguen tan bueno como aquí”, señala.

Por ello, subraya que más allá que solo un platillo, la reliquia lagunera representa un acto de fe, de agradecimiento y de amor colectivo, convirtiéndose en un elemento icónico de la región, en el que el sabor se mezcla con la devoción y la mesa bien puede convertirse en un altar.

Chef MaryLu Gidi, con Cecy, quien es la jefa de cocina en Mandil Rojo.
Chef MaryLu Gidi, con Cecy, quien es la jefa de cocina en Mandil Rojo.
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